9 curiosidades de las salamandras

A pesar de ser uno de los seres vivos más curiosos que existen en el planeta, varias salamandras se encuentran en peligro de extinción debido a la contaminación y a la modificación de su hábitat.

Una salamandra tigre en el agua.

Las salamandras son un tipo particular de anfibios que se parecen mucho a los lagartos, pero con la característica piel húmeda que distingue a estos animales. Gran parte de estos organismos son nocturnos y habitan lugares con buena disponibilidad de agua. Además de tener una peculiar apariencia, varias salamandras resguardan secretos y curiosidades bastante interesantes.

De manera formal, el término “salamandra” sirve para identificar a los integrantes del orden Caudata. Este grupo taxonómico es pariente cercano de los Anuros, el cual abarca a los sapos y a las ranas. Sigue leyendo este espacio y descubre algunas curiosidades interesantes de las salamandras.

Datos curiosos de las salamandras

Se conocen más de 660 especies diferentes de salamandras, cada una con características distintivas y únicas. A pesar de que algunas parecen sencillas y poco vistosas, todas ellas resguardan secretos poco conocidos por las personas. Conoce algunas de sus curiosidades a continuación.

1. Tienen diferentes formas de respirar

Por lo común, el grupo de los anfibios se caracteriza por poseer branquias en sus primeros estados de vida y pulmones en su etapa adulta. No obstante, las salamandras rompen con esta regla, pues algunas especies retienen las branquias y no desarrollan pulmones. Gracias a esto pueden tener al menos tres opciones de respiración: respirar por branquias, respirar por pulmones o respirar por la piel.

(Reptil) Salamandra acuática: características

2. Las primeras salamandras vivieron junto a los primeros dinosaurios

El grupo de las salamandras es uno de los más antiguos que existen. De hecho, la especie Triassurus sixtelae es el miembro más viejo que se conoce. Este organismo extinto vivió durante el Triásico superior, de manera que fue contemporáneo de los primeros dinosaurios que habitaron el planeta.

3. Algunas especies son jóvenes para siempre

Dentro de las salamandras, existen algunas especies capaces de mantener sus características juveniles incluso después de haber alcanzado la edad adulta. A este fenómeno se le denomina neotenia y es poco frecuente en la naturaleza. Entre los ejemplares que presentan esta capacidad se encuentran el famoso ajolote y la salamandra tigre.

La neotenia es un fenómeno biológico en el que los anfibios mantienen su forma de renacuajo con aletas y branquias. A pesar de su apariencia, los ejemplares son capaces de reproducirse. Sin embargo, no son capaces de sobrevivir en medio terrestre y se vuelven aún más dependientes de los cuerpos de agua.

4. No siempre son tan pequeñas

La mayoría de las especies de salamandras guardan un gran parecido con las lagartijas, por lo que no suelen superar los 30 centímetros de longitud. No obstante, ciertas especies como la salamandra gigante de China son capaces de sobrepasar los 1.5 metros con facilidad. Eso sí, son poco habituales en la naturaleza y la mayoría se encuentra amenazada por la contaminación de su hábitat.

El anfibio más grande del mundo.

5. La mayoría de las salamandras se fecundan de manera interna

Las ranas y los sapos presentan una fecundación externa, para lo cual liberan sus gametos (esperma y óvulo) al medio para fecundarse. A pesar de ser tan cercanos, las salamandras no mantienen este rasgo, sino que alrededor del 90 % de las especies exhiben una fecundación interna. Para ello, los machos depositan bolsas de esperma en el suelo que luego serán tomadas por las hembras para fecundarse.

6. Las hembras pueden retener el esperma durante un año

Una vez que las hembras han tomado las bolsas de esperma de los machos, estas son capaces de retenerlos dentro de su cuerpo hasta por un año y medio. Gracias a esto, pueden usar el mismo esperma para producir una segunda camada sin tener que aparearse. Sin embargo, la mayoría de ellas se aparea en múltiples ocasiones con diversas parejas.

7. Algunas especies resisten la congelación

Una de las curiosidades poco conocidas de las salamandras es su gran resistencia al frío. De hecho, algunas especies entran en un estado de latencia similar a la hibernación que les permite sobrevivir la temporada helada. Mientras que otros ejemplares han desarrollado mecanismos complejos anticongelantes para sobrevivir en temperaturas de hasta -55 grados Celsius.

La salamandra siberiana (Salamandrella keyserlingii) es el mejor ejemplo de estos organismos, ya que es capaz de resistir el frío de Siberia e incluso soporta ser congelada por un tiempo. Esto es posible porque genera un tipo de “anticongelante” que protege sus órganos internos. De esta manera, aunque su cuerpo se congele, se mantiene vivo durante un largo periodo.

8. Son capaces de regenerar extremidades e incluso órganos

Otra de las capacidades asombrosas de las que gozan las salamandras es su increíble habilidad de regeneración. Gracias a esta, son capaces de recuperar extremidades completas o incluso reparar daños en diferentes partes de sus órganos. Eso sí, el alcance de esta habilidad depende de la especie, de su edad y de las condiciones de su ambiente.

9. No poseen cuerdas vocales

Las salamandras no poseen cuerdas vocales y son incapaces de producir vocalizaciones. A pesar de ello, algunas especies emiten un ruido particular similar al de un chasquido o un beso, el cual es producto del movimiento o succión de su mandíbula. Al igual que otras vocalizaciones en el reino animal, este sonido suele tener el objetivo de advertir a sus competidores o amenazarlos.

Como te puedes dar cuenta, las salamandras son un grupo bastante especial y peculiar que resguarda varias curiosidades. Además, son esenciales para el ambiente natural, pues su presencia sirve como indicador de la estabilidad ecológica. Sin embargo, aún existen muchas incógnitas con respecto a su biología y sus capacidades innatas. Esto significa que, en el futuro, podrían llegar a ser más especiales de lo que son ahora.

Bibliografía

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