¿Puede mi perro tener gusanos en el corazón?

Los tratamientos preventivos son la mejor herramienta para lidiar con los gusanos del corazón en el perro. Por lo común, se usan antiparasitarios simples que se pueden conseguir en la mayoría de las clínicas veterinarias.
¿Puede mi perro tener gusanos en el corazón?
Cesar Paul Gonzalez Gonzalez

Escrito y verificado por el biólogo Cesar Paul Gonzalez Gonzalez.

Última actualización: 30 julio, 2022

Al igual que en los humanos, los perros pueden ser susceptibles de ser invadidos por diferentes tipos de parásitos y microorganismos. Aunque la mayoría son inofensivos y fáciles de erradicar, existen algunos que podrían ocasionar padecimientos serios y letales. Un ejemplo de ello son los gusanos en el corazón, los cuales invaden el músculo cardíaco del perro y ocasionan diferentes problemas en el sistema circulatorio.

Este padecimiento es ocasionado por Dirofilaria immitis, un nematodo diminuto que se transmite por la picadura de mosquitos. A pesar del nombre de la enfermedad, este parásito también es capaz de invadir otros órganos de la mascota. Sigue leyendo este espacio y conoce cómo es posible que un perro tenga gusanos en el corazón.

¿Qué son los gusanos en el corazón?

Como se mencionaba, los gusanos en el corazón son en realidad varios nemátodos vermiformes que pueden llegar a medir más de 30 centímetros. Son parásitos exclusivos de la familia de los cánidos, por lo que tanto los perros como los coyotes, los lobos y los zorros son susceptibles de padecerlos.

Los gusanos en el corazón, también llamados filarias, se encuentran en casi todo el mundo. Sin embargo, los sitios con climas húmedos y cálidos son los que más casos reportan en la actualidad. Esto se debe a que la infección necesita utilizar vectores como los mosquitos para invadir a otros cánidos, los cuales son más abundantes en zonas tropicales.

El ciclo de vida de estos nematodos es bastante complejo y precisa de dos hospederos diferentes. Por un lado, en el cánido ocurre el proceso de apareamiento y desarrollo inicial, mientras que el mosquito permite la maduración y sirve de transporte para la infección.

Las filarias adultas se aparean en el corazón o en los pulmones de los cánidos y liberan a su descendencia en las vías sanguíneas. Estas filarias recién nacidas reciben el nombre de microfilarias y son abundantes en la sangre. En consecuencia, cuando un mosquito pica al cánido, este también se infecta y las microfilarias pasan a su cuerpo.

Después de 10 o 15 días, las microfilarias alcanzan su estado infeccioso e invaden las glándulas salivales del mosquito, por lo que su picadura es la que transmite al parásito. Una vez que infecta a otro cánido, comienza su migración al corazón y los pulmones para convertirse en filarias adultas y se repite el ciclo.

Formas de transmisión de la enfermedad

Los parásitos no se transmiten solo por contacto, sino que precisan de entrar a las vías sanguíneas para comenzar su desarrollo. Por ello, el ciclo de infección necesita de manera obligatoria a un mosquito que transmita las filarias. Algunos de los géneros que están involucrados como vectores son los siguientes:

  • Aedes.
  • Culex.
  • Anopheles.
  • Culiseta.
  • Mansonia.
  • Coquillettidia.
  • Psorophora.
  • Myzorhynchus.
  • Armigeres.
  • Taeniorhyncus.

¿Los humanos se pueden infectar?

Los humanos también son susceptibles de infectarse por este parásito. Sin embargo, se provoca una infección leve que suele ser transitoria y no deja ninguna secuela. De hecho, la mayoría de los casos se curan sin tratamiento, pero siempre es bueno acudir a revisión si se convive con un animal infectado por este nematodo.

¿Se pueden infectar otros animales?

A pesar de que el hospedero definitivo son los cánidos, el gusano que invade el corazón del perro es capaz de infectar a otros mamíferos como los gatos, los conejos y las vacas. El proceso infeccioso puede llegar a cambiar un poco según el animal del que se trate. Aun así, las consecuencias son bastante parecidas.

Síntomas de los gusanos en el corazón del perro

Las filarias tienen una gran capacidad de penetración en los tejidos del cuerpo canino. Gracias a ello, los gusanos no solo invaden el corazón del perro, sino que pueden afectar el ojo, el cerebro, el bazo y el pulmón. Aunque si la cantidad de parásitos es excesiva, podrían incluso afectar a otros órganos del cuerpo.

Los síntomas de la enfermedad son ocasionados por la invasión de cada tejido y la cantidad de parásitos presentes. Esto significa que pueden existir signos clínicos muy leves o agravarse demasiado hasta ser letales. Entre los síntomas más comunes se encuentran los siguientes:

  • Tos.
  • Dolor de pecho.
  • Hemorragias nasales.
  • Taquicardia (ritmo cardíaco alto).
  • Taquipnea (respiración agitada).
  • Pérdida de peso.
  • Inmunodepresión.
  • Falla cardíaca (casos graves).

Existen otras complicaciones como la ceguera, la fotofobia y problemas en las glándulas salivales, pero son poco frecuentes y dependen mucho de la carga parasitaria. Por ello, es importante acudir al veterinario en cuanto se detecte cualquier anomalía en la mascota.

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Diagnóstico

En los perros, el diagnóstico de los gusanos en el corazón se realiza a través del análisis de muestras de sangre o pruebas de antígenos. No obstante, también es común que se lleven a cabo exámenes físicos completos, radiografías y ecografías, pues esto sirve para conocer la severidad de cada caso. Según los hallazgos, la infección se puede clasificar de la siguiente forma:

  • Leve: asintomática o con tos poco frecuente.
  • Moderada: tos, intolerancia al ejercicio y ruidos en los pulmones.
  • Grave: tos, disnea, intolerancia al ejercicio, problemas cardíacos, hepatomegalia, pérdida de consciencia, ascitis (acumulación de fluido en el cuerpo).
  • Síndrome de vena cava (potencialmente mortal): letargia repentina y debilidad física grave.

Tratamientos disponibles

Cualquier tratamiento para los gusanos en el corazón del perro tiene dos objetivos principales:

  • Restablecer la condición médica del animal: se utilizan glucocorticoestoroides, diuréticos, fármacos vasodilatadores y fluidoterapia.
  • Eliminar las filarias: se administran adulticidas, fármacos que matan a las filarias adultas como la tiacetarsemida sódica y el dihidroclorhidrato de melarsomina.

Una vez que inicia el tratamiento, se debe llevar un seguimiento por al menos 1 año después del diagnóstico. Esto servirá para confirmar la disminución de la carga parásita y la mejora de los signos clínicos. Sin embargo, también se deben valorar los daños a largo plazo ocasionados por la infección, pues se podría necesitar tratamientos auxiliares para mantener estable al paciente.

Pronóstico

El pronóstico de la mascota dependerá de los daños que acumulen sus órganos internos y de la severidad de la infección. Además, los adulticidas son bastante agresivos, por lo que también podrían provocar efectos secundarios como neumonitis, tromboembolismos suaves y embolias pulmonares.

Asimismo, es crucial reconocer que los casos graves suelen tener complicaciones tan severas que podría sugerirse la eutanasia. De hecho, el uso de adulticidas en estos casos es bastante debatido, pues es probable que el perro no tolere el fármaco y los efectos secundarios resulten letales. Por ello, es importante acudir con un especialista para que aporte toda la información posible sobre el estado de salud de la mascota.

Como te puedes dar cuenta, la infección por gusanos en el corazón de los perros es un problema grave que debe ser combatido a la brevedad. Así que, si observas cualquier síntoma o conducta extraña en tu mascota, acude de inmediato con el veterinario. Recuerda que un diagnóstico a tiempo es esencial para obtener los mejores resultados con el tratamiento.


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