Chinchilla: características, comportamiento y hábitat

Perseguido por el interés económico que tiene para la industria peletera, se trata de un pequeño roedor interesante para tener como mascota; es limpio y muy longevo en cautividad.
Chinchilla: características, comportamiento y hábitat
Eugenio Fernández Suárez

Escrito y verificado por el veterinario Eugenio Fernández Suárez.

Última actualización: 07 febrero, 2022

La chinchilla es un animal que cada día está más de moda como mascota, si bien su origen proviene de la industria de la peletería. Este dócil roedor de pelo aterciopelado puede ser un gran compañero, y posee una biología fascinante.

La chinchilla doméstica proviene del cruce de las dos principales especies salvajes de chinchilla: la chinchilla de cola corta y la chinchilla de cola larga. Con ello consiguieron un animal bien adaptado a estar en cautiverio.

Características de la chinchilla

Las chinchillas más grandes son las domésticas, con las hembras como más pesadas: rondan los 800 gramos frente a los 600 gramos de los machos. Sus patas poseen dedos atrofiados: cuatro dedos funcionales en las patas anteriores y tres en las posteriores, sin apenas garras.

Lo más característico de esta especie es su espeso pelaje, que limita la evaporación y que posee más de 50 pelos por folículo, lo que hace que a la hora de ser agarradas por depredadores puedan escapar, al poseer un pelo bastante quebradizo.

Por desgracia, el hecho de que abarque más de 20 000 pelos por centímetro cuadrado es el causante de su relación por el ser humano, que se inició a través de la peletería. En estado silvestre, estos animales cuidan su pelo bañándose en polvo volcánico.

Estos animales viven en torno a los 10 años en libertad, aunque la chinchilla en cautividad puede alcanzar los 25 años, una gran longevidad para un roedor y que una de las principales razones de peso para meditar la tenencia de estos animales.

Pienso para chinchillas

Comportamiento de la chinchilla

La chinchilla es un animal vegetariano, y por ello se alimenta de decenas de especies botánicas, especialmente pastos, aunque su dieta se adapta a la época. En el caso de los animales en cautiverio, la alimentación de las chinchillas se basa en el empleo de alfalfa o heno y pienso.

En estado silvestre no parecen beber agua, pero esto se debe a que obtienen el agua necesaria a través del rocío. Sin embargo, en cautividad siempre será necesario darles la cantidad pertinente de hidratación.

Estos animales se comunican mediante vocalizaciones muy variadas, como ladridos o pequeños gritos, que varían en intensidad y duración. Son animales nocturnos, aunque también tienen picos de actividad al alba y al atardecer.

La chinchilla tiene un ciclo reproductivo lento: alcanza la madurez sexual a los cinco meses y entra en celo durante cinco días al mes. La gestación es de 111 días y las crías comienzan a tomar comida sólida de forma casi inmediata. 

Chinchilla: golosinas

Esta especie realiza madrigueras en el terreno arenoso o bajo las rocas, y vive en grandes colonias de unos 100 individuos, aunque puede llegar a 500 ejemplares. Estos animales cubren una basta extensión de terreno, que puede llegar a 100 hectáreas por colonia.

En estado silvestre, las chichinchillas hacen sus madrigueras bajo rocas o en el piso. Viven en clima frío, por lo cual poseen un denso pelaje. Se alimentan principalmente de vegetación. Las chinchillas son sociales y viven en colonias. Tienen usualmente camadas de una a dos crías.

Hábitat  y conservación de la chinchilla

La chinchilla es un roedor de ambientes áridos, que vive en cadenas montañosas, principalmente en los Andes y en los diversos países que recorre. Habitan en suelos arenosos y rocosos, cuya flora se reduce a poca hierba, cactus y otras plantas espinosas.

La caza intensiva por su piel ha llevado a esta especie a la práctica extinción en estado silvestre, especialmente por su exportación a Europa durante principios del siglo XX, cuando se firmó un tratado para proteger la especie. Actualmente, la chinchilla es criada en cautiverio por su piel, además de ser criada para abastecer su tenencia como mascota.

A pesar de ello, las mayores prohibiciones hicieron que el precio de sus pieles aumentase, lo que hizo que la caza furtiva de la chinchilla fuese muy lucrativa. Aunque existen proyectos de conservación para proteger a este animal, algunos temen que la población siga declinando en el presente.


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  • Piñones C. & Zuleta C. (eds). (2014). La Chinchilla en Peligro Hoy: Guía Pedagógica para Trabajar la Problemática Actual de Conservación de la Chinchilla Chilena y su Entorno. Ministerio del Medio Ambiente & Red de Apoyo a la Conservación de la Chinchilla. Región de Coquimbo, Illapel, Chile.
  • Álvarez, M. L. (2010). Manejo y crianza de la Chinchilla lanígera para la obtención de pieles en la Región de Magallanes (Doctoral dissertation, UNIVERSIDAD DE MAGALLANES).

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