Aunque los requerimientos de un ave doméstica como puede ser el canario (Serinus canaria domestica) sean menores que los de un perro o un gato, esto no excusa para desatender sus necesidad básicas. Aunque muchos tutores no lo sepan, dejar volar a un pájaro fuera de su jaula es muy positivo.
Al igual que el resto de animales vertebrados, las aves domésticas requieren de actividad física, enriquecimiento ambiental y estimulación mental. A menos que el pájaro cuente con un enorme voladero con diversos juguetes y compañeros, la jaula no le otorga todas sus necesidades.
Por todas estas razones, dejar libre a estos pequeños seres emplumados un periodo fijo cada día es esencial para su bienestar e integridad. Además, con las medidas adecuadas, se trata de un proceso gratificante sin ningún riesgo.
La importancia del vuelo
Estamos acostumbrados a ver a canarios, agapornis, periquitos y otros pájaros domésticos saltando entre los barrotes de su jaula. Solo a las aves salvajes les atribuimos capacidades físicas, pero nada más lejos de la realidad.
Por ejemplo, ¿sabías que una paloma puede recorrer 650 kilómetros volando sin descanso? Vamos más allá, pues el jilguero (Carduelis carduelis), estrechamente relacionado con el canario, es un ave parcialmente migradora que se traslada de España hasta África sin problemas.
Por todas estas razones, es fácil reconocer que no es que las aves domésticas no necesiten volar, sino que nosotros (los humanos) nos hemos acostumbrado a percibir que no lo necesitan.
Esto no es ni mucho menos es una culpa directa a ningún tutor: en el aprendizaje está la clave del bienestar, y por ello, aquí te damos unos consejos para que tu pájaro pueda volar por casa y así disfrutes de su compañía de forma más sana y orgánica.
¿Cómo dejar volar a un pájaro por casa?
En primer lugar, es esencial conocer si el pájaro ha pasado por un proceso de wing clipping o corte de las plumas primarias, lo cual limita enormemente su capacidad de volar.
Aunque se trate de un procedimiento no doloroso, en muchos lugares se utiliza para evitar que el animal trate de alzar el vuelo y se golpee contra los barrotes de la jaula y otras superficies. Es una medida muy común que se aplica sobre todo a pájaros grandes, por ejemplo, los loros.
Desde luego, si el pájaro no quiere o no puede volar, obligarle nunca es una opción.
Una vez asegurada la integridad física del animal y su voluntad, es hora de tomar una serie de medidas antes de dejar que el ave se aventure fuera de su jaula. Te las comentamos a continuación:
- Cerrar ventanas y puertas. No dejar que, al menos al principio, el pájaro abandone una habitación concreta de la casa.
- Sacar de la habitación plantas que puedan ser potencialmente tóxicas si el pájaro las picotea.
- Echar las cortinas. Según fuentes científicas, los pájaros no perciben la presencia de cristal entre el exterior y el interior de la casa, por lo que es muy sencillo que terminen golpeándose contra los cristales de las ventanas.
- Quitar de la habitación cualquier envase con agua, pues si el pájaro decide bañarse en él, es posible que no pueda salir y se ahogue.
- Apagar cualquier tipo de ventilador o maquinaria con aspas presente en la habitación.
- No permitir que otras mascotas (especialmente gatos) entren en la habitación mientras el pájaro vuela.
Aunque pueda parecer una tarea compleja y tediosa, nada más lejos de la realidad. Una vez el pájaro se acostumbra a volar fuera de su jaula y la habitación se encuentra adecuada para ello, con abrir la puerta de su habitáculo y dejarle a su aire es más que suficiente.
Otras consideraciones
A pesar de los beneficios que reportan el vuelo libre al bienestar físico y emocional del ave, obligarla a salir de su jaula nunca es una opción. Algunos pájaros son mas tímidos, tienen miedo o simplemente no quieren salir. Es necesario entender la voluntad individual de la mascota.
Al igual que no se le puede obligar a salir, tampoco es conveniente agarrarlo para que vuelva a su jaula. Aunque sea un trabajo que requiere de paciencia, hay que dejar que sea el animal el que decida cuándo volver a su habitáculo.
Tratar de atrapar a un ave nerviosa que se está dando golpes contra las paredes no es agradable ni para el tutor ni para el animal, por ello, aunque tarde tiempo, dejar que el pájaro encuentre su camino de vuelta a la jaula es siempre la mejor opción.
Una bonita experiencia
Dejar volar a un pájaro fuera de la jaula es una experiencia muy positiva, no solo para el animal, sino también para el tutor. Esto permite que humano y pájaro interactúen en un ambiente más naturalizado y con menos constricciones fìsicas.
Además, el animal gastará energía tanto física como emocional y se cansará. Desde luego, dedicar una hora al día a que tu ave doméstica vuele libre es siempre una buena idea.
Bibliografía
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- How to Foster Healthy Living Outside of Bird Cages, birdcage.com. Recogido a 14 de septiembre en https://www.bird-cage.com/birds-spending-time-outside-the-bird-cage-art
- Como evitar las colisiones de aves contra las ventanas, seo.org. Recogido a 14 de septiembre en https://www.seo.org/wp-content/uploads/2012/04/Evitar_colisiones.pdf