Algunos perros simplemente parecen haber sido hechos para el agua. No solo son buenos nadadores, sino que también les agrada jugar o simplemente descansar cerca del mar o en una propia piscina. Si a tu mascota también le encanta el agua, debes saber que existen deportes acuáticos especiales para él. Te contamos cómo enseñar a bucear a tu perro.
Instrucciones para enseñar a bucear a tu perro
Antes de empezar a enseñar a bucear a tu perro, es indispensable tener en claro algunos consejos para garantizar su seguridad. Estas son algunas de las medidas preventivas y las principales instrucciones para realizar este deporte acuático para tu canino.
Elegir el lugar ideal para bucear
Jamás debemos comenzar cualquier actividad con nuestros peludos en un ambiente desconocido; la imprudencia pone en riesgo nuestro bienestar y también la salud de nuestros mejores amigos. En primer lugar, debemos hacer un reconocimiento del lugar, conocer sus profundidades, su suelo, posibles obstáculos, la calidad de su agua, etc.
Después, podemos pasar a la etapa de elegir el lugar ideal para enseñar a bucear a tu perro. Es fundamental preferir aguas calmas y traslúcidas, como una piscina o un lago que cuente con la profundidad suficiente para su inmersión. El perro no debe alcanzar el suelo con sus patas si está de pie.
Debemos asegurarnos que este sitio esté libre de obstrucciones y cualquier objeto con que pueda golpearse. El perro deberá tirarse al agua y sumergirse de cabeza, por lo cual cualquier obstáculo puede provocarle accidentalmente un fuerte trauma.
Adaptación gradual
Aunque a tu perro le encante el agua (hay razas más propensas que otras), recuerda que la experiencia de bucear es nueva para él. Por ello, es importante respetar el tiempo de adaptación propio de cada animal y estimularlo con el uso del refuerzo positivo.
No debemos obligar a nuestro amigo a entrar al agua o sumergirse cuando no demuestre voluntad propia. Además, es fundamental asegurarse que el perro se sienta cómodo en el ambiente elegido. Si el animal se muestra desconfiado o asustado, podemos incentivar su curiosidad por medio de juegos.
Presenta la actividad a tu perro
Enseñar a bucear a tu perro significa presentarle una nueva actividad, la cual debe parecerle un juego. El juego actúa como un elemento lúdico por medio del cual el perro puede comprender el objetivo de su entrenamiento.
Para ello, empezamos por recoger a su juguete favorito. La forma no importa mucho, pero es fundamental que el juguete elegido flote en el agua y sea llamativo. A continuación, debemos sentarnos al lado de nuestro mejor amigo y mostrarle su querido juguete. Agitamos el objeto para captar su atención y estimularlo a perseguirlo; lanzamos el juguete al agua y lo alentamos para que salte a buscarlo y nos devuelva el objeto.
Cada vez que nuestro perro complete esta actividad con éxito, es indispensable recompensarlo con algún premio. El animal debe entender que nos alegra y enorgullece cuando cumple con el ‘nuevo juego’.
Acostumbra a tu perro a las alturas
Para bucear, el perro deberá lanzarse desde un muelle, una plataforma elevada o rampa; le permitirá alcanzar la profundidad adecuada para recoger el objeto deseado. Una vez más, deberemos tener paciencia y permitir que nuestra mascota se adapte a su propio ritmo.
Cuando el perro se muestre cómodo en estas superficies elevadas, llegará el momento de estimularlo a saltar al agua. Para ello, debemos posicionarlo a 10 metros del borde y posicionarnos en el mismo borde.
Una vez situado en el borde de la piscina u otro lugar con agua, llamamos a nuestro peludo y le incentivamos a que corra para atrapar a su juguete. Lógicamente, seguimos con la táctica de recompensarle por cada tarea ejecutada con éxito.
Introduce tu perro al verdadero buceo
La actividad anterior debe ser repetida la cantidad de veces que sea necesaria, hasta que el perro la ejecute fluidamente. Es decir, que se lance al agua sin demostrar signos de miedo, agarre el juguete y lo devuelva en nuestras manos. Solamente entonces podemos introducir a nuestro peludo al verdadero buceo.
Para ello, necesitaremos una pelota que se hunda completamente en el agua traslúcida. Procedemos de igual manera al lanzar la pelota y estimular a nuestro perro para que la vaya a buscar. Poco a poco, podremos lanzar el objeto cada vez más lejos, siempre con un premio a nuestro mejor amigo por su dedicación y destreza.
Enseñar a bucear a tu perro requiere dedicación, refuerzo positivo y constancia. Las sesiones de entrenamiento deben ser cortas, entre 30 y 40 minutos, de tres a cuatro veces por semana. Un can bien entrenado es el resultado de un propietario comprometido.