Los canguros se caracterizan por ser unas de las especies más carismáticas que se encuentran en Australia. De hecho, son un grupo de mamíferos únicos en el reino animal, ya que poseen un marsupio que les sirve para resguardar a sus crías mientras crecen. Además, los canguros se distribuyen por zonas áridas y secas, por lo que han desarrollado ciertas estrategias para facilitar su alimentación.
Estos animales se clasifican como marsupiales, taxón que también agrupa al ualabí y al ualarú. Para evitar confusión, en este espacio se hablará de las 3 especies más conocidas de canguros: el rojo (Macropus rufus), el gris oriental (Macropus giganteus) y el gris occidental (Macropus fuliginosus). Sigue leyendo para conocer más acerca de cómo se alimentan estos mamíferos.
Características de los canguros
Los canguros alcanzan una altura de 1,6 metros, mientras que su cola mide por sí sola otros 120 centímetros de largo. Gracias a este gran tamaño son reconocidos como unos de los marsupiales más grandes que existen. Además, poseen unas fuertes y enormes piernas que les sirven para desplazarse saltando a través de su hábitat.
Estos mamíferos poseen un pelaje suave y afelpado que suele tener colores grises, cafés y beige. Dicha coloración es más clara en su región abdominal y más oscura en su espalda. Esta característica puede variar un poco según la localidad y la época del año, pues los ejemplares reducen la densidad de su pelo para resistir mejor a las altas temperatura.
El canguro porta unas patas delanteras más pequeñas que las traseras, las cuales usa de manera similar a las manos de los humanos. Sin embargo, estas extremidades presentan garras en cada uno de sus dedos. Esto le permite utilizarlas para excavar y buscar comida o agua.
¿Cuál es la alimentación de los canguros?
Los canguros son animales herbívoros que se especializan en consumir hierbas y plantas pequeñas. En general, pueden digerir una gran cantidad de follajes arbustivos o arbóreos, con la única condición de que sean verdes. Esto lo hacen para asegurar que su comida también contenga cierta cantidad de agua. Gracias a esto, se hidratan al mismo tiempo que se alimentan.
Estos animales están acostumbrados a “pastorear” en las planicies extensas de su territorio. Sin embargo, también suelen buscar de manera activa ciertas plantas específicas (como suculentas, brotes, quenopodios y lirios) para complementar su dieta. El canguro gris occidental también consume arbustos venenosos, pues tiene la capacidad de resistir los efectos de ciertas toxinas vegetales, como el fluoroacetato.
La alimentación de los canguros incluye la vegetación disponible en la mayoría de los pastizales verdes de su hábitat, pero no están limitados a esta zona. Su adaptabilidad ocasiona que dichos marsupiales también lleguen a invadir los cultivos humanos. Por lo tanto, algunas personas los consideran como plagas y los cazan para proteger las cosechas.
La difícil tarea de digerir las plantas
Los herbívoros necesitan ciertas adaptaciones para poder digerir las plantas que consumen. Esto se debe a que las especies vegetales cuentan con células resistentes a la digestión. Por esta razón, algunos animales como los rumiantes trituran su comida durante mucho tiempo para aprovechar los nutrientes de la planta.
Esto mismo sucede con los canguros, ya que su cuerpo se ha adaptado para poder sacar el mayor provecho de su dieta. Para empezar, la dentadura de estos animales presenta varios premolares aplanados con el fin de triturar mejor las hojas. Además, los molares exhiben formas irregulares que les permiten realizar cortes en los tallos de las hierbas.
El papel del estómago
Una excelente trituración de la comida ayuda mucho a la digestión de los vegetales. Sin embargo, para lograr hacer más eficiente el proceso es necesario que el sistema digestivo también presente algunos cambios. En el caso de los canguros, esta modificación se encuentra en su estómago, el cual se divide en varias cámaras (como el de algunos rumiantes).
Estos marsupiales utilizan un proceso de fermentación cuya función es predigerir las plantas que consumen. Para ello, las cámaras del estómago almacenan ciertas bacterias inofensivas para el canguro, las cuales comienzan a degradar la comida cuando entra al estómago. De esta manera se descompone rápido el alimento y sus nutrientes se asimilan mejor.
El impacto de la alimentación de los canguros
Como te podrás dar cuenta, los canguros tienen un cuerpo enorme y eficiente que está adaptado a su dieta herbívora. Gracias a esto, no solo aprovechan todos los nutrientes que pueden ofrecerles las plantas, sino que también pueden resistir algunas de sus toxinas. En consecuencia, se consideran animales adaptables que se alimentan con facilidad de varios tipos de especies vegetales.
Aunque esto parece positivo, la realidad es que son capaces de convertirse en un problema para la ganadería y la agricultura. Esto se debe a que las zonas de cultivo también sirven como su fuente de alimento y ocasionan pérdidas económicas a la población. Asimismo, el canguro compite por la pastura con el ganado, lo cual se convierte en un dilema para los ganaderos.
Por si fuera poco, la población de los canguros se ha incrementado en las últimas décadas, lo que ha aumentado el descontento en la población. En consecuencia, el gobierno australiano ha tenido que establecer leyes para controlarlos y protegerlos. Gracias a esto, se han reducido bastante los impactos negativos sin comprometer la estabilidad de las especies.
Los canguros son unos de los animales más carismáticos que existen, pero su gran eficiencia para alimentarse los convierte en un peligro ecológico latente. Esto no significa que deban ser erradicados, pues eliminarlos solo podría derivar en otro desbalance de las interacciones naturales. Es mejor encontrar un equilibrio en el que se logre coexistir bien con las especies.
Bibliografía
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