Las palomas son, en la actualidad, unas de las aves más extendidas alrededor del mundo. Poseen una gran capacidad de adaptación y de supervivencia, lo cual le permite conquistar zonas ajenas a su hábitat natural. Su relación con la humanidad es muy controvertida; mientras algunos eligen tenerlas como mascotas, otros las ven como una ‘plaga urbana’.
Esta ave es bastante común en las ciudades de casi todo el mundo, por lo que no existe duda de que todos la han visto alguna vez. Aunque parece una especie típica y sin gran atracción, existen algunos datos que no todos conocen sobre ella. A continuación, te contaremos más cosas sobre la paloma doméstica, su distribución en el mundo y su relación con los seres humanos.
Características físicas y taxonomía de las palomas
Las palomas conforman una gran familia llamada Columbidae, en la cual se incluyen a más de 300 especies distintas. Esta gran diversidad comprende las diferentes razas de paloma doméstica y también a las palomas silvestres.
En líneas generales, las palomas se caracterizan morfológicamente por su pecho robusto, la pequeña cabeza y el pico corto e hinchado. Las alas son fuertes y relativamente grandes en comparación con la longitud de su cuerpo. Sus patas son cortas, finas y presentan cuatro dedos, de los cuales uno es oponible (como un dedo pulgar humano).
El plumaje de las palomas es ancho y suave, y puede presentar diferentes tonalidades y combinaciones de colores según el patrón de cada especie y raza.
La paloma doméstica: Columba livia domestica
La paloma doméstica (Columba livia domestica) ha nacido gracias a la domesticación de la paloma bravía (Columbia livia). Morfológicamente, es muy parecida a sus antepasados, con un cuerpo mediano de 28 a 35 centímetros y peso corporal de entre 300 y 400 gramos. La envergadura de alas suele oscilar entre los 60 y 70 centímetros.
En general, el plumaje más frecuente de la paloma doméstica es el de color azul grisáceo, con dos líneas negras en las alas. No obstante, existen algunas variantes que presentan plumas de color uniforme, manchadas, blancas, rojas o incluso negras.
A lo largo de su historia, la paloma doméstica ha sido empleada para diversas finalidades. Inicialmente, era entrenada como mensajera y también se explotaba su carne; actualmente, la paloma doméstica es criada casi exclusivamente como mascota.
Esta ave es muy inteligente, muestra una gran capacidad de adaptación y notable resistencia física. Todas estas características facilitan su entrenamiento y ya se ha comprobado que la paloma doméstica responde de manera óptima al adiestramiento con refuerzo positivo.
Distribución y hábitat de la paloma doméstica
En la actualidad, las diversas razas de paloma doméstica habitan en todos los continentes, con la lógica excepción de la Antártida. No obstante, sus antepasadas eran originarias de la región que se extiende desde Europa hasta el Norte de África e India.
En la gran mayoría de los lugares que habita, la paloma doméstica ha adoptado hábitos sedentarios. Su alimentación se basa mayormente en la recolección de legumbres, granos, cereales y hasta carroña de la basura producida por el ser humano.
Esta curiosa ave se ha adaptado a construir nidos de forma improvisada: aprovecha ramas y paja y los construye en lo alto de edificios, cavidades y entretechos. No obstante, algunas poblaciones más aisladas han retomado algunos hábitos primitivos, pues prefieren anidar en acantilados lejos de la ciudad.
Comportamiento de las palomas
Las palomas se caracterizan por presentar un comportamiento típico de picoteo en el suelo para buscar su alimento. Además, son bastante gregarias y se mueven en parvadas de gran tamaño. Por esta razón, es posible verlas agrupándose en los parques alrededor de las personas.
A pesar de que la mayoría de los ejemplares son sedentarias y no se alejan mucho de su hábitat, algunas palomas demuestran tener una excelente capacidad para orientarse. Esta característica ha sido explotada por los humanos para transformarlas en mensajeras, lo cual fue indispensable para comunicarse durante los conflictos bélicos de antaño.
Los seres humanos y las palomas
Si bien existan actualmente muchos pájaros domésticos, pocas aves han tenido tanto contacto con el ser humano como la paloma doméstica. De hecho, es difícil pensar en un lugar, con excepción de los polos y la Antártida, donde no haya una población de palomas.
Las palomas han logrado adaptarse rápida y óptimamente a los hábitos humanos; incluso han aprendido a sacar provecho de nuestra estructura social. Un claro ejemplo de ello son las modificaciones en sus hábitos alimentarios.
Una plaga peligrosa
A pesar de que muchas personas ven a esta mascota como un animal increíble, la realidad es que las palomas también representan un peligro para la sociedad. La gran adaptabilidad y resistencia de estos animales ocasiona que sobreviva bien en diversos ambientes, lo que genera diversos conflictos en el ecosistema.
Es más, varias investigaciones señalan que su invasión a otros ambientes podría conllevar la llegada de parásitos y enfermedades, como la microsporidiosis y la psitacosis humana. Por lo tanto, se les toma como focos potenciales de infección que representan una amenaza para la salud pública.
Algunas curiosidades de su alimentación
En la actualidad, las palomas suelen alimentarse de forma oportuna o hasta carroñera; se aprovechan los desechos de nuestra alimentación y de las actividades productivas.
Estos hábitos carroñeros, sumados al rápido crecimiento de su población, han hecho que la paloma doméstica empezara a ser vista como una ‘plaga urbana’. Incluso hay muchas personas que sufren de colombofobia, es decir, una fobia con relación a las palomas.
Hay que recordar que las antiguas civilizaciones, como los griegos y los egipcios, mostraban gran aprecio por esta ave. Las palomas solían estar presentes en sus celebraciones y rituales religiosos; en muchas ocasiones eran ofrecidas como un ‘regalo’ u ofrenda a las divinidades.
Reproducción de la paloma doméstica
Al igual que sucede con otras aves, las palomas domésticas tienden a realizar diferentes cortejos antes de aparearse. Para ello, los machos comienzan con una reverencia y una secuencia de vocalizaciones que llaman la atención de su posible pareja. Además, algunos ejemplares incluso les llevan regalos o comida a las hembras para conquistarlas.
Una vez que la pareja se ha formado, el apareamiento suele ocurrir durante primavera o verano. En realidad, las palomas se pueden reproducir durante cualquier época del año, pero la mayoría se concentran en los meses más cálidos.
El sitio de nidificación lo eligen según el ambiente en el que se encuentren. Por lo común, en las zonas urbanas utilizan los salientes de edificios o monumentos grandes, mientras que en la naturaleza optan por grietas o huecos en acantilados. Para la construcción, los materiales los reúne el macho y la hembra se encarga de la manufactura.
Las palomas domésticas ponen entre 1 y 2 huevos por temporada, lo que no supone un gran desgasto en el cuidado parental. A pesar de ello, ambos padres participan de manera activa tanto en la incubación como en la crianza. De hecho, esta ave también es capaz de “amamantar” a sus hijos con “leche de buche”. Este líquido es diferente de la leche que producen los mamíferos, pero tiene el mismo objetivo nutricional.
Referencias bíblicas y religiosas
Además, la paloma es mencionada en un pasaje emblemático de la Biblia; de esta forma, cumplen un rol clave en la historia de la humanidad. Noé, tras haber salvado a las especies del Diluvio Universal en su arca, envía una paloma para saber si las aguas ya habían bajado.
Al regresar de su tercer ‘viaje’, la paloma trae en su pico una pequeña rama de olivo. Ello indicaba que ya era seguro regresar al continente, pues la tierra se podía habitar nuevamente. Este pasaje emblemático de la Biblia ha consagrado a la paloma como el símbolo de la paz.
Como se puede ver, la paloma doméstica posee una gran variedad de utilidades y significados en las diferentes culturas del mundo. Esto ha ocasionado que la sociedad las vea como un animal común, tradicional e incluso sagrado. No obstante, su presencia en el ambiente no siempre representa buenas noticias, pues se debe tener cuidado con la sobrepoblación de esta ave.
Bibliografía
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