10 curiosidades de los caracoles que te sorprenderán

Los caracoles son seres lentos, reservados y muy tranquilos. Más allá de esto, guardan cientos de características que merecen ser conocidas.
10 curiosidades de los caracoles que te sorprenderán

Escrito por Samuel Sanchez

Última actualización: 18 octubre, 2022

Las curiosidades de los caracoles son múltiples y van más allá de su concha protectora. Estos gasterópodos destacan por su capacidad para resistir condiciones climáticas adversas, por tener un mecanismo reproductor muy maleable, por su aptitud para la colonización de nuevos ambientes y por una diversidad morfológica bastante grande. ¿Quieres conocer más sobre ellos?

Como verás en líneas venideras, el término “caracol” va mucho más allá de un animal viscoso con una concha marrón rumiando los vegetales de un cultivo. Si quieres saber más sobre estos moluscos terrestres y acuáticos, sigue leyendo.

1. La diversidad de caracoles es fascinante

Seguramente, al aplicar el término “caracol” pienses en Helix aspersa, el gasterópodo típico de los jardines con un cuerpo verdoso y una concha endurecida de tintes marrones. Aunque esta sea la especie abanderada en este grupo, es necesario tener en cuenta que existen unas 43 000 especies de caracoles repartidas por todo el mundo.

Estos invertebrados son moluscos gasterópodos, lo cual quiere decir que son parientes de calamares, mejillones, ostras y otros animales con concha (ya sea interna o externa). Dentro del orden Gastropoda también podemos localizar a las babosas de tierra y los nudibranquios, que junto a los caracoles suman hasta 80 000 especies estimadas en la Tierra.

2. Curiosidades de los caracoles: un plano corporal común

Por definición, todos los caracoles tienen concha, sean terrestres, de agua dulce o marinos. Por ello, su cuerpo se puede dividir fácilmente en las siguientes partes: cabeza (con ojos, tentáculos y boca), borde del manto (la parte dorsal de la pared del cuerpo que cubre la masa visceral), concha y pie, que es la superficie en contacto con el suelo.

De todas formas, la diversidad en este grupo se puede distinguir con base en un sencillo parámetro: la presencia o ausencia de pulmones. Los caracoles que viven en tierra y respiran por la acción pulmonar pertenecen al grupo Pulmonata. Por otro lado, los ejemplares acuáticos (que utilizan las branquias) forman una familia bastante más heterogénea.

Uno de los tipos de caracoles.

3. Una diversidad de hábitats muy amplia

Otra de las curiosidades de los caracoles es que tienen una distribución global, desde las zonas cercanas al Ártico y el Antártico hasta los trópicos. Se han adaptado a casi toda condición fisiológica que permita la vida, por lo cual no existe ecosistema con seres vivos que no cuente con al menos un gasterópodo entre sus filas.

Los caracoles terrestres se pueden encontrar desde el jardín de un patio Europeo hasta el desierto más inhóspito.

4. Diferentes adaptaciones para medios variables

Como hemos dicho en líneas previas, los caracoles habitan 3 ecosistemas radicalmente diferentes: tierra, agua dulce y mar. Veamos algunas de las distinciones entre cada uno de sus grupos:

  • Caracoles terrestres: curiosamente, los ancestros de todos los gasterópodos son marinos, así que estos colonizadores se consideran divergentes de sus parientes acuáticos. Respiran mediante pulmones y poseen un pie férreo que secreta mucho moco, con el fin de poder moverse en los suelos secos de los diferentes ambientes terrestres.
  • Caracoles de agua dulce: aunque la gran mayoría de caracoles de agua dulce tengan concha, existen ciertas excepciones. En este grupo se registran unas 4000 especies y se han adaptado a una gran cantidad de hábitats, desde fuentes de agua efímeras a los lagos y ríos más grandes del mundo. Algunos respiran con pulmones, mientras que otros tienen branquias.
  • Caracoles marinos: este grupo de gasterópodos del mar suele portar las conchas más bellas, endurecidas e intrincadas de todos los caracoles. Como podrás imaginar, la inmensa mayoría de sus representantes respiran con branquias.

5. Curiosidades de los caracoles: una dieta variada

La mayoría de los caracoles portan una estructura especial para la alimentación, denominada rádulaSe trata de una especie de lengua recubierta por una gran cantidad de dientes microscópicos quitinosos, que le permiten a estos invertebrados roer la verdura de la que se alimentan. La boca está situada en la parte ventral del segmento cefálico del animal y alberga al saco radular.

Aunque la quitina sea el material más común de la rádula, es común la mineralización con carbonato de calcio, magnetita y fosfato férrico hidroso

6. Los caracoles se mueven de formas muy extrañas

Como hemos dicho, los caracoles terrestres y los de agua dulce destacan por tener una estructura muscular que les permite la locomoción, denominada “pie”. Este contiene una gran cantidad de glándulas productoras de moco, que posibilitan el arrastrado del cuerpo del animal sobre medios sólidos, como roca, arena y hierba.

Cuando están descansando, los caracoles producen suficiente moco como para generar una barrera en la entrada de su concha. Esta se convierte en una membrana sólida, cuya finalidad es que el animal no se deseque debido a la baja humedad ambiental o a las altas temperaturas. Si esta conducta se prolonga en el tiempo, recibe el nombre de estivación.

Algunos caracoles pueden permanecer en estivación por periodos de hasta 3 años.

7. ¿Existen caracoles carnívoros?

La mayoría de caracoles terrestres son herbívoros o descomponedores, pero existen algunos representantes que se saltan esta regla. Por ejemplo, los ejemplares del género Powelliphanta destacan por su capacidad depredadora. Se mueven muy lentamente, y por ello, solo pueden depredar sobre especies de babosas y gusanos terrestres con capacidades locomotoras similares.

Curiosamente, estos caracoles utilizan su rádula para despiezar a la presa e ir ingiriendo segmentos, que van directamente al esófago. Este grupo de moluscos gasterópodos está en serio peligro de extinción, sobre todo por el aumento de depredadores no nativos en el hábitat en el que son endémicos (Nueva Zelanda).

Estos caracoles carnívoros viven hasta 20 años y no alcanzan la madurez sexual hasta los 5 o 6 años de vida.

8. ¡Existen caracoles gigantes!

Una de las curiosidades de los caracoles es que no todos ellos son pequeños, pues existen especies que alcanzan más de 21 centímetros de longitud con la concha y unos 13 centímetros de diámetro corporal, como Achatina marginata. Este y otros representantes del género Achatina son conocidos como “caracoles gigantes”, endémicos de África.

Los caracoles gigantes son herbívoros, y aunque parezca un alivio saber que no van a intentar atacarnos, generan muchos perjuicios. Debido a su capacidad para consumir vegetales de forma inexorable y su potencial reproductivo, se consideran plagas en varias regiones templadas del mundo.

9. Curiosidades de los caracoles: una reproducción polifacética

La mayoría de especies de caracoles terrestres son hermafroditas, lo cual significa que presentan aparatos reproductores tanto masculinos como femeninos. A pesar de su determinación sexual generalista, estos gasterópodos dedican un tiempo considerable al cortejo de su pareja (entre 2 y 12 horas). Algunas especies poseen en su cuerpo dardos del amor, que lanzan a sus parejas para atraerlas.

Los dardos del amor son estructuras calcáreas o quitinosas que se usan durante el cortejo. Algunos biólogos han relacionado su existencia con el concepto de Cupido y sus flechas del amor. 

Una pareja de caracoles reproductores.

10. Una relación especial con el ser humano

Para terminar con las curiosidades de los caracoles, es necesario reseñar su papel en la cultura y sociedad humanas. Muchos de ellos son vistos como pestes de cultivos y molestias que se deben erradicar, pero nada más lejos de la realidad. Además de ser seres vivos que merecen respeto, realizan labores ecosistémicas vitales para los ambientes.

Estos animales son alimento de diversas especies de aves y mamíferos, pero más allá de eso, hasta el ser humano se ha aventurado a integrarlos en su cocina moderna y en ungüentos para la piel. La existencia de las granjas de caracoles demuestra que, por desagradable que pueda parecer un invertebrado a la vista, siempre tendrá un uso ecosistémico y económico a partes iguales.


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  • NEWELL, R. (1962, January). Behavioural aspects of the ecology of Peringia (= Hydrobia) ulvae (Pennant)(Gasteropoda, Prosobranchia). In Proceedings of the Zoological Society of London (Vol. 138, No. 1, pp. 49-75). Oxford, UK: Blackwell Publishing Ltd.
  • Selander, R. K., & Hudson, R. O. (1976). Animal population structure under close inbreeding: the land snail Rumina in southern France. The American Naturalist, 110(974), 695-718.

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