Acostumbrados a verlos siempre encerrados en una piscina, es fácil pensar en varias curiosidades sobre los leones marinos, ya que son unos de los animales estrella de los zoológicos. La realidad es que, en cautividad, estos seres vivos no despliegan su verdadera naturaleza.
Los afortunados que han podido estudiarlos en libertad han relatado multitud de peculiaridades sobre ellos. Si quieres conocer datos verdaderamente sorprendentes sobre los leones marinos, continúa leyendo.
Biología del león marino
El león marino es un mamífero acuático de la familia de los pinnípedos, de los que existen 7 especies distintas, distribuidas por los océanos de casi todo el mundo, tanto en aguas frías como tropicales. Actualmente, estos animales se encuentran en peligro de extinción.
Su esperanza de vida suele oscilar entre los 18 y los 35 años en ambientes en cautiverio, como zoológicos o reservas naturales. Por otro lado, en libertad no suelen pasar de los 25 años, aproximadamente. Sea como fuere, se los considera bastante longevos.
Son animales omnívoros, pero su dieta es principalmente piscívora: se alimentan de peces, cefalópodos y moluscos. Su cuerpo está adaptado precisamente para la pesca.
Estos mamíferos presentan un grueso pelaje para resistir el frío, fuertes aletas, gran optimización del gasto de oxígeno para aguantar largos periodos bajo el agua —pueden llegar a los 40 minutos— y una inteligencia reseñable para desarrollar técnicas de pesca eficientes.
Es común que se confundan a los leones marinos con las focas, pero entre los 2 grupos existen diferencias fundamentales. Entre ellas, se pueden citar las siguientes:
- Los leones marinos tienen pabellones auditivos: en algún punto de la evolución, las focas los perdieron para resistir mejor la presión del agua, ya que nadan a profundidades mayores que los leones marinos.
- Su cadera está articulada y sus aletas pectorales son muy fuertes, lo que les permite apoyarse sobre las caudales e incorporarse. Las focas tienen la cadera fusionada con la columna vertebral.
- Las focas tienen las aletas caudales orientadas hacia atrás y los leones marinos hacia los lados del cuerpo, otra de las razones de que estos sean más hábiles en tierra que las primeras.
7 curiosidades sobre los leones marinos
Después de esta breve pincelada sobre su biología, aquí tienes las curiosidades sobre los leones marinos más sorprendentes. Seguro que te van a sorprender.
1. Ven mejor debajo del agua que fuera de ella
Aunque los leones marinos son relativamente ágiles fuera del agua, todo su cuerpo está adaptado para el buceo. Al fin y al cabo, es bajo el agua donde encuentran su comida. Su vista también está adaptada para la supervivencia en el ambiente acuático.
Pueden ver en las condiciones de poca iluminación que se crean al sumergirse y, además, sus ojos están preparados para percibir la luz que se refracta al entrar al agua. Sin embargo, fuera del ella su vista se limita a la percepción de siluetas y colores.
2. Pueden dormir bajo el agua
Ya has leído que estos mamíferos pueden pasar hasta 40 minutos sin respirar. Eso les permite dormir bajo el agua, o al menos, echarse una siesta. Puesto que sus depredadores —la orca y el tiburón blanco— vienen principalmente del mar, es raro que sus siestas bajo el agua sean muy largas.
3. Leche sin lactosa
En realidad, este título es inexacto. Su leche sí contiene lactosa, pero esta solo supone el 0,6 % de su composición: prácticamente como si no estuviera.
La leche que maman los cachorros es rica en grasas y proteínas para asegurar su crecimiento, ya que necesitan ser independientes lo antes posible y desarrollar la capa de grasa subcutánea que los protege del frío bajo el agua.
4. El porqué de su nombre
Podrías pensar que es por la melena que tienen los machos para protegerse de las agresiones, al igual que los felinos, y estarías parcialmente en lo cierto. En realidad, la razón que más peso tiene son los estruendosos rugidos que emiten los machos para marcar territorio, sobre todo en la época de apareamiento.
5. Los leones marinos no beben
Parece lógico que, viviendo rodeado de agua toda su vida, el león marino tuviera la sed solucionada automáticamente, ¿no? Nada más lejos de la realidad, pues resulta que los leones marinos no beben agua, sino que la extraen en su totalidad de las presas que cazan.
Otros animales semiacuáticos —como el pingüino— tienen mecanismos para separar la sal del agua, pero no es el caso de estos mamíferos.
6. Nacen sin dientes
Los leones marinos nacen sin dentadura por una razón muy curiosa: pierden los dientes de leche antes de nacer. De esta forma, la primera dentadura posnatal que desarrollan es la de adulto, que es la que necesitan para desgarrar las presas de las que se alimentan.
Además, con el tiempo, sus dientes se vuelven negros, coloración que obtienen de las bacterias que viven de forma simbiótica en sus bocas. Estas bacterias se alimentan de los residuos de los alimentos que consumen, con lo que protegen el esmalte dental.
Si alguna vez ves un león marino con los dientes negros, no temas: sus dientes están sanos aunque no lo parezca a simple vista.
Apuntes finales de las curiosidades sobre los leones marinos
Como ves, estos animales están llenos de sorpresas. Desde los dientes negros hasta la anatomía de sus ojos, todas estas características hacen que los leones marinos sean una maravilla de la naturaleza. Como siempre, lo importante es que el sobrecogimiento sea la puerta a actuar para que su planeta —y el nuestro— sea un poquito mejor.
Bibliografía
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