En torno a 400 millones de años es tiempo suficiente como para que el ciempiés posea un sitio destacado entre los insectos más antiguos del mundo. Dejando atrás a sus abuelos fósiles de dos metros de largo, el ciempiés se adaptó a distintos hábitats, hasta lograr la proliferación de al menos 8 000 especies en todo el mundo.
Todavía no han podido investigarse más que unas 3 000 variedades. La característica de poseer entre 15 y 180 pares de patas unifica a toda esta curiosa familia, mientras que el cuerpo estructurado en anillos que permiten movimientos altamente articulados es la segunda gran característica de estos insectos.
El ciempiés pertenece a la familia de los artrópodos, concretamente de los mirápodos. Si bien son seres huidizos, que tienden a permanecer en sitios oscuros y escondidos, merece la pena saber algo de sus hábitos, sobre todo si se quiere evitar su venenosa picadura.
Principales características del ciempiés
La tonalidad del ciempiés oscila en la gama de los marrones y beiges. Posee mandíbulas prominentes a cada lado de la cabeza. Dado que vive en la oscuridad, para guiarse en el andar se vale de antenas largas que sirven a la vez a la vista y al tacto. La visión del ciempiés es casi nula, y muchas especies son ciegas.
El veneno del ciempiés se encuentra en sus patas delanteras, que son sus armas de defensa y el instrumento de caza; también sirven para atraer al sexo opuesto. Los machos tienen, en casi todos los casos, sus órganos reproductores en las patas delanteras, lo que permite una rápida diferenciación.
De las muchas variedades, los más grandes se conocen como escolopendras. La escolopendra más grande del mundo fue hallada en Colombia, con unos 24 centímetros de largo.
Una cualidad del ciempiés es su capacidad de regenerarse. Igual que ocurre con muchos insectos y algunos animales, en caso de perder un miembro del cuerpo, al cabo de un tiempo vuelve a nacer.
Alimentación y hábitat del ciempiés
El ciempiés se alimenta de los insectos que caza. Su gran flexibilidad, y sobre todo su poderoso veneno, lo vuelven prácticamente invencible en los turbios confines de la tierra y las ciudades. Desde lombrices a moluscos, pasando por los huevos de su propia cría, este feroz cazador no perdona nada.
El ciempiés es muy hábil escapando de sus propios depredadores. Ya sea paralizando al adversario con sus tóxicas agujas, o escabulléndose bajo la tierra, este insecto sale airoso de todas las contiendas.
En cuanto al hábitat, prefieren climas húmedos tropicales o semitropicales, aunque hay variedades distribuidas por todo el globo. Ya sea en bosques como en selvas, en sabanas o en montañas, es muy posible encontrar tarde o temprano un ejemplar.
Este curioso ser puede hallarse en los árboles, escondido en la corteza o entre las plantas. Dado que es un veloz caminante, se traslada con mucha velocidad buscando presas por los jardines. Es frecuente que en sus viajes exploratorios entre incluso en viviendas humanas.
El veneno del ciempiés
En los últimos años los científicos se propusieron investigar la composición del veneno del ciempiés. La potencia mortífera de su picadura se asemeja solamente a la de las más peliagudas arañas. Los estudios arrojaron como resultado un cóctel químico capaz de matar ratones.
El Scolopendra subspinipes mutilans, una variedad de ciempiés conocida como ‘cabeza roja’, fue uno de los más analizados. El biólogo Shilon Yang dio la noticia a la comunidad científica del hallazgo de una molécula mortal presente en el veneno del ciempiés.
¿Cómo actúa Spooky, la terrorífica toxina del ciempiés cabeza roja? El proceso se inicia bloqueando los iones de potasio mediante la membrana celular. Esto implica que todos los sistemas del cuerpo dejarán de funcionar, en tanto a que el potasio sirve para activar los músculos.
Si bien se han registrado pocas muertes por picadura de ciempiés, es cierto que las personas deben acudir de inmediato a urgencias en caso de picaduras.
¿Qué hacer ante la picadura de un ciempiés? Ir a un médico de emergencias es la mejor idea. En caso de que la picadura provenga de una especie muy venenosa, la herida puede provocar mucho dolor. Para un tratamiento analgésico se pueden aplicar fármacos que contrarresten el dolor. La medicación que contrarreste el bloqueo de potasio todavía no ha sido probada en humanos.