Con el paso de los años, las mascotas comienzan a manifestar cambios en su comportamiento y en su salud. La demencia senil en gatos aparece en animales mayores y reduce la comprensión del entorno. En este artículo te contaremos más sobre ella.
¿Qué es la demencia senil en gatos?
También llamado disfunción cognitiva felina, es un trastorno que afecta principalmente a gatos de más de 15 años de vida, aunque puede aparecer antes (alrededor de los 10 años del animal).
Su capacidad de comprensión y cognición –para aprender– se ve afectada debido a un deterioro en su cerebro. Ya que este trastorno perjudica la calidad de vida del animal, es importante aprender sobre él y qué hacer al respecto.
Algunos de los cambios que experimentará el gato están relacionados con su comportamiento. Es una falacia que la demencia senil en gatos los vuelve más agresivos o ariscos; está relacionada más que nada con sus capacidades mentales, con hacer cosas con más lentitud o no cumplir con ciertas ‘órdenes’ preestablecidas como hacer sus necesidades en el arenero.
Síntomas de demencia senil en gatos
Un gato adulto mayor no es igual a un cachorro, lo que está más que claro. Sin embargo, cuando un felino es anciano, modifica notablemente su conducta y hasta algunos aspectos de su personalidad. Algunos de los signos que alertan a los dueños de demencia senil en gatos son:
1. Confusión y desorientación
Este es el síntoma más habitual. Puede que el animal camine de forma extraña, que mueva la cabeza hacia los laterales, que se quede parado varios minutos en un sitio, que de vueltas alrededor de la casa buscando alguna cosa o que no encuentre su comedero o caja de arena sin que estos recipientes hayan sido movidos de lugar.
2. Cambios en su higiene personal
Uno de los signos de que un gato está sano es cuando se acicala continuamente y tiene aspecto limpio. Si algo no anda bien con el animal es probable que deje de limpiarse. Lo mismo sucede cuando nuestra mascota es anciana, debido a que directamente ‘se olvida’ de lavarse. Quizás lo notes más sucio y descuidado que de costumbre.
3. Comportamiento diferente
La demencia senil en gatos altera por completo sus hábitos e incluso su personalidad. Puede que reclame más atención que antes, que requiera mimos y caricias todo el tiempo o todo lo contrario: que se vuelva más arisco y agresivo.
También puede pasar muchas más horas durmiendo, sobre todo por la noche. Ten en cuenta que un gato anciano puede descansar entre 16 y 18 horas diarias, y perder interés por lo que le rodea, incluso comida o juguetes.
A su vez, la demencia senil hace que el felino maúlle de forma inesperada en las noches, como si estuviese en celo. En realidad, lo que busca es compañía y cariño. Quizás sufra mucho al quedarse solo y según lleguen sus dueños no se les ‘despegue’ de su lado.
Tratamientos y cuidados de la demencia senil en gatos
Como primera medida, debemos saber que el paso del tiempo afecta a todos los seres vivos de una u otra manera y que no existe una ‘cura’ para la demencia senil en gatos. Lo que sí podemos hacer es retrasar los síntomas o evitar que empeoren. Los veterinarios pueden indicar un tratamiento farmacológico que detenga el deterioro cognitivo, pero no se eliminará por completo.
Lo que sí está en nuestro alcance es cuidar a la mascota de la mejor manera posible en sus últimos años de vida, incluso más de lo que nos hemos preocupado y ocupado del animal hasta ahora. A continuación, algunas ideas que pueden servir:
- No mover las cosas de lugar (tanto sus objetos como los muebles)
- Ocuparse de la higiene (pasarle un paño humedecido para limpiar su pelaje)
- Jugar con él de forma tranquila y con mucha paciencia
- Colocar rampas para que pueda atravesar ciertos ambientes
- Ofrecerle comida acorde a su edad
Sobre todo, te recomendamos darle mucho amor y atención a tu mascota anciana. Recuerda que el cariño de sus dueños será lo que necesita para seguir adelante. No le dejes muchas horas solo y, si eso no es posible, al regresar a casa dedica un buen rato a demostrarle cuanto lo quieres.
Bibliografía
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Vite, C. H., & Head, E. (2014). Aging in the canine and feline brain. Veterinary Clinics of North America – Small Animal Practice. https://doi.org/10.1016/j.cvsm.2014.07.008