La relacionamos con Estados Unidos, ya que es su símbolo por excelencia, aunque también habita otros países de América del Norte. En este artículo te contaremos todo sobre la famosa águila calva. ¡No te lo pierdas!
Características y hábitat del águila calva
Si bien se la conoce como ‘calva’, en realidad su cabeza está cubierta de plumas blancas, las cuales contrastan con las oscuras del cuerpo y las alas. Se trata de un ave de buen tamaño, que puede medir hasta 2,5 metros de envergadura y pesar alrededor de siete kilos. Las hembras son más grandes que los machos, y llaman la atención su pico y sus patas amarillas.
El águila calva vive en casi todo Norteamérica, concretamente desde el Norte de México hasta el sur de Canadá y Alaska. Está presente en todo Estados Unidos –existen diferentes subespecies– y se adapta a diversos ecosistemas: desiertos, bosques (en varios parques nacionales por ejemplo) y pantanos.
Comportamiento, alimentación y reproducción del águila calva
Este ave pasa mucho tiempo inmóvil posado en la rama de un árbol o en su nido; si bien puede parecer que está ‘indiferente’ a lo que sucede a su alrededor, lo cierto es que registra con mucha atención incluso los menores movimientos.
Suele vivir sola o en pareja; solo en ocasiones forma grupos, en el caso de que la zona ofrezca una buena cantidad de comida. Tiene por costumbre ‘robar’ las presas a las águilas pescadoras una vez que la persigue y hostiga durante varios minutos, hasta que suelta el pez y huye.
El águila calva se alimenta de cualquier cosa –es oportunista– y su principal alimento son los peces como la trucha y el salmón (si vive cerca de las costas del océano Pacífico). También puede consumir carroña de focas y ballenas. A diferencia de otras aves, solo captura animales moribundos o muertos que salen a la superficie.
En lo que se refiere a la reproducción, merece la pena destacar que alcanza la madurez sexual a los cuatro o cinco años cuando regresa al sitio donde nació. La época de apareamiento puede ser de octubre a abril (al sur de América del Norte) o de abril a agosto (al norte).
Cada año se forman las parejas: una vez que se elige compañero, se vuelven a encontrar en los meses de reproducción hasta que uno muere. Ambos construyen el nido en el suelo, en un árbol o cerca de un precipicio, pero siempre cerca del agua.
El águila calva es el mayor ‘constructor’ de casas, ya que un nido puede tener cuatro metros de alto y más de dos metros de ancho. Las hembras ponen por temporada hasta cuatro huevos –aunque lo normal son dos– de color blanco opaco y los incuba por 35 días. Junto a los machos se encargan de proveer alimento a los polluelos, quienes abandonan el hogar a los tres meses, cuando todo su plumaje les ha crecido.
El águila calva como símbolo
Si bien no tiene mucho contacto con la gente, ya que elige sitios altos para anidar o alimentarse, el águila calva siempre ha estado rodeada de misticismo. Las tribus nativas americanas usaban sus plumas para los tocados o vestimenta religiosa; la consideraban un mensaje espiritual, símbolo de fertilidad y objeto de bienvenida a los huéspedes.
Es además el animal nacional de Estados Unidos: aparece en el escudo oficial, en el sello del presidente, en la moneda de cuarto de dólar, en el emblema de las fuerzas aéreas, en el escudo de la agencia nacional de seguridad y en la bandera del Estado de Illinois.
Este ave se relaciona con la fuerza, la valentía y la majestuosidad en pleno vuelo. Aunque es tan importante para este país, casi se extingue a fines del siglo XX. En la actualidad la población se ha estabilizado, gracias a diversos programas de conservación y protección.