Las bacterias son organismos unicelulares –de una sola célula– microscópicos. Habitan todos los entornos del planeta Tierra, incluidos el interior y exterior del cuerpo humano, e incluso el de tu gato. Representan una cantidad muy importante del carbono presente en los ecosistemas, así que sin ella la vida sería imposible. No obstante, también provocan patologías en los gatos que se combaten por medio de antibióticos.
La gran mayoría de las bacterias son inocuas para la salud. Sin embargo, existe un grupo de bacterias que son los agentes causales de diversos padecimientos. Entre las enfermedades infecciosas más frecuentes se encuentran la gastroenteritis, la neumonía, las infecciones de la piel y las infecciones de vías urinarias.
El tratamiento con antibióticos para gatos se indica solo en los casos de infección bacteriana. Dichos patógenos se pueden establecer en el gato a través de heridas abiertas, por contagio con algo que ingiere, o al estar presente en su entorno. Sigue leyendo este espacio y descubre algunos datos relevantes sobre los antibióticos para gatos en el siguiente espacio.
1. ¿Cómo actúan los antibióticos?
Dependiendo de su naturaleza química, un antibiótico puede tener diferentes mecanismos de acción. Estos son los siguientes:
- Si inhibe la reproducción de la población bacteriana, se dice que es “bacteriostático”. Este es el caso si, por ejemplo, evita que la bacteria construya sus paredes celulares (y por ende, su cuerpo entero).
- Si la droga bloquea una función crucial para que la bacteria viva, se dice que es “bactericida”. Este es el caso si, por ejemplo, bloquea una ruta celular para aprovechar sus fuentes de energía.
No todos los tipos de antibióticos son iguales. Algunos se consideran de amplio espectro y actúan frente a una cantidad considerable de géneros y especies bacterianas, mientras que otros son de espectro reducido y su rango de acción es muy limitado. Las penicilinas, las quinolonas, los macrólidos y los aminoglucósidos son algunos de los más conocidos.
2. ¿Qué es la resistencia a antibióticos?
Es posible que te hayas percatado de que los antibióticos para gatos no están disponibles para que los tutores de mascotas los compren sin receta. Esto se debe a que durante las últimas décadas, la comunidad médica ha temido la resistencia a los antibióticos.
En pocas palabras, no todas las bacterias se eliminarán mediante el consumo de antibióticos, menos aún si se aplican de manera inadecuada o durante un tiempo menor al estipulado. Por lo tanto, cualquier bacteria remanente que haya logre evadir los antibióticos tiene el potencial de “cambiar” (genéticamente) para protegerse de la droga. Es decir, se hace “resistente”.
A medida que estas bacterias resistentes cambian y se reproducen, transmiten estos genes a la siguiente generación de bacterias. Entonces, como resultado final, surgen poblaciones bacterianas resistentes que ya no se afectan por los antibióticos. De hecho, a estas cepas inmunes a la mayoría de los antibióticos conocidos en la actualidad también se les denomina superbacterias.
La resistencia a los antibióticos se favorece demasiado cuando se aplica un tratamiento en un paciente que no los necesita. Por ello, nunca debes automedicar a tu gato.
3. ¿Cómo evitar la resistencia a los antibióticos en gatos?
La resistencia a los antibióticos es algo que se debe evitar a toda costa en el mundo de la veterinaria. Esto se debe a que, de desarrollarse, algunas bacterias podrían enfermar al animal más de lo esperable y no responder a los tratamientos indicados.
Tal y como indican los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), estas son algunas de las cosas que puedes hacer para evitar este escenario:
- Pregunta a tu veterinario sobre los métodos de prevención: la higiene, la dieta y la rutina del félido son el primer paso para mantenerlo sano. Si sigues los parámetros adecuados, evitarás que se infecte en primera instancia.
- Utiliza los antibióticos solo cuando te los recete un veterinario: nunca mediques a tu gato si le ves tosiendo o decaído. Llévalo a un profesional y que te otorguen los fármacos pertinentes.
- Mantén los antibióticos lejos del alcance del animal y los niños: así evitarás que se otorguen más dosis de las indicadas.
- Desecha los antibióticos en puntos habilitados: nunca los tires a la basura normal o por el desagüe, pues podrían contaminar el ambiente natural y generar resistencias en bacterias de los ecosistemas.
- Asegúrate de cumplir el tratamiento exacto con tu mascota: si dejas de medicar a tu gato antes de tiempo porque lo ves “bien”, favorecerás que reaparezcan infecciones originadas por organismos resistentes.
Tener todas estas ideas en mente es esencial a la hora de tratar a un gato enfermo por una infección bacteriana. Recuerda que cuidar de un animal es un compromiso y faltar a su salud implica poner en peligro al resto de seres vivos que lo rodean.
4. ¿Cuáles son los antibióticos para gatos de uso común?
Algunos antibióticos bactericidas de uso común en gatos incluyen a los betalactámicos –derivados de penicilina– y el metronidazol. Estos tipos de antibióticos se usan a menudo para tratar las siguientes infecciones en gatos:
- Derivados de la penicilina: de este grupo, la Amoxicilina es el antibiótico más utilizado en medicina humana y veterinaria. Se administra a gatos que sufren infecciones de oído, infecciones urinarias e infecciones respiratorias superiores. También en heridas, abscesos y mordeduras.
- Metronidazol: se puede usar comúnmente para tratar infecciones por protozoos como Giardia y Trichomonas y también una enfermedad inflamatoria intestinal en gatos y perros.
- Gentamicina: infecciones respiratorias, neumonía, infecciones del oído y más.
- Azitromicina: se ha empleado para tratar la enfermedad de Lyme en gatos, infecciones por estreptococos, clamidia e infecciones por estafilococos.
- Oxitetraciclina: infecciones causadas por protozoos, infecciones sinusales, así como anemia infecciosa felina.
- Doxiciclina: este es un antibiótico de amplio espectro que se ha utilizado para tratar afecciones, como la enfermedad periodontal en gatos y perros y aquellas producidas por el Toxoplasma gondii y la Chlamydia felis.
Estos antibióticos son de amplio espectro y pueden ser empleados para varias condiciones. De todas maneras, es esencial que los recete un veterinario en todos los casos.
5. Dosificación adecuada
El veterinario deberá pesar y examinar a la mascota para recetar la dosis adecuada. Los factores que determinan la dosis incluyen el peso del animal, los síntomas, la condición médica general y cualquier otro medicamento que pueda estar tomando.
Es importante suministrar el antibiótico durante el tiempo indicado. Incluso si el gato parece ya sano, debes continuar con el tratamiento completo. Como hemos dicho en líneas previas, esto reducirá las posibilidades de que la infección se repita y ayudará a tu gato a mantenerse en perfecto estado de salud.
Si por accidente te saltas una dosis de antibióticos, administra la dosis olvidada tan pronto como te acuerdes (a menos que te indique lo contrario un profesional en salud animal). De todas formas, no hagas esto si lo recuerdas ya casi a la hora de la siguiente dosis programada. En ese caso, no le des a tu gato dos dosis a la vez.
Si tienes dudas acerca de cómo suministrar el medicamento, consulta con el veterinario cuanto antes de aplicar cualquier medida. Es importante que te cerciores de informarte bien primero.
6. Posibles efectos secundarios del uso de antibióticos en gatos
Todos los medicamentos pueden causar efectos secundarios desagradables. Algunos de ellos son los siguientes:
- Los efectos secundarios comunes de la amoxicilina y la ampicilina incluyen: Malestar estomacal, vómito, diarrea, salivación excesiva.
- Los efectos secundarios de la tetraciclina en de los gatos es principalmente náuseas y diarrea. También otros como dificultad para tragar, decoloración de los dientes, sensibilidad al sol, retraso en el crecimiento y curación de los huesos, daño al hígado o riñones.
7. ¿Qué pasa si el gato consume antibióticos por accidente?
Como con cualquier otro fármaco, el consumo indiscriminado o excesivo de antibióticos puede llegar a ser fatal para los gatos. En caso de que por accidente ingiera más de su dosis diaria, lo mejor es acudir de inmediato al veterinario para que realice un lavado de estómago. Este proceso extrae del tracto digestivo gran parte de la medicina para evitar que la intoxicación sea más grave.
Si sospechas que tu mascota consumió una dosis inadecuada de antibióticos, pero no estás seguro de ello, tendrás que mantener en vigilancia a compañero durante algunas horas. En los casos leves, el felino podría no presentar ningún síntoma de intoxicación. No obstante, en escenarios graves se podrían percibir alguno de los siguientes signos de alerta:
- Convulsiones.
- Depresión e inmovilidad.
- Hipotermia.
- Dificultad para respirar.
- Hiperactividad.
Cuando observes alguno de estos síntomas, no dudes más y acude con tu veterinario de emergencia. Ten en cuenta que el tiempo de absorción de los antibióticos varía en cada caso, así que prologa la observación por al menos 24 horas o acude de manera preventiva con un profesional.
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8. ¿Se le pueden dar antibióticos de uso humano a los gatos?
Existen varios tipos de antibióticos que se usan tanto en gatos como en humanos. Sin embargo, cada uno está diseñado con una concentración diferente, por lo que se puede ocasionar una sobredosis al intentar usar la medicina humana en felinos. Así que bajo ningún concepto utilices los fármacos de tu botiquín para tratar a tu mascota, a menos que el veterinario lo indique y te guíe para hacerlo.
9. Tratamientos con antibióticos para gatos
Existen varios tratamientos antibióticos que debes evitar, entre ellos:
- Antibióticos tópicos: se ha reportado que los ungüentos tópicos de antibióticos como la neosporina o la bacitracina -de uso común en humanos- son altamente peligrosos. Un gato que lame la pomada de una herida puede ingerir lo suficiente como para causar una enfermedad grave o incluso la muerte.
- Fluoroquinolonas: puede causar convulsiones en los gatos, según el Centro de Control de Envenenamiento de Animales de la ASPCA. Estos medicamentos antibacterianos sintéticos de amplio espectro se comercializan con nombres de marca como Baytril, Cipro y Levaquin.
El Manual veterinario de Merck señala que, en los gatos, los efectos adversos de esta clase de medicamentos, en especial la enrofloxacina –comercializada como Baytril– incluye la degeneración retiniana aguda, que puede provocar ceguera.
Ten presente que para recetar los antibióticos más apropiados para los gatos, tu veterinario deberá realizar un examen físico completo. Además, algunos veterinarios pueden considerar realizar una prueba de cultivo y sensibilidad para ver qué tipo de bacteria puede estar presente en una determinada infección.
Bibliografía
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