Araña violinista: hábitat y características

Las arañas violinista suelen tener un veneno potente con efectos necróticos. A pesar de ello, son pacíficas y muy discretas.
Araña violinista: hábitat y características
Francisco Morata Carramolino

Escrito y verificado por el biólogo Francisco Morata Carramolino.

Última actualización: 08 febrero, 2022

Los arácnidos del género Loxosceles reciben el nombre de ‘araña violinista’, ‘araña del rincón’ o ‘reclusa’. Existen en torno a 139 especies de Loxosceles distribuidas por todo el mundo, desde las Américas hasta la cuenca mediterránea o China.

Las Loxosceles han cobrado una gran importancia, ya que son las arañas más venenosas de varios países y suelen causar pánico. La mordida de estos artrópodos puede ser de importancia médica, especialmente en el caso de las especies americanas. Aun así, no son animales nada agresivos.

En este artículo, nos centraremos en la araña violinista o reclusa mediterránea (Loxosceles rufescens), aunque también haremos alguna mención a sus congéneres americanas. Sigue leyendo si quieres saber más sobre este fascinante arácnido.

Hábitat de la araña violinista

Por lo general, las arañas violinista aparecen en ambientes cálidos de todo el mundo. Loxosceles rufescens tiene una distribución nativa bastante amplia, que se extiende a lo largo de la cuenca del mar Mediterráneo. En la península ibérica es más frecuente en las zonas cálidas, especialmente en el sur y el levante.

Cabe destacar que, aunque su origen se encuentre en el Mediterráneo, la especie se ha repartido por todo el mundo gracias a los humanos. En algunos de los países que ha colonizado como especie invasora, esta araña llega a ser más abundante que las Loxosceles nativas —y causa confusiones con ellas—.

Una araña violinista de cuerpo entero.

Estas arañas son nocturnas y están activas sobre todo en los meses más calurosos del año. Son sedentarias y buscan refugios bajo piedras, en grietas estrechas y otros lugares oscuros y estrechos por el día. Por la noche,  abandonan sus refugios en busca de presas —pequeños invertebrados—, que capturan sin utilizar una tela de araña.

Las Loxosceles de todo el mundo también parecen tener predilección por las casas u otras construcciones humanas. Buscando la oscuridad, se refugian en sótanos, garajes, armarios, detrás de muebles y cuadros. Por ello, la convivencia con las personas está muy extendida, aunque suelen pasar desapercibidas. Esto prueba el carácter pacífico y discreto de estos animales.

Características físicas

Estos arácnidos son muy pequeños, pues su cuerpo tan solo mide entre 1 y 2 centímetros. Su coloración varía entre pardo, pálido y rojizo. Cuentan con 4 pares de patas muy largas y delgadas, que se hacen más finas conforme se alejan del cuerpo.

Además, estos artrópodos presentan un pedipalpo a cada lado de la cabeza. Estos son apéndices sensoriales con aspecto de pata pequeña. Entre ellos, se encuentran los quelíceros o ‘colmillos’ típicos de las arañas. También tienen 6 ojos, un par de ellos centrales y adelantados, y los otros pares a cada lado y más retrasados.

La característica más definitoria de la araña violinista es la marca oscura en forma de violín que presenta en el prosoma —la parte del cuerpo de donde salen las patas—. Esta coloración está situada tras los ojos y puede distinguirse con claridad.

¿La araña violinista es venenosa?

Definitivamente sí: la araña violinista tiene la mordida más peligrosa de España. Su veneno tiene efectos necróticos e inflamatorios y suele producir una lesión o úlcera en la piel. En algunos casos, estas toxinas producen fiebre y otros síntomas más severos, pero esto es poco común y se debe a reacciones alérgicas.

Aun así, y pese a su presencia habitual en los hogares, las mordidas por esta araña son muy infrecuentes. Las violinistas son tímidas y nada agresivas, por lo que jamás intentan atacar a los humanos en condiciones normales.

La mayoría de mordidas se producen cuando las personas se giran sobre la araña mientras duermen, o en su defecto, cuando la araña queda atrapada entre la ropa y el cuerpo humano. Dicho de otro modo, estos casos son accidentes. Además, la mayoría de lesiones producidas por la especie mediterránea son leves y se curan muy exitosamente.

Las violinistas americanas, como L. laeta y L. reclusa, suponen un peligro más considerable. La especie mediterránea produce casos leves de loxoscelismo cutáneo, cuyos síntomas se han explicado en las anteriores líneas, pero el veneno de las americanas es mucho más potente.

En consecuencia, las lesiones producidas por el veneno de dichas especies suelen ser más severas. Llegan a producir úlceras más grandes, que han alcanzado hasta 40 centímetros en casos extremos. El proceso de curación es más largo y puede prolongarse meses, aunque suele ser exitoso.

En un porcentaje limitado de casos, el veneno de estas especies puede producir loxoscelismo sistémico. Sus síntomas son más graves, pues incluyen hemolisis, daños al sistema circulatorio, sepsis y posible muerte.

Una araña violinista con muchos huevos.

Aunque algunos medios sugieren la presencia de especies americanas de araña violinista en España, esto es bastante dudoso, pues no se han dado registros fiables al respecto. En caso de estar aquí, no están nada extendidas. Son casos aislados que no deben despertar alarmas, pues hay que recordar que estos seres no son nada agresivos.


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