¿Es posible tener una salamanquesa como mascota?

Las salamanquesas son reptiles bellos, inofensivos y simpáticos. Aunque parezca tentador, su tenencia como mascota no se recomienda en ningún caso.
¿Es posible tener una salamanquesa como mascota?

Escrito por Samuel Sanchez

Última actualización: 30 noviembre, 2021

Si vives en el entorno rural, seguro que alguna vez has podido observar a un bello y simpático reptil escalar por las paredes de tu casa sin mayor complicación. Seguramente se tratase de una salamanquesa (Tarentola mauritanica) o de otro miembro de la familia Gekkonidae. Estos increíbles animales destacan por su capacidad para escalar, pero también tienen muchos más rasgos que merece la pena conocer.

Si el pequeño reptil ya estaba dentro de tu hogar, te habrás visto tentado a cogerlo, meterlo en un terrario y convertirlo en tu animal de compañía. ¿Es posible tener una salamanquesa como mascota? La respuesta inicial es no, y te contamos por qué en el siguiente espacio.

¿Qué es una salamanquesa?

La salamanquesa común (Tarentola mauritanica) es un reptil perteneciente a la familia Gekkonidae. Se trata de una especie relativamente grande en comparación con otros de sus compañeros y alcanza 19 centímetros de longitud total. Aunque esto parezca un porte grande, debes tener en cuenta que la cola supone hasta el 56 % del valor en adultos.

Este pequeño gecko destaca por su coloración dorsal parda o gris, excelente para mimetizarse en las paredes y los troncos sobre los que escala. Curiosamente, su tono general tiende a ser muy claro durante el día y mucho más oscurecido en la noche. La sección corporal ventral suele exhibir un tono crema o amarillento.

Este reptil es originario de diversos países presentes en la cuenca del Mediterráneo, siendo extremadamente común en las zonas rurales de la península ibérica (España y Portugal). Aunque en algunas regiones goce de una mala fama, la salamanquesa es un reptil nocturno cuyo único interés es depredar sobre mosquitos y otros insectos. No hace ningún daño al ser humano.

Una salamanquesa doméstica puede ser una gran ayuda para mantener a raya las poblaciones de hormigas, cucarachas y mosquitos.

Una salamanquesa en una pared.

¿Puedo tener una salamanquesa como mascota?

Si eres residente en la península ibérica, la respuesta es simple: no es posible tener una salamanquesa como mascota. En España la sustracción de animales de su entorno natural está completamente prohibida, ya sea para la venta o para la tenencia particular. Atrapar a un animal de su ecosistema no solo se considera poco ético, sino un delito punible. 

De esta manera, no se puede atrapar a una salamanquesa (aunque esté en tu propia casa), sustraerla de su ecosistema y mucho menos comprarla, pues se está incurriendo en una actividad ilegal. Coger a un animal tan pequeño de su entorno puede parecer inofensivo, pero debes tener en cuenta que muchas poblaciones cuentan con pocos adultos reproductores y este acto supone un duro golpe para ellas.

El estado de conservación de esta especie es de “Preocupación menor (LC)” según la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza. De todas maneras, su única amenaza a día de hoy es la sustracción y la esquilmación con fines antrópicos. Es necesario respetar sus poblaciones para que los números no empiecen a decrecer.

¿Puedo tener otros reptiles parecidos a una salamanquesa?

Por suerte, existen otros muchos animales similares a una salamanquesa que sí puedes tener como mascota y que, además, se crían en cautiverio por profesionales. Si bien son opciones más caras que coger a un animal salvaje del patio de casa, ten por seguro que estarás haciéndole un enorme favor al medio ambiente. Te presentamos algunos ejemplos.

1. Gecko tokay (Gekko gecko)

El tokay es uno de los reptiles domésticos por excelencia. No es para menos, pues sus increíbles colores azulados con punteaduras naranjas y su gran tamaño (casi 30 centímetros incluyendo la cola) hacen de esta especie una de las más llamativas en todo el hobby. También es arborícola y pasa todo el día escalando superficies, así que se parece bastante a la salamanquesa.

A pesar de ser una excelente mascota, el tokay cuenta con una gran desventaja: su agresividad. Es prácticamente imposible manipularlo e intentará morder en cuanto tenga una oportunidad. Además, requiere un terrario bastante amplio (mínimo 80 centímetros de alto), con plantas, troncos y una humedad alta (60-80 %) para poder desarrollarse bien.

Este gecko (y todos los listados a partir de ahora) se desarrolla bien a temperaturas entre 25 y 27 °C.

Un gecko tokay.

2. Gecko de cabeza amarilla (Gonatodes albogularis)

Este gecko es bastante más pequeño que los ejemplos citados, pues alcanza una longitud máxima de 10 centímetros (incluyendo la cola). De todas maneras, lo que más llama la atención de esta especie es su marcado dimorfismo sexual. Los machos tienen una cabeza amarilla con manchas azuladas, mientras que las hembras son en su totalidad grisáceas o marrones.

El terrario para una pareja de estos reptiles puede ser algo más pequeño que el del tokay (60 de alto x 30 de ancho y largo). De todas maneras, es necesario colocar varias plantas y escondrijos con el fin de que los ejemplares no se vean intimidados. Igual que todos los reptiles escamosos, se alimentan de insectos vivos de pequeño tamaño.

Un gecko gonatodes albogularis.

3. Gecko de oro (Gekko badenii)

Este es uno de los reptiles más parecidos que se pueden tener a una salamanquesa como mascota. Su aspecto es bastante similar, si bien el gecko de oro destaca por tener una coloración crema y llamativa que le da su nombre. La longitud del ejemplar adulto es muy parecida a la de T. mauritanica y ronda unos 20 centímetros incluyendo la cola en machos, 15 para las hembras.

Los cuidados de este reptil son muy similares a los ya citados: terrario más alto que largo, abundante vegetación, temperatura de 25 °C y humedad relativa entre el 60 y el 80 %. Come insectos vivos, pero también requiere frutas y papillas con complementos vitamínicos para completar su dieta. 

Un gecko de oro escala una pared.

Una responsabilidad con el ecosistema

No se puede tener una salamanquesa como mascota si eres residente en su región de origen, pero sí existe una amplia gama de reptiles exóticos a los que puedes acudir para suplir tu interés. De todas maneras, debes asegurarte de que los animales que compras siempre sean criados en cautiverio, sea cual sea la zona en la que son endémicos.

La sustracción de reptiles para su venta o entretenimiento en el ámbito doméstico es un gran problema que está promoviendo la desaparición de varias especies. Si una salamanquesa vive en las paredes de tu hogar, disfruta de su compañía y ofrécele insectos vivos, pero nunca le obligues a permanecer cautiva para tu disfrute.


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