¿Por qué debes dar hígado a tu perro?

Si tienes la costumbre de premiar con bocaditos de hígado a tu perro, este artículo es para ti. Todos los que amamos a un perro sabemos que el hígado es de sus cosas favoritas.

Hígado para tu perro

Por su valor nutritivo, darle hígado a tu perro es casi un hábito. Es un ingrediente común en las recetas caseras, especialmente para aumentar los niveles de vitamina A y el cobre.

¿Pero cuánto hígado es suficiente? ¿Es posible exagerar? En este artículo examinaremos las propiedades del hígado: qué nutrientes aporta a tu perro y por qué no aplica aquello de ‘de lo bueno… mucho’.

¿Qué ventajas tiene darle hígado a tu perro?

Primeramente, veamos por qué el hígado debería incluirse –si se tolera– en la dieta canina:

El hígado es una rica fuente de vitamina A

El hígado posee la cantidad más abundante de vitamina A en la naturaleza y en la forma más biodisponible para los carnívoros.

Su consumo aporta niveles óptimos de hierro

Sin hierro, muchos sistemas corporales simplemente no funcionan como deberían. Este mineral transporta oxígeno a través del torrente sanguíneo y también es esencial para la producción de energía. Adicionalmente, juega un papel clave en el crecimiento y desarrollo normales y en la síntesis de ciertas hormonas.

También participa en la regulación del sistema inmune y puede ayudar a matar virus, bacterias e infecciones parasitarias. Es necesario conocer que el hierro contenido en el hígado es el hierro hemo, que el cuerpo absorbe fácilmente. El hierro no hemo –proveniente de fuentes vegetales– no es tan fácil de absorber para el cuerpo.

Perro comiendo

El hígado es muy rico en cobre

El cobre puede ser bajo en las dietas caninas caseras, aunque el requerimiento de este metal pesado es pequeño. La ingesta ocasional de hígado es recomendada para obtener niveles apropiados de cobre.

Contiene todas las vitaminas del complejo B

El complejo de vitaminas B se compone de ocho vitaminas B: cada una de estas vitaminas esenciales contribuyen a la función corporal general. Las vitaminas B tienen un impacto directo en los niveles de energía, la función cerebral y metabolismo celular.

También participan en numerosos procesos que permiten la producción de glóbulos rojos, mantener el apetito y buena digestión, la producción de hormonas y colesterol, así como el mantenimiento de la salud cardiovascular y el tono muscular.

¿Cuáles son los problemas potenciales de excederte al darle hígado a tu perro?

Exceso de vitamina A

El consumo de esta vitamina en grandes cantidades puede conducir a la toxicidad de la vitamina A o hipervitaminosis A. La toxicidad podría generar problemas óseos, similares a la artritis. Nunca alimentes a tu perro con hígado si también está tomando suplementos de vitamina A.

Radiografía de los perros con artritis

La ingesta excesiva de cobre

La toxicidad del cobre puede causar problemas, como daño hepático o insuficiencia cardíaca y renal. Asegúrate de obtener suficiente cobre, pero no demasiado.

El hígado es muy rico en fósforo

El fósforo es parte integral de los huesos sanos. El fósforo trabaja con el calcio para ayudar a construir huesos. Ocasionalmente, cuando existe alguna condición de salud como la enfermedad renal, se puede acumular fósforo en el cuerpo.

Los síntomas de casos más graves de alto contenido de fósforo pueden incluir estreñimiento severo, náuseas, vómitos y diarrea. Así, el exceso puede formar depósitos peligrosos de complejos de calcio y fósforo en su corazón, vasos sanguíneos, ojos y pulmones.

Cuando le das hígado a tu perro, le estás ofreciendo un alto contenido de purinas

Las purinas son sustancias que el cuerpo convierte en ácido úrico. Si existe una condición renal que impida la expulsión del ácido úrico a través de los riñones, puede acumularse en el torrente sanguíneo y depositarse como cristales en forma de aguja en las articulaciones.

Estos cristales son la causa de la inflamación severa y el dolor intenso asociado al ácido úrico. Este tema es particularmente importante en perros propensos a hacer cálculos de ácido úrico, especialmente común en la raza dálmata y bulldog inglés.

En resumen, en pequeñas cantidades, darle hígado a tu perro es ventajoso. Sin embargo, si su consumo de hígado es demasiado alto, puede causar problemas.

Bibliografía

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