El sistema circulatorio de los perros funciona de una manera similar al de los humanos, por lo que es posible que comparta algunas enfermedades sanguíneas. Aunque la mayoría de estas patologías afectan de manera preferente al corazón, existen diferentes afecciones que desequilibran el funcionamiento general de la circulación sanguínea.
Las enfermedades sanguíneas de los perros no son una problemática que pueda dejarse sin tratamiento, ya que podría agravarse y poner en riesgo la vida de la mascota. Por esta razón, en el siguiente espacio se ahonda un poco sobre estas patologías.
¿Qué son las enfermedades sanguíneas?
Se conocen como enfermedades sanguíneas a aquellas patologías que afecten el funcionamiento del sistema circulatorio. Es decir, ocasionan cambios en la cantidad de células sanguíneas o en su flujo, lo que puede ser perjudicial para el organismo. Esto significa que el problema podría encontrarse tanto en el corazón, como en las arterias, las venas, los capilares, la médula ósea o los ganglios linfáticos.
El gran problema que existe al alterar el sistema circulatorio es que el desequilibrio afecta de manera indirecta a varios órganos y sistema corporales. Por lo tanto, las enfermedades sanguíneas de los perros casi siempre se vuelven serias y peligrosas. Además, los primeros signos de alerta de su presencia son bastante difíciles de detectar.
Contrario a lo que se podría pensar, las anormalidades en el sistema circulatorio de los perros son más frecuentes de lo que parece. Según la página oficial del Manual Merck de Veterinaria, se calcula que poco más del 10 % de los animales examinados en las clínicas veterinarias presentan alguna patología del sistema circulatorio. Por ello, es importante aprender a detectarlas y reconocerlas tan pronto como sea posible.
¿Cuáles son los síntomas de las enfermedades sanguíneas en los canes?
El cuadro clínico de las enfermedades sanguíneas en los perros cambia según el agente causal o la patología que las provoquen. Sin embargo, debido a que todas afectan en algún grado al suministro de sangre a los órganos, es posible identificar una serie de síntomas comunes. Entre los más frecuentes se encuentran:
- Respiración pesada o muy ruidosa.
- Falta de energía.
- Depresión.
- Apatía.
- Colapso físico.
- Distensión del abdomen.
- Problemas para dormir.
- Debilidad física generalizada.
- Tos persistente.
- Renuencia a jugar o realizar ejercicio.
- Perdida o ganancia drástica de peso.
Cabe resaltar que varios de estos signos de alerta no solo aparecen cuando existe alguna enfermedad sanguínea en el perro, sino que también son frecuentes en otras patologías. En cualquier caso, son una clara señal de que la salud del can no se encuentra bien y que es necesario acudir con el veterinario.
¿Cuáles son las causas por las que aparecen las enfermedades sanguíneas en el perro?
Existen muchos agentes causales que podrían propiciar la aparición de enfermedades sanguíneas en los perros. Es muy complejo enumerar solo algunas, por lo que es mejor agruparlas en los siguientes puntos:
- Herencia: la mayoría de las patologías que afectan el sistema circulatorio están relacionadas con factores genéticos hereditarios. Estos tienden a ocasionar malformaciones que afectan en diferentes grados a la circulación.
- Traumatismos: diferentes tipos de accidentes o golpes podrían ocasionar lesiones en cualquier parte del sistema circulatorio, lo que propicia la presencia de algunas enfermedades sanguíneas en el perro.
- Parasitismos: algunos parásitos, como la Dirofilaria immitis, son capaces de migrar al corazón y ocasionar problemas en el bombeo sanguíneo.
- Infecciones: ciertos virus y bacterias afectan la presión sanguínea y fomentan la presencia de patologías en el sistema circulatorio.
- Vejez: los perros mayores sufren de un desgaste metabólico generalizado que podría desencadenar problemas en la circulación de la sangre.
- Enfermedades secundarias: existen varias patologías que afectan de manera indirecta al sistema circulatorio, por lo que su presencia podría ocasionar alguna enfermedad sanguínea en el perro.
- Neoplasias: algunos tipos de crecimientos tumorales (benignos y malignos) afectan la producción de las células sanguíneas o modifican en cierto grado su flujo.
¿Cuáles son las enfermedades sanguíneas más frecuentes en los canes?
Existe una gran variedad de enfermedades sanguíneas en los perros. Cada una afecta de manera diferente al sistema circulatorio, por lo que podrían ser leves o graves según el impacto que tengan en el metabolismo canino. Las más frecuentes en los perros son:
- Insuficiencia valvular mitral: ocasionada por una degeneración en las válvulas cardiacas, las cuales se encargan de controlar el bombeo de sangre.
- Miocardiopatía dilatada canina: disfunción de los músculos cardiacos que les impide contraerse, lo que genera problemas en la presión sanguínea.
- Infección por el gusano del corazón: provocada por el parásito Dirofilaria immitis que afecta primero a los pulmones, pero conforme se agrava es capaz de interrumpir el flujo de la arteria pulmonar.
- Endocarditis infecciosa: suele ser producto de una complicación de otras infecciones en varias partes del cuerpo. Los agentes causales (bacterias o virus) viajan por la sangre y se instalan en el músculo del corazón, en donde genera una inflamación que afecta la capacidad de bombeo.
- Tromboembolismos: formación de coágulos en la pared de los vasos sanguíneos que podrían derivar en una embolia (obstrucción de vena, capilares o arterias).
- Anemia: disminución drástica de glóbulos rojos que ocasiona un déficit de oxigenación al organismo.
- Hemofilia canina: enfermedad hereditaria que genera problemas en el proceso de coagulación sanguínea, lo que fomenta la presencia de hemorragias severas incontrolables.
- Leucemia canina: es producto de una neoplasia que afecta la función y la cantidad de los leucocitos. En consecuencia, los individuos se vuelven más susceptibles a diferentes patógenos.
¿Cómo se pueden prevenir las enfermedades sanguíneas en los canes?
De manera desafortunada, gran parte de las enfermedades sanguíneas son provocadas por la herencia genética de los padres. Por lo tanto, es imposible prevenirlas una vez que el perro ya ha nacido. Sin embargo, existen varios consejos generales que podrían ayudar a evitar situaciones similares:
- Mantener la higiene de la mascota y su entorno: esencial si se quiere mantener lejos a parásitos, bacterias y virus que afecten al can.
- Mantener un régimen saludable de ejercicio: la actividad física mejora el desempeño metabólico del perro, por lo que su sistema inmunitario será más resistente ante patologías infecciosas.
- Dieta equilibrada y saludable: la presencia de condiciones como la obesidad o el sobrepeso perjudican el funcionamiento del sistema circulatorio. En consecuencia, se necesita de un plan alimenticio adecuado para evitar propiciar las enfermedades sanguíneas.
- Visitas recurrentes al veterinario: es crucial visitar a un especialista para confirmar que la salud de la mascota se encuentre en orden. De esta forma, también se puede detectar pronto las afecciones en el sistema circulatorio e iniciar su tratamiento. Con esto se reduce el impacto en la calidad de vida del perro.
- Adoptar canes en criaderos certificados: los criadores especializados en perros suelen llevar un control específico de las enfermedades hereditarias de sus canes. Gracias a ello, reducen al mínimo la posibilidad de que aparezcan patologías de riesgo como las que afectan al sistema circulatorio.
Como te puedes dar cuenta, las enfermedades sanguíneas en los perros son un riesgo latente que podría cambiar de manera sustancial la vida diaria de la mascota. Por ello, no olvides llevarlo con un especialista a revisión cada 6 meses para asegurar que su salud se encuentra en orden. Ten en cuenta que su bienestar depende por completo de ti, así que no escatimes en gastos y dale la atención que se merece.
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