¿Qué animales viven en grupos?

Aquellos ejemplares que son interactivos con otros miembros de su especie e incluso establecen jerarquías, son considerados ‘sociales’.  Para lograr esta convivencia, estos animales necesitan desarrollar varias habilidades de comunicación, pues es esencial que compartan información con sus respectivos grupos.

Si bien es verdad que todos requieren contacto con otros para reproducirse, lo cierto es que solo algunos animales viven en grupos durante toda su vida. Entérate cuáles son en el siguiente artículo.

Características de los animales sociales

El término ‘animal social’ se define como aquellos individuos que interactúan constantemente con otros ejemplares de su misma especie. En otras palabras, que no solo se juntan en época de apareamiento. El comportamiento y la organización de los animales que viven en grupos es diferente al de aquellos que son solitarios.

Además de los humanos, ejemplo más destacado de la sociabilidad, hay otras especies de mamíferos que conviven con sus congéneres. Incluso existen ejemplos de aves e insectos que llevan a cabo la misma práctica.

¿Cuáles animales viven en grupo?

Pueden formar bandadas, manadas, colonias o países… Y ser muy eficientes en cuanto a responsabilidades y tareas de cada individuo. Entre los ejemplos de animales que viven en grupo destacamos:

1. Elefante

El animal terrestre más grande del planeta -al nacer pesa 120 kilos y en la adultez puede pesar 11 000 kilos-, y uno de los más inteligentes. Se caracteriza por vivir en sociedad y tener un sistema de organización complejo y destacado.

Por ejemplo, el elefante africano de sabana tiene una gran vida social y la manada está formada por hembras y sus crías guiadas por la hembra de mayor edad, conocida como ‘matriarca’. Son acompañadas por uno o dos machos, aunque los demás no se alejan demasiado del grupo y se acercan durante la época de apareamiento.

2. León

Los leones son otro de los ejemplos de animales oriundos de África que viven en grupos grandes o simplemente en parejas. Las manadas están compuestas por unas cinco o seis hembras, sus crías y hasta dos machos que se aparean con las hembras adultas -que están emparentadas entre sí-.

Cuando alcanzan la madurez, los machos ‘que sobran’ son echados del grupo para que formen el suyo propio. Cada manada cuenta con cierto territorio en el cual cazar, reproducirse y descansar. Las leonas se encargan de conseguir alimento y los leones, fácilmente reconocibles por sus melenas, defienden a las crías.

3. Hormiga

Cuando pensamos en animales que trabajan en equipo, automáticamente se nos viene a la mente la imagen de las hormigas. Son un claro ejemplo de convivencia y sociabilidad, ya que forman colonias de miles de individuos donde cada uno tiene una tarea específica que cumplir.

Las hormigas son comandadas por una hembra, la cual se encarga de poner los huevos y determinar que las crías sean hembras o machos; por un puñado de machos alados, que tienen la responsabilidad de fertilizar a la hembra; y por las obreras, que son hembras infértiles y sus trabajos consisten en buscar alimento, defender la colonia y alimentar a las larvas.

4. Pingüino

La estructura social de esta ave que no puede volar, pero sí nadar de maravilla, está muy bien organizada. Los individuos interactúan entre sí en ciertos momentos de la vida, aunque también pueden ser independientes y necesitar privacidad cuando se reproducen y cuidan de sus crías, algo similar a lo que puede suceder con los seres humanos.

Para mejorar su atractivo social, el pingüino se acicala las plumas con un aceite natural, que también le permite bucear más rápido. Ese estatus obtenido tras acicalarse les permite sobrevivir en el invierno y, ya que la migración es muy complicada y larga, contar con el apoyo de los demás.

Algo que sorprende es que los pingüinos no tienen un líder, si bien hay ejemplares que son mas dominantes que otros y, al comenzar una acción, esta es seguida por los demás.

5. Delfín

Nadie puede negar que los delfines son una de las especies más sociables del mundo: viven en manadas que alcanzan 40 individuos, los cuales se ayudan entre sí para conseguir alimento o defenderse de los peligros.

Incluso ‘permiten’ el ingreso de ejemplares de otras especies marinas, como por ejemplo los delfines moteados aceptan a los delfines acróbatas en sus comunidades.

Las interacciones entre los miembros del grupo son muy estrechas, por lo que se relaciona a los delfines con la amistad y el amor. Cuando por alguna razón uno o varios se separan de la manada, al regresar son recibidos con saludos y ‘bailes’. Pero eso no solo sucede en ocasiones especiales: en el día a día además tienen contacto físico bastante cercano entre sí.

6. Abejas

Las abejas son la representación más precisa de las actividades sociales, pues todas cooperan para organizar y construir la colmena, además de producir la miel. Para esto, su estructura social se divide en 3 castas distintas: las obreras, los zánganos y la reina.

Las obreras son las más abundantes y se dedican a realizar todas las tareas necesarias para la colmena. Por su parte, la reina se encarga de poner los huevos que darán a luz a los próximos integrantes del panal. Finalmente, los zánganos solo aparecen durante la época de apareamiento, pues su único objetivo es fecundar a la nueva reina que nazca.

7. Patos

Los patos también viven en grupos, pues disfrutan de la compañía y se ayudan entre sí. De hecho, durante su migración se caracterizan por alzar vuelo en conjunto con su parvada, la cual forma una figura de “V” invertida para cansarse menos durante el trayecto.

Además, en caso de que alguno de sus integrantes resulte herido durante el viaje, dos ejemplares se quedan en el camino junto con él para protegerlo. Por si fuera poco, si este organismo muere, sus compañeros experimentarán un estado de duelo y tristeza.

8. Lobos

Entre los animales que viven en grupos, los lobos son uno de los más populares. Debido a que comparten ancestros con el mejor amigo del hombre (el perro), es normal que estos increíbles ejemplares posean una gran habilidad social. La estructura de su manada suele organizarse de manera jerárquica, en donde los más fuertes se mantienen como líderes o también llamados “alfa”.

Por lo común, la hembra alfa y el macho alfa suelen ser los que “guían” a su grupo durante la cacería. Además, solo ellos se pueden reproducir y toda la manada debe proteger a los cachorros hasta su madurez. Estos son algunos de los beneficios que se obtienen por ser el líder, aunque en cualquier momento algún integrante de su manda podría retarlos por el puesto.

9. Lemmings

Los lemmings, o también conocidos como leminos, son un grupo de roedores que viven en las praderas árticas del norte de América y en algunas regiones de Eurasia. Su aspecto recuerda un poco al de una cobaya, solo que con un pelo más corto y su hocico más alargado. Al igual que otros roedores, estos animales también son bastante sociables y se protegen entre sí de sus posibles depredadores.

Estos roedores se hicieron famosos gracias al mito de que se suicidaban al detectar que su población aumentaba, pues así los recursos alcanzarían para los demás. Sin embargo, la realidad es que emigran a otras zonas para asegurar que encontrarán suficiente comida para sobrevivir.

Como te puedes dar cuenta, existen muchas especies animales que viven en grupo y son bastante sociables. Aunque no lo parezca, este es un mecanismo de defensa que asegura la supervivencia de la especie, pues al ser varios ejemplares pueden cazar o defenderse con mayor facilidad. En pocas palabras, la naturaleza sabe bien que la unión hace la fuerza, de manera que propicia este tipo de habilidades en varios animales.