Los tumores en perros mayores pueden clasificarse en dos categorías: malignos o benignos. En primer lugar, los tumores malignos son aquellos que crecen rápido y migran a otros órganos del cuerpo, mientras que los benignos son menos agresivos, crecen lento y se mantienen en un mismo lugar.
De manera desafortunada, los tumores o también llamados neoplasias, son bastante frecuentes en los perros mayores. Sin embargo, pocos tutores saben cómo deben actuar si su mascota presenta alguno de ellos. Sigue leyendo este espacio y descubre qué hacer en estos casos.
¿Por qué aparecen los tumores en perros mayores?
Aún se desconoce cuáles son las causas precisas de los tumores, ya que su presencia puede estar propiciada por diferentes factores. A nivel celular, se sabe que el daño en ciertos genes que regulan el ciclo celular, son los causantes de la formación de las masas. No obstante, este tipo de daños pueden ser inducidos por las condiciones ambientales, el metabolismo, los problemas hormonales y otras situaciones cotidianas.
Si bien no todos los canes presentan tumores, los perros mayores tienen una gran probabilidad de padecerlos. Al parecer, el desgaste que se produce por la vejez también ocasiona daños progresivos al genoma celular, por lo que con el paso del tiempo, estas afectaciones se acumulan y derivan en tumores.
Signos que evidencian la presencia de tumores en los perros
Es difícil establecer qué síntomas presentan los perros que padecen un tumor, pues estos varían según el tipo del que se trate. A pesar de ello, debido a que el tumor es en realidad una masa amorfa que crece de manera constante, se podría decir que la presencia de bultos es el signo de alerta más característico.
Dichos bultos pueden aparecer en cualquier parte de su cuerpo, por lo que al menor indicio de ellos, se debe acudir con un veterinario a revisión. Recuerda que más del 50 % de los fallecimientos canes viejos se debe a diferentes tipos de tumores, así que no pases por alto esta señal.
Diagnóstico de tumores en perros mayores
Si encuentras un tumor en tu perro, debes llevarlo a la consulta veterinaria y estar preparado para responder algunas preguntas. Una historia clínica, junto con un examen cuidadoso de los bultos, ayudará a tu veterinario a determinar el mejor curso de tratamiento.
Así, es común indagar: ¿cuánto tiempo lleva allí el bulto? ¿El bulto molesta a tu mascota? ¿Parece haber picazón, irritación, dolor o sensibilidad? ¿Tu mascota la ha estado masticando o lamiendo continuamente? Tu veterinario también considerará la ubicación del bulto. Esto le dará pistas sobre qué tipo de tumor puede ser.
Pruebas especiales para detectar tumores en perros mayores
Si es necesario, tu veterinario puede realizar un procedimiento llamado aspirado con aguja fina. Se introducirá una aguja en el centro del bulto y se usará una jeringa para obtener material del bulto. Este material se colocará en un portaobjetos y se evaluará bajo un microscopio.
Tu veterinario también puede tomar una biopsia del bulto. Esto implica extraer un pedazo de tejido y enviarlo a un patólogo para su evaluación. Dicho análisis permite conocer el tipo de tumor y la gravedad del caso, lo que es esencial para darle el tratamiento adecuado. Algunos de los tumores más frecuentes en las mascotas son:
- Carcinoma digital de células escamosas. Se observan como bultos o anomalías en las patas de los canes.
- Osteosarcoma. Poco perceptible en sus primeras etapas. Consiste en masas o crecimientos anormales en los huesos del perro.
- Mastocitoma. Tumores que aparecen en diferentes regiones de la piel.
- Adenocarcinomas de mamas. Sus síntomas se parecen mucho a la mastitis.
- Linfoma. Crecimientos celulares que afectan a los ganglios linfáticos, lo que ocasiona la presencia de bultos.
¿Qué tratamiento esperar?
El tratamiento que recibirá tu perro dependerá del tipo de bulto que tenga. No todos los bultos son tumores, y muchos se pueden dejar sin tratamiento. Sin embargo, cada caso es único y no siempre se toman las mismas medidas para todos los tumores.
Si un tumor es problemático, el tratamiento más común es la extirpación quirúrgica. En caso de resultar que fuera un tumor maligno, después de la extracción, tu veterinario puede considerar la quimioterapia o la radiación como parte del tratamiento.
Por el contrario, si el tumor es benigno y no ocasiona ninguna complicación adicional, es probable que solo se le dé un tratamiento paliativo y se mantenga en vigilancia. También ten en cuenta que no todos los tipos de tumores se pueden extirpar, así que lo mejor será seguir las indicaciones del veterinario.
Cabe resaltar que también existen casos en los que puede ser demasiado tarde para un tratamiento. Por lo tanto, el especialista podría proponer la eutanasia como una forma de aliviar el sufrimiento del can. Es entendible que la decisión sea difícil, pero en este tipo de situaciones se debe optar por la opción que menos dolor le ocasione a la mascota.
En caso de tumor maligno, 8 cosas que debes tener en cuenta
Como te puedes imaginar, los casos más complicados son aquellos que se diagnostican como tumores malignos (mejor conocidos como cáncer). En este tipo de escenarios, existen muchos riesgos y los perros mayores tienen pocas probabilidades de supervivencia. Aun así, siempre es mejor tomar en cuenta los siguientes puntos:
1. No es una sentencia de muerte
El hecho de que tu perro haya sido diagnosticado con cáncer no significa que le hayan dado una sentencia de muerte instantánea. Dependiendo del tipo de cáncer y del perro, podría tener meses o años de vida.
2. Tus emociones pueden afectarlo
Tu perro, probablemente, no sabe que está enfermo, pero los canes sienten cuando sus dueños los tratan de una manera diferente, al actuar con tristeza a su alrededor. Recuerda que a menudo él reflejará tus sentimientos, lo que no es bueno para él si te sientes temeroso, triste o deprimido. Aunque parezca imposible, trata de darle mucho cariño y sé lo más positivo que puedas.
3. Asegúrate que sabe que lo amas
Disfruta hoy: ¿no crees que lo mejor para tu perro es asegurarte de que tenga el mejor día cada día? Es importante mostrarle a tu perro todos los días cuánto lo amas. No esperes hasta el último minuto.
4. La nutrición es esencial
Al estar en un estado convaleciente y con tratamientos que pueden llegar a ser agresivos, es crucial que tu perro obtenga los nutrientes necesarios. Así que asegúrate de darle a tu perro la mejor comida que puedas pagar.
5. Pueden ser necesarios los suplementos
En muchas ocasiones la dieta actual del can no cumple por completo todas sus necesidades nutricionales, de manera que podría necesitar suplementos alimenticios. Consulta con tu veterinario para ver si hay suplementos adicionales de venta libre o medicamentos recetados para que la vida de tu perro sea lo más cómoda posible.
6. No olvides el ejercicio
Anima a tu can a salir fuera para hacer ejercicio regularmente, o al menos disfrutar de tomar una siesta al sol en lugar de decidir que, probablemente, no se siente lo suficientemente bien como para salir. El aire fresco siempre es bueno para estabilizar la situación emocional de ambos y para olvidarse un momento de la situación.
7. Toma las decisiones pensando en tu mascota
Amor y respeto. Presta mucha atención a tu perro y su actitud. Nunca es fácil decir adiós, pero cuando ya no pueda comer o interactuar contigo, coloca a tu perro en primer lugar antes que a tus sentimientos de tristeza. Déjalo ir a donde estará libre de cualquier dolor o incomodidad.
8. Agradece su estadía
Si tienes la desfortuna de enfrentarte a la muerte de tu compañero, en lugar de sentir tristeza, sonríe y recuerda la suerte que tuviste de tener este can en tu vida. Seguramente, tu perro dejará esta tierra sintiendo lo mismo por ti.
Los tumores en los perros mayores son uno de los padecimientos más complicados de resolver que existen. No obstante, se les debe ofrecer la mejor atención especializada posible para abarcar todas las opciones disponibles. Recuerda que un diagnóstico a tiempo podría ser la diferencia entre la vida y la muerte, así que mantén citas constantes con el veterinario para detectar cualquier problema a tiempo.
Bibliografía
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