Cuatro causas de derrame abdominal en animales de compañía

La presencia de líquido en las cavidades corporales suele ser indicativo de que algo no va bien. Aquí te mostramos algunas de las causas más frecuentes de derrame abdominal en animales de compañía.
Cuatro causas de derrame abdominal en animales de compañía
Érica Terrón González

Escrito y verificado por la veterinaria Érica Terrón González.

Última actualización: 12 diciembre, 2022

La cavidad abdominal está situada inmediatamente debajo del tórax, tras el diafragma, llegando hasta la pelvis. Contiene la mayor parte de las vísceras que intervienen en la digestión, además del aparato urinario y reproductor. En un individuo sano no debe haber líquido en esta cavidad. Sin embargo, existen numerosas causas para un derrame abdominal en animales.

Esta acumulación de líquido se denomina, de forma inespecífica, ascitis. No es detectable a simple vista hasta que la cantidad es tal que el abdomen se hincha. El líquido presionará las vísceras y vasos abdominales, pero también la cavidad torácica. Por eso, es un problema grave y debe ser correctamente diagnosticado para ponerle remedio.

Causas de derrame abdominal en animales de compañía

A continuación, hablaremos de las cuatro causas más frecuentes de derrame abdominal en la clínica de pequeños animales.

Hemoabdomen

Como su propio nombre indica, este término significa «sangre libre en el abdomen». Sus causas son múltiples y el sangrado puede provenir de diferentes órganos, siendo los más frecuentes el hígado y el bazo. Normalmente derivan de:

  • Un traumatismo.
  • La ruptura de una neoplasia intraabdominal (en los perros son bastante habituales los hemangiosarcomas en el bazo).
  • Una coagulopatía. Estas patologías son, desgraciadamente, bastante típicas al ser provocadas por el consumo de raticidas.
  • Una enfermedad hepática.

El hemoabdomen es una de las urgencias más importantes en mascotas y necesitan de tratamiento veterinario inmediato.

Un perro está mostrando su abdomen.

Peritonitis

La peritonitis, por definición, es la inflamación de la membrana serosa que envuelve el abdomen. Puede ser séptica (es decir, con presencia de bacterias) o no. En caso de tratarse de una peritonitis séptica, el líquido abdominal suele contener neutrófilos degenerados.

La causa más común de la peritonitis séptica es la ruptura o perforación del tracto gastrointestinal. Esto provoca que las bacterias intestinales pasen a estar libres en el abdomen, generando una infección grave.

La peritonitis no séptica puede ser causada por procesos inflamatorios de las vísceras, como por ejemplo la pancreatitis o la hepatitis. En el gato, la peritonitis infecciosa felina (PIF) debe considerarse siempre como una posible causa de exudación no séptica.

Un caso particular: la peritonitis biliar

Esta clase de peritonitis se produce cuando se rompe la vesícula biliar y su contenido se libera en la cavidad abdominal. La causa de la ruptura puede ser un traumatismo, una neoplasia, cálculos biliares, etc. Generalmente, la peritonitis biliar es aséptica. Sin embargo, la bilis puede contener bacterias si procede de una vesícula infectada. Esto supondrá que el exudado sea séptico y el pronóstico sea más reservado.

Uroabdomen o uroperitoneo

El uroabdomen es el resultado de una ruptura en el tracto urinario, siendo lo más habitual una ruptura de la vejiga. Como consecuencia de esto, la orina se acumulará en la cavidad abdominal y provocará un peritonitis por irritación química. Es una de las causas más frecuentes del derrame abdominal en pacientes politraumatizados.

En gatos, por ejemplo, el uroabdomen es típico tras una caída desde una altura considerable.

Ascitis quilosa, otra forma de derrame abdominal en animales

Se debe a la acumulación de «quilo» en el abdomen debido a la ruptura u obstrucción de los conductos linfáticos abdominales. A diferencia de lo que sucede en medicina humana, esta patología se observa muy raramente en gatos y perros.

El quilo es un fluido formado por bilis, jugo pancreático y lípidos que se produce en el intestino durante la digestión de alimentos grasos. Es captado por los vasos linfáticos y, si estos se rompen, es cuando se produce la ascitis.

En gatos se han descrito casos en individuos de edad avanzada, con una media de 11 años. Suele deberse a una neoplasia intraabdominal.

¿Todas las causas de derrame abdominal en animales tienen su origen en las vísceras digestivas o urinarias?

La respuesta es que no. De hecho, uno de los orígenes más habituales de derrame en cavidades ,ya sea tórax o abdomen, es el sistema circulatorio. Por ejemplo, una insuficiencia cardíaca del lado derecho supone que la sangre se acumule en las venas. Esto suele provocar hinchazón en las extremidades y el abdomen. Es decir, se produce ascitis.

Otros ejemplos podrían ser las trombosis, la hipertensión del sistema venoso portal y la hipoproteinemia.

Derrame abdominal en animales.

Por lo tanto, podemos observar como un problema que parecía solo de causa digestiva o urinaria, no siempre lo es. De ahí que sea tan importante realizar un buen diagnóstico y conocer bien el origen del derrame. Así se podrá proceder a tratarlo como corresponde.


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