Comportamiento del oso hormiguero espinoso

Esta especie conforma su estilo de vida a baja velocidad y se estima que puede vivir alrededor de 50 años o más
Comportamiento del oso hormiguero espinoso

Escrito por Equipo Editorial

Última actualización: 18 febrero, 2019

El oso hormiguero espinoso, también conocido como equidna, conforma cinco de las seis especies de mamíferos monotremas. Estos son mamíferos primitivos que ponen huevos como los reptiles, pero tienen pelo y amamantan a sus crías.

Esta especie de oso hormiguero espinoso se puede encontrar en Australia, Nueva Guinea y Tasmania. La sexta especie monotrema es el ornitorrinco, que no se parece a los equidna, salvo en la particularidad de poner huevos.

Características del oso hormiguero espinoso

Los monotremas como el equidna ponen huevos y tienen una estructura ósea interna para las extremidades que emergen de los lados de su cuerpo. En este sentido, se asemejan bastante a los reptiles, así como a las aves.

Tienen una única cámara, conocida como cloaca, en la que vacían el intestino, la vejiga y los órganos reproductivos. Asimismo, los monotremas tienen pelo, producen leche y son de sangre caliente. Su capacidad para mantener su temperatura corporal constante no siempre es muy exitosa. Por esto, suelen hibernar largas temporadas durante el invierno.

Un pequeño órgano ubicado en las patas traseras del macho le dio al oso hormiguero espinoso su nombre de equidna, que significa sumador. Esto se debe a que está ‘conectado’ a una glándula venenosa.  Sin embargo, el fluido que allí emana no es realmente muy venenoso.

Tachyglossus aculeatus

Es poco probable que el equidna utilice ese veneno como arma. Por lo general, estos animales intentarán escapar cavando un hoyo cuando están en peligro. Tienen unas poderosas garras que les permiten cavar y hacer ‘volar’ la tierra hacia un lado para ocultarse rápidamente.

Morfología del equidna

El oso hormiguero espinoso se parece mucho al puercoespín y, a menudo, se confunde con este animal. Esto se debe a que tiene numerosas espinas de color amarillo que cubren su cuerpo de pelaje marrón. No obstante, las espinas del equidna no tienen púas que se enganchen en la piel.

Un equidna adulto puede llegar a medir unos 76 centímetros de longitud aproximadamente, aunque a menudo se puede ver enroscado en forma de bola impenetrable y parecer más pequeño. Posee un hocico delgado y sin pelo, con un par de orificios nasales en el extremo.

La boca pequeña está ubicada en la parte inferior del hocico y se abre solo lo suficiente para que emerja la lengua larga y pegajosa. Esta puede medir unos 30 centímetros y, con ella, arrastra su alimento, el cual suele consistir en hormigas, termitas y otros insectos.

Los equidnas no tienen dientes. En su lugar, cortan los cuerpos duros de su presa al golpearlos contra el techo de su boca y los trituran con su lengua espinosa.

El equidna de hocico corto o australiano

Tienen una bolsa como los marsupiales, pero, a diferencia de estos, solo se desarrolla en la temporada de reproducción. La hembra pone un huevo de cáscara semidura que coloca en la bolsa. En poco tiempo ese huevo se convierte en una cría parcialmente desarrollada.

Comportamiento del oso hormiguero espinoso

Mucho sobre la conducta del equidna es un misterio. Son muy difíciles de estudiar, afirman los investigadores, por su comportamiento solitario. No son fáciles de ubicar, son muy silenciosos y suelen viajar largas distancias. Su pasión por los viajes es una de las razones por las que no son aptos para vivir en cautiverio.

Los equidnas no poseen rutinas, y es que pueden estar activos tanto de día como de noche independientemente del clima. Carecen de guaridas permanentes y prefieren dormir en cualquier madriguera o cueva. No socializan y no se sabe que se enfrenten en peleas.

Tienden a ignorar a otras criaturas de su misma especie, excepto cuando llega el momento de aparearse. Durante el invierno australiano hasta una docena de machos forman filas, y se arrastran lenta y silenciosamente detrás de una hembra que emite feromonas.

Este desfile puede persistir hasta un mes, mientras algunos machos abandonan y se incorporan otros. Finalmente, la hembra receptiva termina aferrándose a un tronco de árbol con sus extremidades anteriores. Los machos cavan una zanja circular alrededor del árbol y compiten por los honores del apareamiento.

No hay ninguna agresión, pues los machos simplemente se empujan entre sí, cabeza a cabeza. A medida que cada uno se aleja, se marcha. El ganador se acuesta de lado en la trinchera, parcialmente debajo de la hembra, y se aparean lentamente.


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