El equidna (Tachyglossus aculeatus) es sin duda un animal único. Perteneciente a la familia de los taquigósidos, son los únicos animales que pertenecen al suborden Tachyglossa.
Estos curiosos animales deben su nombre a Equidna, una ninfa que en la mitología griega era considerada la madre de muchos monstruos legendarios. Pero, ¿por qué son tan únicos estos animales?
Características del equidna
El cuerpo del equidna es compacto y redondeado, y miden entre 30 y 50 centímetros; llegan a pesar hasta siete kilogramos. Su pelaje es denso, y poseen unas afiladas y largas púas de queratina que actúan como el mecanismo de defensa contra sus depredadores.
El equidna posee una trompa alargada. Esta trompa, a su vez, resguarda una larga y pegajosa lengua de 20 centímetros que usa para alimentarse de insectos y lombrices, básicamente. Al carecer de dientes, se vale de unas espinas en el cielo de la boca para masticar la comida.
Son animales considerados como grandes excavadores, y se valen de sus poderosas uñas tanto en manos como en pies. El equidna aprovecha su segundo dedo de las extremidades posteriores, más largo que los demás, para rascarse y limpiarse.
Reproducción y lactancia
La reproducción del equidna da como resultado la puesta de un solo huevo. El período de incubación dura 10 días y tiene lugar en el marsupio, una bolsa de piel parecida a la de los canguros. Las crías permanecerán allí durante 45 días aproximadamente.
La lactancia de los pequeños equidna es también única, ya que la madre secreta leche a través de sus poros para alimentar a la cría, al carecer de pezones. Cuando la cría empieza a desarrollar sus espinas, la madre cava una madriguera a modo de refugio para su cría. Pasados unos siete meses, está lista para sobrevivir en solitario.
Se trata de animales longevos, y se han registrado casos de ejemplares que han llegado a vivir más de 50 años.
Hábitat del equidna
Este curioso animal vive en zonas de Nueva Zelanda, Tasmania, Australia y Nueva Guinea. Son animales muy difíciles de ver, y tienen hábitos nocturnos.
A pesar de lo que se cree, los equidna no entran en hibernación, pero sí en sueño profundo cuando la temperatura supera los 25 grados. Sin duda, es uno de los animales más curiosos y extraordinarios que habitan en nuestro planeta.
Bibliografía
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- Nicol, S. C., Andersen, N. A., Morrow, G. E., & Harris, R. L. (2018). Spurs, sexual dimorphism and reproductive maturity in Tasmanian echidnas (Tachyglossus aculeatus setosus). Australian Mammalogy.
- Morrow, G. E., Jones, S. M., & Nicol, S. C. (2016). Interaction of hibernation and male reproductive function in wild Tasmanian echidnas Tachyglossus aculeatus setosus. Journal of Mammalogy, 97(3), 852-860.