Conocer y respetar las diferencias entre animales salvajes y domésticos es fundamental para preservar las especies y no crear riesgos innecesarios.
Diferencias entre animales salvajes y domésticos: hábitos y biología
Es cierto que la belleza de algunos animales silvestres es tan impresionante que conquista nuestra atención. Pero hay que crear conciencia sobre las diferencias entre animales salvajes y domésticos.
Condenar un animal salvaje, de espíritu libre, a una vida de confinamiento en un hogar, es un acto de egoísmo. No es porque nos agrada seguir una moda o admirar sus bellezas exóticas que tenemos el derecho de aprisionarlos.
A continuación, te presentamos las 3 principales diferencias entre animales salvajes y domésticos para ayudarte a entender la necesidad de respetarlas.
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Capacidad de domesticación
La domesticación resulta de un proceso adaptativo muy largo y complejo. Y lo sufrieron algunas especies durante su desarrollo histórico.
No hay una concordancia sobre la explicación de por qué exactamente eso sucedió con algunos animales y con otros no. Lo que se acepta es que algunas especies demostraron naturalmente la predisposición de convivir con los humanos.
Encontramos en los perros el mejor ejemplo del fenómeno de domesticación. Se supone que todo empezó cuando el lobo más manso de la manada se acercó a un grupo de hombres buscando refugio y calor. El hombre utilizó la compañía para optimizar su estrategia de caza y la protección de su familia.
La transformación genética gradual del lobo en perro se sumó a factores externos y a cambios culturales. Y ello permitió el surgimiento de diferentes razas de canes.
El perro es un animal doméstico al igual que el gato. El propio lobo, de la misma forma que la mayoría de los animales salvajes, puede ser amansado, pero no domesticado. Y no se trata de darle educación, es una cuestión genética.
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Características de la infancia en la fase adulta
Quizá sea la más importante de las diferencias entre animales salvajes y domésticos. Significa que algunos animales pueden mantener características de su infancia durante toda su vida.
Eso explica por qué perros y gatos pueden controlar sus instintos y convivir como miembros de una familia. Los animales salvajes no poseen este trazo genético y desarrollarán sus instintos, aún en la crianza en cautiverio.
Por ello, criar un animal salvaje es tan peligroso para los humanos como para estas especies silvestres.
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Autonomía e independencia
Debemos quitar de nuestra cabeza que los animales salvajes necesitan de nosotros para protegerlos, mimarlos o cuidarlos. En realidad, ellos pueden llegar a ser más independientes que los seres humanos.
La libertad es una condición sine qua non para el desarrollo saludable de estos animales. Para desarrollarse correctamente, el animal salvaje necesita agudizar sus instintos y ejercer su autonomía. Humanizarlos es un riesgo innecesario para todas las especies.
El peligro de las modas
Las sociedades crean hábitos y tendencias diferentes durante su crecimiento. Algunos de estos son masivamente esparcidos por los medios de comunicación, dando origen a las modas.
La anorexia y la bulimia fueron trastornos que afectaron a la salud de mucha gente. Se debió a la exigencia de tener un cuerpo digno de modelos para encajar en la sociedad y disfrutar de los beneficios de la moda.
Infelizmente, los animales tampoco escaparon de la moda. Hay especies que se vuelven furor en determinada década. En parte, este fenómeno se explica por el cine y el comportamiento de los famosos.
Estas estrellas internacionales se vuelven iconos. Y muchas personas imitan sus hábitos buscando mejorar su calidad de vida o su autoestima.
Tenencia legal y responsable
Nunca está de más recordar que muchos animales no están permitidos como mascotas. En España, existe una detallada lista de especies exóticas consideradas ilegales.
También es necesario aclarar que la crianza en cautiverio de especies en riesgo de extinción es ilegal. El propietario puede sufrir serias sanciones económicas y penas legales.
El tráfico de animales silvestres es una triste realidad que aflige muchos países. Por ello, es fundamental asegurarse sobre el origen del animal y elegir conscientemente dónde adquirirlo. No se recomienda negociar con particulares o tiendas sin registro oficial reconocido por órgano competente.
El peligro de terminar financiando el mercado negro de compraventa de animales es muy alto.
Respetar las diferencias entre animales salvajes y domésticos es la mejor forma de conviviren en armonía con el medio ambiente.
Fuente de la imagen principal: yokopakumayoko