Hemivértebra en perros braquicéfalos: ¿qué es y cómo tratarla?

De acuerdo a varios estudios, la hemivértebra se presenta de manera más frecuente en canes braquicefálicos. Descubre aquí de qué se trata.

Escrito y verificado por el médico veterinario y zootecnista Sebastian Ramirez Ocampo.

Última actualización: 06 septiembre, 2023

Por sus características anatómicas, los perros braquicéfalos están predispuestos a sufrir una serie de patologías específicas a lo largo de su vida. Una de las de mayor relevancia es la hemivértebra, una malformación congénita que compromete el bienestar de las mascotas que la padecen.

Teniendo en cuenta que razas como el bulldog han adquirido mucha popularidad durante los últimos años, es importante que las personas conozcan todos los aspectos relacionados a uno de los desórdenes esqueléticos de mayor prevalencia en este tipo de caninos. Por tal motivo, te traemos el origen, síntomas, diagnóstico y posibles tratamientos de la hemivértebra en perros braquicéfalos. ¡No te lo pierdas!

¿Qué son los perros braquicéfalos?

Son animales que cuentan con una serie de rasgos físicos bien definidos y distintivos. Entre las características que más se destacan encontramos las siguientes:

• Cráneo circular.
• Hocico corto o achatado.
• Narinas estrechas.
• Ojos saltones.
• Paladar blando y elongado.
• Cuerpos macizos y extremidades cortas.
• Cola enroscada.

Si bien son atributos apreciados en algunas razas, la realidad es que existe evidencia científica de que muchas de estas particularidades anatómicas predisponen a la aparición de enfermedades osteomusculares, respiratorias, cardiacas, oculares y digestivas.

Por otro lado, en el afán de conseguir este tipo de características en los perros, los criadores han utilizado técnicas perjudiciales de selección reproductiva como la endogamia; es decir, cruzar parientes cercanos.

De hecho, de acuerdo a un estudio publicado en la revista Frontiers in Veterinary Science , los perros braquicéfalos son 3.3 veces más propensos a gestar neonatos con malformaciones congénitas que canes de otro tipo de razas. De estas anomalías, la hemivértebra es una de las más comunes y de mayor importancia en el área de la medicina veterinaria.

¿Qué es la hemivértebra canina?

Se denomina hemivértebra a la deformación de uno o varios de los cuerpos vertebrales que componen la columna. Para ser más exactos, la vértebra presenta una formación incompleta o ausencia de una parte, lo que la lleva a adquirir una forma de cuña o triángulo.

Por lo general, aparece en la zona torácica, y dependiendo de su conformación, puede causar una curvatura dorsal o lateral de la columna. Es decir, cifosis o escoliosis.

Su origen es embrionario, ya que se desarrolla durante las primeras fases del crecimiento neonatal. Se sugiere que es causada por problemas de vascularización u osificación de las vértebras durante esta etapa, lo que genera la malformación de las mismas.

Aunque puede aparecer en cualquier tipo de perro, las razas braquicefálicas tienen mayor predi0sposición por la heredabilidad de genes recesivos producto de la endogamia.

Síntomas de la hemivértebra

Por la conformación anatómica de la hemivértebra, en la mayoría de los casos se genera una presión directa sobre la médula espinal. Por ende, los signos clínicos son similares a los producidos por un daño neurológico.

De acuerdo a lo anterior, los síntomas incluyen:

• Dolor a la palpación.
• Ataxia.
• Debilidad o parálisis de los miembros posteriores.
• Incontinencia fecal y urinaria (en casos más severos).

Además, cuando hay presencia de cifosis en la columna, se pueden generar otros problemas como degeneración o hernia del disco intervertebral. Estas manifestaciones clínicas inician desde muy temprano, por lo general entre los 4 a 10 meses de edad.

Sin embargo, es importante destacar que no todos los perros con hemivértebra desarrollan este tipo de sintomatología neurológica. Es decir, algunos conviven con esta malformación toda su vida sin signos neurológicos.

No obstante, según un estudio compartido en la revista Veterinary Radiology & Ultrasound, dentro de los braquicefálicos, el pug tiene 10 veces más probabilidades de desarrollar signos neurológicos cuando sufren de hemivértebra que otras razas como el bulldog francés o el inglés.

Diagnóstico

El diagnóstico de esta patología se basa en la exploración física del paciente y en la evaluación de la anamnesis. Además, es importante complementarlo con el uso de imágenes diagnósticas como las radiografías laterales y dorsoventrales.

Incluso, en caso de ser posible, se recomienda una tomografía axial computarizada (TAC) y resonancias magnéticas para identificar el alcance de la lesión sobre la médula espinal.

Tratamiento

La única resolución de esta patología es la intervención quirúrgica. Sin embargo, solo se recomienda en casos en que haya compromiso de la médula espinal.

Las cirugías tienen como objetivo descomprimir y estabilizar la columna vertebral, mediante técnicas como la laminectomía o hemilaminectomía y el uso de tornillos o pines roscados para fijar la columna.

En la mayoría de los casos, se reporta una recuperación satisfactoria de los pacientes sometidos a estas intervenciones. De igual manera, se expone que algunos manifiestan complicaciones crónicas, pero de menor relevancia como dolor e hinchazón.

Para terminar, es recomendable identificar este tipo de malformaciones a una edad temprana, porque a medida que pasa el tiempo, el abordaje es más complicado.

No a la adopción sin preparación

Como pudiste apreciar, la hemivértebra es una patología que pone en riesgo la salud de los animales de compañía. Pero, sobre todo, de aquellas razas braquicefálicas, tan demandadas y populares en nuestros días.

Aunque el objetivo no es condenar su adquisición, es importante que te preguntes si estás preparado para lidiar con las enfermedades que acompañan a este tipo de perros. Si no es el caso, lo más recomendable es la adopción o la compra de canes que no cuenten con tantos grados de endogamia.

Por último, si tu perro padece de hemivértebra, te invitamos a que evites su reproducción. De esta manera, los genes causantes de la enfermedad no se transmitirán a las siguientes generaciones.