Enfermedades más comunes de los peces betta

Las enfermedades más comunes de los peces betta te servirán de indicador de la calidad de su alojamiento. Descubre aquí cuáles son y cómo prevenirlas.
Enfermedades más comunes de los peces betta
Sara González Juárez

Escrito y verificado por la psicóloga Sara González Juárez.

Última actualización: 19 noviembre, 2021

Estos peces, conocidos por su fuerte personalidad y su belicosidad, son de los preferidos entre los aficionados a la acuariofilia. Son animales con una salud robusta siempre y cuando su acuario se mantenga en condiciones adecuadas. De lo contrario, es probable que te encuentres con alguna de las enfermedades más comunes de los peces betta.

Si quieres conocer estas patologías más a fondo y cómo prevenirlas, has llegado al artículo indicado. Antes de nada, encontrarás información sobre las necesidades básicas de este pez, seguido de las enfermedades que aparecen cuando esos cuidados no se realizan de forma correcta. No te lo pierdas.

Necesidades básicas del pez betta

El pez betta o pez luchador de Siam (Betta splendens) es una especie de agua dulce que pertenece a la familia Osphronemidae . Es nativo de Tailandia y Camboya y su esperanza de vida media es de 3 a 5 años.

Su alimentación es principalmente carnívora, pues en la naturaleza estos peces consumen sobre todo insectos y larvas presentes en sus aguas. En ocasiones también se nutren de raíces de plantas, pero su dieta no puede basarse solo en ellas, pues acabarían padeciendo déficits nutricionales.

Es muy importante seleccionar muy bien la compañía del pez betta y hay que tener en cuenta que las hembras pueden convivir juntas con el espacio suficiente, pero los machos no. Lo ideal será siempre mantener a cada ejemplar en solitario, aunque se ha conseguido que conviva con especies dóciles, como los guppies.

Son peces curiosos que reconocen a sus tutores y requieren mucho enriquecimiento ambiental para evitar que se frustren y se depriman.

Un pez betta en un jarrón.

El agua del acuario debe ser dulce y tratarse con agentes que eliminen el cloro. Utiliza un filtro de bajo flujo y cicla el agua durante varias semanas antes de colocar al pez betta. Esto dará tiempo a que proliferen las bacterias que descomponen el amoniaco de las heces del animal.

La temperatura del agua debe rondar los 26 °C y ser estable. Nunca tiene que bajar de 22 °C. El pH no debe ser más ácido de 6’5, preferiblemente neutro. Una vez a la semana, sustituye 1/3 del agua del acuario por agua limpia y retira a diario los desechos del fondo de la pecera.

Enfermedades más comunes de los peces betta

Estos cuidados mínimos que acabas de leer te ayudarán a entender mejor por qué se producen las enfermedades más comunes de los peces betta. No te las pierdas, pues conocerlas es imprescindible para garantizar la salud de este bello pez.

Columnaris

El columnaris es un hongo que prolifera en la boca del pez betta y que se gesta en los acuarios y los estanques. Es fácil de detectar, pues aparecen manchas blancas parecidas a un parche de algodón por la boca del animal, la aleta pectoral y, por último, en todo el cuerpo.

Las causas de la aparición de este hongo están relacionadas con la limpieza deficiente del agua, problemas en los filtros, hacinamiento de especímenes o que el animal está estresado. Se previene manteniendo estas condiciones ambientales bajo control y con una buena limpieza del acuario.

Hidropesía

No es una enfermedad como tal, sino el reflejo de una condición patológica interna del pez. Se caracteriza por el abdomen hinchado, unas pequeñas protuberancias cónicas en las escamas, la falta de apetito y la necesidad de respirar en la superficie del tanque.

La hidropesía tiene diversas causas, como parásitos, virus, desnutrición y presencia de bacterias. Cuando las patologías ocasionadas por estos agentes avanzan y deterioran el estado general del betta, aparece este síndrome.

Cola rota o deshilachada

Esta es quizá la primera de las enfermedades más frecuentes del pez betta. Las aletas de este animal, finas y sinuosas, son muy sensibles a la calidad del agua (lo que las hace también un buen indicador de salud). Cuando el agua no tiene la calidad necesaria para garantizar el bienestar del pez, la cola se ve claramente rasgada y deshilachada.

Acude de inmediato al veterinario, pues si dejas que avancen los síntomas acabará por aparecer la gangrena y acabar con la vida del animal.

Otros síntomas, como la apatía y la presencia de manchas blancas y el enrojecimiento de los bordes de la aleta, también se observan en esta patología. No obstante, se trata de una condición reversible con un tratamiento intensivo del agua con el fin de devolver los parámetros a rangos óptimos.

Punto blanco

El punto blanco es una enfermedad provocada por un protozoo, el Ichthyophthirius multifilis. Es una de las patologías más habituales en los acuarios y puede ser mortal si no se trata a tiempo.

A simple vista se observan pequeños puntos blancos en las escamas del pez. Además, los bettas se muestran nerviosos y se frotan contra los objetos y las paredes del acuario, ya que sienten picor. Si la enfermedad avanza, se producen dificultades respiratorias, falta de apetito y, finalmente, la muerte.

Septicemia

La septicemia es otra de las enfermedades más comunes de los peces betta. Esta consiste en un estado infeccioso generalizado en el cuerpo a causa de una infección bacteriana. Cuando el betta se ve afectado por las bacterias presentes en el agua, suele deberse a una combinación de estrés (que baja las defensas del pez) y un mal mantenimiento del agua.

La enfermedad se reconoce por la presencia de manchas rojas por todo el cuerpo, la falta de apetitito y la letargia.

Por lo general, el veterinario te recetará antibióticos y te indicará cómo mejorar el entorno de tu pez betta. No administres ningún medicamento sin una visita previa a la clínica, pues no es fácil calcular la dosis exacta.

Enfermedad de la vejiga natatoria

Si observas que el pez betta nada de forma extraña, no mantiene el equilibrio o se mueve ladeado, es probable que se deba a un problema en la vejiga natatoria. Esta patología suele manifestarse con infecciones bacterianas y lesiones producidas durante el transporte del pez (o por peleas).

Este cuadro requiere mover al animal a un tanque poco profundo (en el que toque fondo) y tratar el agua con los medicamentos que te recete un profesional veterinario. También debes cambiar el agua diariamente si se trata de un agente infeccioso.

Un pez betta construye un nido.

Los peces, sean bettas o no, son muy dependientes del estado de su medio acuático. Por eso, si aparece alguna de estas enfermedades y vas al veterinario, asegúrate de que te oriente para controlar todos los aspectos necesarios que garantizan la salud del animal. Después, solo te quedará disfrutar de la curiosa personalidad de estos seres tan especiales.


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