La tortuga de Horsfield (Testudo horsfieldii) es una especie de quelonio o tortuga terrestre, que se encuentra por gran parte de Europa y Asia, lo que incluye a países como Rusia. Dada su amplia distribución existen múltiples nombres para estos animales, como puede ser tortuga rusa, tortuga de la estepa o tortuga afgana.
Características de la tortuga de Horsfield
La tortuga de Horsfield es una especie de pequeño tamaño, que no sobrepasa los 22 centímetros de longitud en el caso de las hembras. Esta especie presenta dimorfismo sexual y los machos son de menor tamaño, pues no superan los 18 centímetros.
Estas tortugas poseen un caparazón ligeramente ovalado con distintas tonalidades de marrón, amarillo y verde olivaceo, mientras que el plastrón es de color negro.
Su piel es de un marrón mucho más claro tanto en la cabeza como en las patas. Las extremidades anteriores son de mayor robustez y presentan cuatro uñas de gran tamaño, al igual que las posteriores.
Esta es una de las principales diferencias con el resto de tortugas del género Testudo, ya que tortugas como la tortuga mora o la mediterránea tienen cinco uñas en cada extremidad en lugar de cuatro, como la tortuga de Horsfield.
En cuanto al dimorfismo sexual, no se reduce exclusivamente al tamaño: los machos tienen una cola más larga y gruesa en la base, lugar donde se alojan los hemipenes. En el caso de las hembras, la distancia entre la cloaca y la base de la cola es mayor en los machos.
Además, los machos tienen una concavidad en el plastrón, lo que permite que encajen en el espaldar de la hembra, encima de su caparazón. En el caso de las hembras y los machos jóvenes, el plastrón es plano.
Comportamiento de la tortuga de Horsfield
Al igual que la mayoría de tortugas, la tortuga de Horsfield tiene una buena vista que le permite reconocer colores y se cree que hasta rostros. También son muy sensibles a las vibraciones, de forma similar a los sentidos de las serpientes; y poseen un gran sentido del olfato, vital para alimentarse y reproducirse.
Las tortugas terrestres suelen ser animales solitarios, a diferencia de las tortugas de agua. Además, en el caso particular de la tortuga de Horsfield, este animal es especialmente agresivo, por lo que en cautividad debe tenerse especial cuidado y no se recomienda tener varios individuos como mascotas en el mismo terrario.
Al ser animales de sangre fría, suelen tomar el sol con frecuencia. Además de la regulación de la temperatura, los rayos ultravioletas les permiten sintetizar vitamina D, mientras que la calidez ayuda a activar las enzimas digestivas.
Sin embargo, la tortuga de Horsfield viene de un clima más frío que el de la mayoría de quelonios, por lo que a temperaturas superiores a los 27 ºC la tortuga de Horsfield suele enterrarse en la tierra para refrescarse.
En cuanto a su alimentación, son animales herbívoros, si bien en condiciones extremas se alimentan de artrópodos e incluso excrementos. Es por ello que es vital recordar que no consumen carne en cautividad.
Reproducción de la tortuga de Horsfield
Respecto a su reproducción, tras la hibernación comienza el cortejo, en el que el macho es especialmente agresivo con la hembra. Un dato curioso es que la mayoría de tortugas solo emiten sonidos durante la cópula. Además, estas tortugas pueden conservar el semen dentro del oviducto, por lo que hay tortugas que tardan varios años en concebir.
Las hembras ponen cuatro huevos al año aproximadamente, entre mayo y junio los entierran, y el nacimiento de machos y hembras depende de la temperatura. A temperaturas superiores a 31,5ºC nacen más hembras que machos, y a temperaturas más bajas lo contrario.
Este es uno de los motivos por los que muchas especies de tortuga, como la tortuga boba, están en peligro de extinción. Además de los plásticos, el cambio climático está disparando los ejemplares de un solo sexo. En el nacimiento miden tres centímetros y pesan unos 10 gramos; abren el huevo gracias a un cuerno que desaparece tras unos días.