El proceso metabólico de la fotosíntesis consiste en tomar la energía luminosa del sol a través de los cloroplastos y convertirla en materia orgánica. Esta materia se transmite a los animales a través de la cadena alimenticia y es indispensable para la producción del oxígeno. Sin embargo, la babosa esmeralda es un animal que puede realizar este proceso.
Históricamente, se ha evidenciado que la fotosíntesis es un proceso exclusivo de las plantas, algunas algas y ciertos microorganismos. Sin embargo, la naturaleza siempre presenta algunas excepciones y ese es el caso de la babosa esmeralda: un animal que hace la fotosíntesis y se beneficia de su alimento para sobrevivir en el mar, aunque por poco tiempo.
Características de la babosa esmeralda
La babosa esmeralda (Elysia chlorotica) es un molusco gasterópodo descubierto en 1870 que habita en las aguas del Atlántico norte, especialmente en los océanos que van desde el estado de Florida hasta la isla de Nueva Escocia. Puede encontrarse en ambientes salinos y salobres, en las desembocaduras de algunos ríos de esta zona del mundo.
La babosa esmeralda puede crecer hasta 45 milímetros de longitud, sin embargo, su tamaño común está entre los 20 y 30 milímetros.
Físicamente, se caracteriza por un color verde esmeralda intenso que recibe de la absorción de la clorofila. Su cuerpo en ciertas ocasiones presenta unas pequeñas manchas blancas o rojas. Su contextura es delgada, pero se ensancha en los laterales, ofreciéndole una apariencia similar a una hoja de lechuga, al menos si se omite la particular cabeza que poseen las babosas.
Cuando este animal presiente el peligro, repliega su cuerpo para defenderse de sus depredadores. De igual forma, suele protegerse de estos gracias al magnífico camuflaje que le proporciona su peculiar forma, con la que pasa desapercibido dentro de las algas marinas, de las que se alimenta.
La babosa esmeralda en su juventud presenta un color marrón o gris con algunas manchas rojas, debido a que no ha absorbido los cloroplastos necesarios para adoptar el color verde característico. Por ello, los juveniles no suelen llamar la atención.
A pesar de ser un animal tan único en el ecosistema marino, su esperanza de vida no supera los 11 o 12 meses. Los adultos experimentan una muerte masiva luego de poner sus huevos y este comportamiento es causa de una enfermedad heredada. En cuanto a su reproducción, no se conocen muchos datos. Sin embargo, otras especies del clado Sacoglossa son hermafroditas.
¿Cómo hace fotosíntesis?
En primer lugar, hay que explicar que este molusco se alimenta de algas, especialmente de la especie Vaucheria litorea. La babosa come de estas algas con pequeños «mordiscos» a través de su rádula o lengua. Desde que nacen, estos animales empiezan a consumir muchas de estas algas y las necesitan para adquirir su particular color verde brillante.
Esto se debe a que, al alimentarse de estas plantas, pueden robarles cloroplastos y almacenarlos en las células de su organismo. Se ha observado que las babosas también reciben azúcares de esta relación interespecífica. Debido a esto, la especie no nace con la capacidad de realizar la fotosíntesis, sino que la adquiere con el paso del tiempo, gracias a su alimento.
En su etapa adulta, este invertebrado puede vivir sin consumir algas y alimentarse de la energía del sol.
Además, estos moluscos tienen unas moléculas especiales que les permiten almacenar la clorofila de los cloroplastos, en vez de digerirla. La evolución ha permitido que la especie no rechace rápidamente los elementos que consume de las algas que come. Así, se evidencia un caso donde los reinos animal y vegetal se unen para presentar un individuo único.
Por último, cabe destacar que hay una transferencia horizontal de genes entre la babosa y las algas. Este flujo se genera comúnmente entre las bacterias o en una medida mucho menor entre vegetales y muy pocas especies animales. Dicha relación ha logrado que el molusco adhiera una parte de la información genética del alga y admita los cloroplastos como propios.
Tal como apreciaste, la babosa esmeralda es un animal que fácilmente puede pasar desapercibido en el agua gracias a su fantástico camuflaje. Su evolución le ha permitido aprovechar los cloroplastos de las algas y vivir prácticamente el resto de su corta vida solo con la energía del sol, característica que no se hereda y cada una debe luchar por aprender.
Bibliografía
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