El comportamiento de los pandas rojos

El panda rojo es un hábil trepador de los árboles de las montañas asiáticas. Presenta un aspecto parecido a un mapache.
El comportamiento de los pandas rojos
Silvia Conde

Escrito y verificado por la bióloga Silvia Conde.

Última actualización: 28 agosto, 2020

Aunque reciba este apodo, el panda rojo tiene poco que ver con el gigante blanco y negro con el que comparte nombre y hábitat. Los pandas rojos son más parecidos a los mustélidos que a la familia de los osos.

Su taxonomía siempre ha supuesto un quebradero de cabeza para los científicos, ya que se le había clasificado dentro de las familias de los prociónidos y de los úrsidos. Actualmente pertenecen a una familia propia, los ailúridos. Si quieres saber más sobre este mamífero, continúa leyendo.

¿Oso o mapache?

El panda rojo habita en los bosques de bambú de gran altitud de las montañas de Nepal, el norte de Birmania (entre 2 200 y 4 800 metros de altitud) y en las regiones centrales de China.

Este animal tiene aproximadamente el tamaño de un gato doméstico sin contar con la cola, que añade casi 50 centímetros de largo a su cuerpo.

Su pelaje es marrón rojizo y en el rostro tienen manchas blancas que, como su cola anillada, también nos recuerdan a los mapaches. Gracias a las marcas faciales se pueden hacer distinciones entre individuos.

Sus garras son retráctiles y cuentan con un falso pulgar como los osos pandas. Esto no es un sexto dedo real, sino una extensión de los huesos de su muñeca que les permite agarrarse a los árboles con mayor facilidad.

Un panda rojo sobre un árbol.

El hogar en los árboles

Estos animales pasan la mayor parte del tiempo en los árboles, incluso duermen en ellos, enrollados con la cola cubriéndoles la cabeza o con las patas estiradas, una postura muy característica en la que se les ha fotografiado muchas veces. Pueden pasar la mayor parte del día durmiendo, hasta 15 horas.

Son unos excelentes trepadores, muy ágiles cuando permanecen en los árboles.

Suelen mostrarse más activos por la noche y al amanecer, cuando salen a buscar alimento. El panda rojo es omnívoro, pues se alimenta de bambú, frutas, bellotas, raíces, huevos, insectos y otros pequeños animales como lagartijas, polluelos o roedores.

El comportamiento de los pandas rojos

Los pandas rojos delimitan su paso por el marcaje mediante las secreciones de sus glándulas anales y también se comunican mediante vocalizaciones estridentes.

Son animales solitarios y solo se pueden ver juntos en la época de apareamiento en invierno, pues las crías nacen entre primavera y verano, normalmente entre una y cuatro por camada.

Las hembras construyen sus nidos en los troncos huecos o las grietas en las rocas, donde permanecen refugiadas con la prole hasta los 90 días aproximadamente tras el parto. Las crías se quedan a cargo de su madre hasta los seis meses de edad, pues los machos no colaboran en su cuidado.

La esperanza de vida de este mamífero se sitúa entre los 8 y 10 años pero en cautividad llega a alcanzar los 15. Muchos zoológicos de todo el mundo colaboran en un plan global de reproducción en cautividad e intercambio de ejemplares para aumentar la diversidad genética de esta especie.

Uno de los mayores problemas de la cría en cautividad del panda rojo es la gran mortalidad infantil, por lo que la crianza artificial de los animales rechazados por los progenitores es una parte importante del programa, así como el estudio de las causas de la alta mortalidad.

Las enfermedades más comunes que se han encontrado en los ejemplares del programa de cautividad son moquillo, parvovirosis, rabia, toxoplasmosis y leptospirosis.

Estado de conservación de los pandas rojos

El panda rojo es una especie amenazada, considerada en peligro de extinción por el reducido número de ejemplares libres. La tendencia actual de sus poblaciones es decreciente, debido principalmente a la destrucción de su hábitat por la agricultura, la deforestación y la caza furtiva a la que se ven sometidos.

Además, las poblaciones libres son tan reducidas que la endogamia es un factor presente en la especie y esto supone otro gran problema en su conservación.

Pandas rojos.

Como hemos podido ver, el panda rojo es un simpático mamífero con un aspecto adorable que no dejará a nadie indiferente. Independientemente de su aspecto y características, todo animal merece esfuerzos de conservación. La investigación y la cría en cautividad son esenciales para salvar a especies como esta.


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  • National Geographic. Panda rojo.
  • Roberts, Miles S. and Gittleman, J. L. 1984. "Ailurus fulgens." Mammalian Species. No. 222:1–8.
  • Panda Rojo (Ailurus fulgens fulgens) en el zoo - aquarium de Madrid: Descripción de un caso de parvovirosis, RCCV Vol. 1 (2). 2007.

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