4 tipos de patas en aves

Si nadan, si se agarran a las ramas, si cazan, si cavan... De ello dependerá la forma de sus extremedidades

Zorzal común

Cuando vemos sus extremidades, nos damos cuenta de que no son iguales las de las águilas que las de los patos; o las de las gallinas que las de los colibríes. Los tipos de patas en aves dependerán del medio en que viven y de la alimentación que tengan. Conoce más en este artículo.

¿Qué tipos de patas en aves existen?

Así como los picos o las plumas nos dicen mucho sobre la especie, las patas en aves nos permiten descubrir dónde viven y qué comen. Solo es cuestión de observar sus extremidades. Por lo general, todas tienen cuatro dedos, pero estos se ubican en diferentes posiciones para poder nadar, aferrarse a las ramas, capturar presas o caminar.

1. Aves canoras

Las anisodáctilas son las patas en aves más comunes, donde los dedos –flexibles– están ubicados tres hacia adelante y uno hacia atrás. Esto les permite caminar sin problemas en tierra o bien aferrarse a las ramas de los árboles. La mayoría de las especies tienen patas anisodáctilas; algunos ejemplos son los mirlos, los gorriones, los zorzales –foto que abre este artículo– y los reyezuelos.

El dedo trasero o libre les permite el equilibrio, y además es el que se agarra a la rama cuando el ave se sienta o quiere dormir. ¡Así no se cae! En todos los casos, son patas pequeñas y con uñas finas pero muy fuertes.

2. Aves acuáticas

Ya que pasan mucho tiempo en contacto con el agua, las patas en aves acuáticas han evolucionado de una manera asombrosa: entre cada uno de los dedos se despliega una membrana que les permite propulsarse en el mar, río o lago. Estas patas palmeadas pueden estar siempre abiertas o cerrarse cuando caminan por tierra.

Especies de patos domésticos

Dentro de este tipo de pata podemos también hacer ciertas diferencias; por ejemplo, los patos tienen solo tres dedos ‘unidos’ que les sirven para remar y los cormoranes los cuatro.

En el caso de las aves zancudas –como las garzas– cuentan con tres dedos delanteros y uno trasero, para poder caminar mejor sobre superficies blandas y de poca profundidad. Y por supuesto sus extremidades son muy largas y coloridas.

Hay otras especies que son también acuáticas, pero cuyas patas son incluso más grandes que su cuello y cabeza. Esto les permite caminar entre vegetación flotante como los juncos sin caerse, ya que pueden distribuir muy bien el peso del cuerpo.

3. Aves rapaces

También conocidas como aves de rapiña, presentan unas patas muy características: en forma de gancho. Sus dedos son grandes y fuertes, y cuentan con uñas bien afiladas para poder atrapar a sus víctimas en pleno vuelo.

Además tienen almohadillas gruesas y ásperas que las presas no puedan escapar e incluso aquellas que se alimentan de peces presentan una especie de ‘espinas’ para sostener los cuerpos mojados y resbaladizos a grandes alturas.

Las patas en aves rapaces suelen ser de color amarillo o negro, y en ocasiones ‘combinan’ con el tono del pico y llaman mucho la atención. Algunas especies de aves de rapiña son el águila, el halcón y la lechuza.

4. Aves terrestres

No podemos dejar de lado a las aves terrestres, como por ejemplo las de corral (gallinas o faisanes), cuyos dedos y uñas son muy fuertes para poder cavar la tierra en busca de insectos.

Animales que se comen los huevos

Otros como el pájaro carpintero cuentan con dos dedos hacia adelante y dos hacia atrás para aferrarse a los troncos de los árboles y conseguir su alimento. Los Martín Pescador tienen patas sindáctiles, con solo dos de sus dedos –centrales– unidos entre sí.

También debemos hablar de las aves corredoras como el avestruz y el ñandú, quienes cuentan con patas de gran tamaño pero dedos cortos, con el fin de no ‘quedar atrapados’ en la tierra. Al verlos correr es como si casi no se apoyaran en el suelo. Además, los talones son afilados para poder defenderse de ser necesario.

Scroll al inicio