4 animales salvajes que practican la coprofagia

La coprofagia es una técnica poco conocida pero habitual en el comportamiento de los animales salvajes. En el mundo natural, nada se desaprovecha.
4 animales salvajes que practican la coprofagia
Elsa M. de Arribas

Escrito y verificado por la bióloga Elsa M. de Arribas.

Última actualización: 30 julio, 2022

La coprofagia es una técnica practicada por diferentes especies en todo el mundo. Es una adaptación biológica poco conocida, que en el ser humano genera mucho rechazo. De todas formas, los animales que recurren a comerse sus propias heces —o las de los demás— lo hacen por un motivo concreto.

En el mundo natural, cada especie se especializa en un nicho ecológico único. Algunos animales se encargan de transformar la materia orgánica que ya ningún ser vivo va a reutilizar, o lo que es lo mismo, sus heces. Si quieres saber más sobre la coprofagia, sigue leyendo.

¿Qué es la coprofagia?

La coprofagia se define como la ingestión de heces o excrementos y es un comportamiento habitual en algunas especies de animales. El objetivo de la coprofagia es ingerir los nutrientes esenciales que no se han digerido al pasar por el tracto digestivo y que, de otra forma, se desperdiciarían.

Solo algunos seres vivos practican la coprofagia como una forma de alimentación natural. Entre ellos, se encuentran tanto invertebrados como vertebrados. Por otro lado, únicamente se consideran coprófagos estrictos aquellos animales que se alimentan exclusiva o casi exclusivamente de los excrementos de otros, como ciertos escarabajos.

También existen coprófagos ocasionales, es decir, animales que comen otros alimentos pero que a veces ingieren sus propias heces. Esto es debido a que su intestino no consigue descomponer por completo los alimentos y extraer todos los nutrientes en una sola pasada. Por esa razón, reingieren las heces y las vuelven a digerir una segunda vez.

Además, los animales coprófagos, como los conejos, expulsan 2 tipos de heces diferentes, una que se comen y otra que no. Las heces que pueden comerse reciben el nombre de cecotropes o heces nocturnas.

¿Qué animales practican la coprofagia?

A continuación, se explicarán alguno de los animales salvajes que practican la coprofagia, tanto estrictos como ocasionales. No te lo pierdas.

1. Conejos

Los conejos consumen una parte de sus propias heces, en concreto, las llamadas cecotropes. Estas heces son blandas y están compuestas por comida digerida parcialmente, de la que extraen nutrientes.

Algunas especies relacionadas con los conejos —como las cobayas— carecen de un sistema digestivo sofisticado. Por esta razón, las heces les aportan nutrientes y vitaminas, como los hámsteres, que reabsorben vitamina B y K gracias a la coprofagia.

Los conejos realizan la coprofagia.

2. Chimpancés

Se ha observado que en algunas ocasiones, los chimpancés pueden alimentarse de sus heces. La razón por la que lo hacen es la misma que la de los conejos. Esto implica que las semillas que ingieren no les permiten obtener todos los nutrientes en la primera digestión. Por ello, vuelven a ingerirlas para poder extraer todos sus beneficios.

También se ha advertido este comportamiento en gorilas, que pueden ingerir excrementos propios o de otros gorilas. Por otro lado, los simios y los monos suelen ingerir excrementos de otras especies.

Un chimpancé tumbado.

3. Escarabajos peloteros

Por el contrario, los escarabajos peloteros se alimentan de excrementos de otros animales. Dependiendo de si estos son crías o adultos, se nutren de un tipo de materia o de otro. Las crías de escarabajo pelotero se alimentan de restos de materias primas de excrementos sólidos. Esto es debido a que no poseen piezas bucales especializadas con las que chupar el líquido de esa materia prima.

Algunas especies de escarabajo pelotero pueden utilizar el estiércol para construir sus viviendas, donde ponen sus huevos. Además, también se ha advertido este comportamiento en otros insectos, como moscas y otras larvas de dípteros.

Un escarabajo egipcio transporta heces.

4. Perros

La coprofagia puede verse como algo normal cuando es realizada por seres salvajes. Sin embargo, cuando la practican animales domésticos como los perros, la gente puede escandalizarse. La coprofagia es un comportamiento natural, aunque no sea muy común observarlo en perros. Aunque parezca sorprendente, se cree que esta conducta puede ser un hábito aprendido de sus madres.

Cuando las madres limpian a sus cachorros, estimulan la región perineal, lo cual provoca que la cría orine o defeque. La madre limpia al cachorro, una conducta que este aprende y puede repetir a lo largo de su vida. 

Si los dueños se sienten incómodos con este comportamiento, pueden tomar medidas para reconducirlo. Para ello, se recomienda cambiar la dieta de la mascota, recoger sus heces de manera inmediata o realizar rutinas de ejercicio para el perro.

Un perro con una caca.

Otros mamíferos

Algunas especies de mamíferos realizan la coprofagia de manera esporádica para obtener bacterias que no poseen. Las crías de elefante o koala ingieren los excrementos de la madre, para incorporar el microbioma normal a su tracto digestivo. De esta manera, las crías pueden digerir los alimentos ingeridos.

Otro ejemplo son los cerdos, a quienes les agrada comer heces. Parece ser que esta práctica es beneficiosa para el suelo y las aguas, es decir, para el medio ambiente. Cuando los cerdos ingieren heces, pueden estar practicando de forma inconsciente una táctica para ahorrar alimentos y también producir menos desechos orgánicos.

Sin embargo, al mismo tiempo aumenta los riesgos de contagio de enfermedades y virus entre ellos, pues las heces son un vehículo de transmisión de parásitos.

El koala es una especie en peligro de extinción.

La coprofagia es una técnica habitual en el mundo animal, aunque los ejemplos más conocidos sean el conejo o los roedores. Además, esta estrategia evolutiva tiene una importancia ecológica notable, gracias a la acción de coprófagos que fertilizan el suelo y aceleran la degradación de las heces.


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