En ocasiones, cuesta diferenciar entre los animales endotermos y ectotermos, pero ambas palabras ya dan pistas sobre cuál es la naturaleza de estas estrategias vitales. Los prefijos ecto y endo significan fuera y dentro, respectivamente. Por su parte, la terminación termo indica la relación de estas palabras con la temperatura.
En concreto, ectotermo hace referencia a los animales de “sangre fría”, mientras que endotermo se utiliza para describir a los animales de “sangre caliente”. Estos rasgos basales de los seres vivos condicionan sus hábitos, forma corporal, comportamientos y lugares de distribución. Aquí te contamos las diferencias entre animales endotermos y ectotermos y te ponemos ejemplos.
Diferencias entre animales endotermos y ectodermos
La principal diferencia entre los animales endotermos y ectotermos es dónde se localizan las fuentes de calor para controlar su temperatura corporal y mantenerse activos. En el caso de los endotermos, estos seres vivos utilizan el calor producido por su propio cuerpo, término que se denomina como energía metabólica.
Por otro lado, los endotermos requieren fuentes de calor externas para poder regular su temperatura. De esta manera, obtienen una gran parte de su calor del medio ambiente, ya que la cantidad de calor que generan es muy baja como para influir en su temperatura corporal.
Estos son los rasgos que definen a los endotermos:
- Autorregulan su calor interno.
- Mantienen su temperatura corporal alta, independientemente de las fluctuaciones del medio.
- Generan calor gracias a la energía química de los alimentos. Esto supone que tienen que alimentarse todos los días, aunque la cantidad de ingesta varía según la especie.
Por otro lado, los ectotermos destacan por estas características:
- No autorregulan su calor interno, sino que dependen de factores externos.
- Buscan fuentes de calor —como el Sol— o alternan entre sol y sombra, según consideren. Dicho de otra forma, su comportamiento influye en la regulación de su temperatura corporal.
- Muchos pueden pasarse varios meses sin comer. De todas formas, no todos los ectotermos siguen esta regla; los peces y los anfibios son prueba de ello.
A la hora de exponerse a cambios térmicos internos, los ectotermos son más tolerantes que los endotermos. De todas formas, la capacidad de generar calor interno dentro de un rango constante se considera una ventaja para los endotermos, ya que pueden habitar en cualquier ambiente independientemente de la temperatura, siempre que puedan alimentarse.
Los ectotermos, por el contrario, no pueden resistir en ambientes extremos de frío, aunque otros sí que se han adaptado al calor abrasador. Los escorpiones de los desiertos o las hormigas plateadas (Cataglyphis bombycina) lo evidencian. Esta última especie es capaz de aguantar temperaturas de hasta 53 ℃.
Poiquilotermos y homeotermos
Otro detalle importante: lo que diferencia a ectotermos de endotermos es la fuente de calor con la que mantienen su temperatura corporal. Por lo tanto, el concepto no es si su temperatura corporal se mantiene constante o varía, sino cuál es la fuente de calor empleada para regularla.
De esta manera, cuando se quiere hablar de las temperaturas corporales y sus variaciones —o falta de ellas—, se emplean otros 2 términos para clasificar a los animales. Estos son los siguientes:
- Poiquilotermos: aquellos animales cuya temperatura interna varía ampliamente.
- Homeotermos: seres vivos cuya temperatura interna se mantiene más o menos constante.
No obstante, estos 2 términos no son cerrados, ya que existen invertebrados y peces identificados como poiquilotermos, cuyo ambiente mantiene estable la temperatura y su temperatura corporal apenas varía. Lo mismo ocurre con algunos mamíferos, clasificados como homeotermos, pese a lo cual muestran grandes variaciones en su temperatura externa.
Ejemplos de animales endotermos
Al pensar en ejemplos de animales endotermos, los primeros que se vienen a la mente son los mamíferos, junto con las aves. Por otra parte, algunos peces y reptiles —así como un gran número de especies de insectos alados— son animales “endotermos facultativos”, ya que modulan la cantidad de calor que producen con ciertas actividades. Te mostramos algunos seres endotermos.
1. Lobos y otros carnívoros
Los carnívoros, como los lobos, zorros y coyotes, así como otras especies diferentes, son animales endotermos. Dicho de otra forma, estos cánidos son capaces de generar calor interno y, además, son homeotermos, ya que mantienen su temperatura interna más o menos estable.
Esto ocurre también con otros mamíferos, como los osos, los leones marinos, focas y morsas. Esta adaptación es compartida con otras muchas especies animales, distribuidas en distintos continentes y expuestas a diversas condiciones climáticas.
La producción de calor metabólico ha permitido a los mamíferos colonizar lugares tan fríos como las aguas de la Antártida. Un escarabajo o un lagarto no pueden aguantar temperaturas tan bajas.
2. Aves, como las lechuzas y los pingüinos
Los pájaros también son animales ectotermos, y prueba de ello es que pueden vivir en climas que se caracterizan por sus temperaturas bajo cero. Los pingüinos son el ejemplo viviente de esta estrategia, pues además de producir calor metabólico, se agregan en formaciones sociales que minimizan la pérdida de calor con respecto al medio.
3. Atunes, tiburón y pez espada
Algunos peces, como los tiburones peregrinos, los atunes o ciertos peces espada tienen el “cuerpo caliente”, debido a que ciertas zonas de su organismo muestran una temperatura más elevada que el agua en la que están.
Por ejemplo, los músculos rojos —muy inervados—, encargados de la natación, aumentan su temperatura y les proporcionan a estos animales la energía necesaria para cazar. Por ello, este tipo de peces se caracterizan por ser grandes depredadores.
Pero ojo, este calor tiene que mantenerse en el cuerpo a través de la circulación y no se puede perder por las branquias. Así, si se calienta una región corporal, el calor debe quedarse en dicha zona a través de diversos mecanismos ,como el intercambio de agua a contracorriente.
Ejemplos de animales ectotermos
Con respecto a los ectotermos, se identifican en este grupo a los reptiles, como las tortugas, los lagartos y las serpientes. También se engloban aquí los anfibios y la gran mayoría de peces, así como todos los grupos de invertebrados presentes en la naturaleza. Te ponemos unos ejemplos.
1. Tortugas y otros reptiles
Dentro de los reptiles —todos ellos ectotermos– se encuentran las tortugas. Un hecho curioso es que recientemente se ha demostrado la relación entre la temperatura y el tamaño de su caparazón. Según este estudio, también el hábitat influye, ya que las proporciones de esta coraza varían en las tortugas terrestres y las acuáticas.
Otros reptiles, como los cocodrilos, son dependientes de la temperatura para la incubación. A temperaturas más bajas, las crías son hembras, mientras que a otras más altas son machos.
2. Anfibios, como las ranas
Los anfibios son animales ectotermos que no generan suficiente calor interno. Este grupo incluye a las ranas, unos animales muy curiosos que engloban a una gran cantidad de especies, tanto inofensivas como letales. Por otro lado, también existen especies extrañas en este taxón, como ranas con pelo (Trichobatrachus robustus), que desafían la imaginación popular.
3. Artrópodos, como los escorpiones
Todos los invertebrados son ectotermos por definición, ya que no son capaces de producir calor corporal de manera sostenida. Los escorpiones son un claro ejemplo de ello, pues su estrategia vital denota esta falta constante de energía metabólica. Estos arácnidos se mueven muy poco y solo cazan a sus presas cuando pasan por delante de su guarida.
Como has podido leer, diferenciar entre animales endotermos y ectotermos es más o menos sencillo. Estos mecanismos son otro ejemplo del efecto de la evolución sobre la forma de vida de los animales, ya que la ectotermia está en especies más antiguas y la endotermia aparece en las especies más recientes.
En resumen, cada animal ha desarrollado distintas estrategias para conservar el calor o para captarlo del ambiente, y esto ha modulado su evolución y rango de distribución. En la naturaleza, todo tiene un sentido.
Bibliografía
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