El tucán pico iris: hábitat, características y curiosidades

El enorme pico de estas aves ha causado fascinación a los humanos desde hace siglos. Aquí te presentamos a una de ellas, el tucán pico iris.
El tucán pico iris: hábitat, características y curiosidades
Sara González Juárez

Escrito y verificado por la psicóloga Sara González Juárez.

Última actualización: 22 enero, 2023

El increíble aspecto de este tucán con ese pico que ocupa un tercio de su tamaño, pero que no le pesa, no pasa desapercibido para nadie. La belleza de sus colores solo se confunde por los entornos coloridos de los bosques tropicales que habita.

Aunque generalmente la imaginación se sitúa en el tucán toco (Ramphastos toco) para representar a todo este género taxonómico, lo cierto es que existen muchos representantes del mismo. Aquí tienes a uno de ellos, el de pico iris, para ejemplificarlo y ampliar tus conocimientos. No te lo pierdas.

Taxonomía y características

El tucán pico iris (Ramphastos sufuratus), también llamado piquiverde, es un ave de la familia Ramphastidae y del género Ramphastos, uno de los 6 que se engloban dentro de la familia de los tucanes. Su característica más llamativa es su enorme pico, cuyo peso es muy reducido gracias a que está hueco.

Esta estructura queratinosa no solo es un factor clave para el cortejo, sino que actúa como termorregulador.

Esta ave es de mayor tamaño que otras de su género, llegando a más de medio metro de longitud y 400 gramos de peso. Su pecho es de un color amarillo verdoso que contrasta con el negro del resto de su cuerpo. La parte superior de la cola es blanca y las cobertoras inferiores, rojas. El pico es verde brillante y está decorado con una mancha naranja en los laterales.

Ramphastos sufuratus.

Hábitat del tucán pico iris

Esta ave se puede observar desde el sur de México hasta el norte de Colombia y de Venezuela. Habita los bosques tropicales y subtropicales de tierras bajas, normalmente en las lindes de estos. Allí obtiene su alimento, refugio y lugares de anidación.

Alimentación

El tucán pico iris es omnívoro, pero preferentemente frugívoro. A esta dieta de frutas de su entorno le añade, ocasionalmente, polluelos de otras aves, anfibios, huevos, insectos y pequeños reptiles. De esta manera incorpora proteínas a su alimentación.

Suele tragarse la fruta entera. Gracias a esto, las semillas pasan intactas por su tracto digestivo, convirtiendo a este tucán en un dispersor de semillas imprescindible para su ecosistema.

Comportamiento del tucán pico iris

Sus hábitos son diurnos y se agrupa en bandadas de 6 a 12 individuos. Es común verlos jugar entre ellos, acicalarse y arrojarse frutas los unos a los otros. Esto último forma parte de la conducta de cortejo, en la que la hembra evaluará si la fruta que le lanza el macho es buena o mala.

La mayor parte del día la dedica a la búsqueda de alimento y otra pequeña parte a la socialización. Suelen moverse más ágilmente si saltan entre las ramas de los árboles que si realizan vuelos largos. Por la noche, buscan ramas gruesas que soporten bien su peso y establecen ahí su dormidero.

Reproducción

Este tucán se reproduce de marzo a junio, si bien en algunos lugares comienzan un poco más tarde, en abril. Cuando se forma una pareja, ambos buscan un hueco en los árboles para nidificar, en ocasiones aprovechando los que abandonan los pájaros carpinteros. Una vez establecidos, se aparean.

Tras limpiar la cavidad, los tucanes la forran con hojas verdes, semillas y huesos de frutas.

Una hembra pone entre 1 y 4 huevos redondeados y blancos. Ambos progenitores los incuban, turnándose, durante unos 16 días. El resto de los cuidados parentales también son compartidos hasta que los polluelos son capaces de valerse por sí mismos. Esto ocurre, aproximadamente, a los 47 días desde la eclosión.

Estado de conservación del tucán pico iris

Ramphastos sufuratus.

Desde 2021, el tucán pico iris se considera como casi amenazado (NT). Anteriormente, se había situado en preocupación menor, pero el terrible asedio que están sufriendo los bosques tropicales del centro y el sur de América está desplazando y matando a miles de animales. En este sentido, el tucán tiene dificultades para adaptarse a entornos invadidos por el hombre, por lo que su rango de distribución es cada vez más reducido.

Su número, aunque aún alto, está decreciendo año por año. La captura para el tráfico de especies también les afecta, así como la degradación de los ecosistemas. Aunque este declive poblacional es lento, no se detiene, por lo que es de temer que esta especie se vea seriamente amenazada en el futuro.

Para protegerlo se le ha incluido en el apéndice II del convenio CITES, que regula el tráfico de individuos y de sus partes. También se han protegido varias áreas para darles refugio. No obstante, queda mucho trabajo por hacer, desde monitorear poblaciones hasta la propia persecución de la destrucción de los hábitats y de la captura ilegal. Nuestra especie es la única que puede salvarles de nosotros mismos.


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