Desafortunadamente, aún existen muchos mitos sobre la posibilidad de enseñar a un gato para mejorar su conducta en la rutina hogareña. Pero no solo es posible corregir los malos comportamientos de tu gato, sino también prevenirlos con la ayuda del refuerzo positivo, paciencia y dedicación.
Los felinos son animales muy inteligentes y sensibles, y con la debida estimulación pueden responder satisfactoriamente a un entrenamiento en positivo. A continuación, te damos lo mejores tips para educar y revertir los malos comportamientos de tu gato.
Posibles causas de los malos comportamientos de tu gato
El primer paso para corregir las conductas inapropiadas de tu minino será identificar su causa. Al saber qué está ocasionando los malos comportamientos, podremos establecer un tratamiento adecuado.
Es importante resaltar la importancia de contar con la orientación de un veterinario para llegar a un diagnóstico profesional y asertivo. Estas son las causas más frecuentes que pueden provocar los malos comportamientos de tu gato.
Enfermedades y trastornos metabólicos
Los malos comportamientos de tu gato pueden estar asociados a alguna patología o a un trastorno metabólico. Cuando un minino experimenta dolor intenso o tiene sus funciones sensoriales afectadas, puede mostrarse más agresivo, aislarse, permanecer mucho tiempo escondido o adoptar conductas poco habituales.
Estas reacciones que estamos viendo suelen ser más frecuentes en los mininos ancianos, aunque pueden aparecer en felinos de todas las edades.
Si el carácter de tu gato parece haber cambiado repentinamente, es esencial llevarlo rápidamente al veterinario. En la clínica veterinaria, el profesional podrá verificar el estado de salud del animal, descartar posibles causas patológicas o llegar a un diagnóstico.
En caso de que tu minino sea diagnosticado con alguna enfermedad o disturbio metabólico, el veterinario podrá orientarte a seguir el tratamiento adecuado para sus necesidades.
Una mala educación
Gran parte de los malos comportamientos en los gatos derivan de una mala educación, así como de una socialización deficiente. Los felinos interiorizan la mayoría de sus hábitos y forman los pilares de su comportamiento durante su infancia.
También cabe destacar que el carácter de un minino es más flexible en sus primeros meses de vida, lo que favorece su aprendizaje y la asimilación de buenas conductas.
Por todo ello, si deseamos tener un gato adulto con buen comportamiento, sociable y equilibrado, debemos invertir en su educación y socialización tempranas. Por ejemplo: si no queremos que nuestro minino suba a la cama o al sofá, no debemos permitir que lo haga cuando es cachorro.
Cuando el gato cachorro asimila una conducta como permitida en su día a día, la llevará como un hábito para su fase adulta. Por ello, es imposible que de un día para el otro tu minino pase a entender esta conducta como indeseada o prohibida solo porque su edad ha cambiado.
Para un correcto adiestramiento, el consejo más importante para educar a tu minino es empezar su educación en el mismo día de su llegada al hogar.
Estimulación física o mental deficiente
Aunque la vida hogareña ofrezca un entorno protegido a nuestros mininos, también significa una considerable reducción en su actividad física. En estado silvestre, los felinos ejercitarían su cuerpo y su mente al buscar presas, cazar y explorar su territorio.
Cuando nuestra mascota está en casa, estas actividades deben ser suplidas por otros estímulos que permitan a los gatos expresar su curiosidad y sus sentidos, además de fortalecer su musculatura y estructura ósea.
Los mininos que experimentan una rutina sedentaria y acumulan mucha energía son más propensos a desarrollar síntomas de estrés y aburrimiento. En consecuencia, pueden aparecer los trastornos de conducta, como la hiperactividad, la destructividad o la agresividad.
Por todo lo anterior, el enriquecimiento ambiental es un cuidado esencial para prevenir los malos comportamientos de tu gato. Además de ofrecerle juguetes y complementos, también se recomienda añadir estímulos sensoriales a su ambiente.
Refuerzo positivo: el mejor método para corregir los malos comportamientos de tu gato
El refuerzo positivo es el método más seguro y eficiente para enseñar a tu minino y prevenir los malos comportamientos. Cada vez que tu gato cumpla una tarea con éxito o demuestre su predisposición a aprender, recuerda ofrecerle una recompensa para reconocer su esfuerzo y estimular su aprendizaje.
Cuando tu felino hace algo inapropiado o indeseado, no es eficaz ni recomendable reñirle. El regaño somete el minino a un elevado nivel de estrés, lo que puede llevar a actitudes defensivas. En realidad, debemos resaltar que el método ‘tradicional’, con empleo de castigos y regaños, es peligroso y contraproducente para la educación de cualquier mascota.
Para remarcar una mala conducta, simplemente hay que decirle un ‘no’ a tu gato con un tono de voz firme y objetivo. Y al observar una acción deseada, recompensaremos al felino con una golosina, un elogio, un juguete u otro ‘premio’.
De esta manera, es posible corregir los malos comportamientos de tu gato de forma segura y positiva. No obstante, si las conductas negativas continúan, recuerda llevar rápidamente tu felino al veterinario.