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Todo sobre la menstruación de la perra

Si tienes una hembra canina en casa, seguro que habrás notado ciertos cambios en su organismo en determinados momentos. Se trata del período menstrual, un ciclo totalmente natural, del que te hablaremos a continuación.

La menstruación de la perra comienza entre los 9 y 12 meses de edad.

La menstruación de la perra, también llamada ciclo estral, comienza entre los 9 y 12 meses de edad. Las hembras adultas que han alcanzado la madurez sexual pasan por esta etapa dos veces al año. Así que como tutores, debemos conocer a profundidad el proceso para evitar sorpresas y preocupaciones innecesarias.

La menstruación de la perra consta de cuatro etapas: proestro, estro, diestro y anestro. Durante estas fases, tres hormonas son esenciales: el estrógeno, encargado de iniciar el ciclo, la hormona luteinizante (LH), responsable de causar la ovulación, y la progesterona, que posibilita el embarazo. Sigue leyendo este espacio y conoce todo lo que tienes que saber sobre el tema.

¿Las perras menstrúan igual que los humanos?

El término «menstruación» hace referencia a un ciclo reproductivo mensual, el cual encaja perfecto con los humanos. Sin embargo, las perras son un caso diferente y no se acoplan bien a esta descripción. Es por ello que, de manera formal, a su época de receptividad se le denomina ciclo estral o estro.

A pesar de que no es correcto decir que las perras menstrúan, este término es bastante conocido y no está mal usarlo de manera coloquial. Por esta razón, en las siguientes líneas se utiliza este concepto como un sinónimo del ciclo estral, con el objetivo de hacer más amena la lectura.

¿Cuándo inicia la menstruación en la perra?

Al igual que en los humanos, la menstruación en los canes aparece cuando alcanzan su madures sexual. Esto no siempre ocurre a la misma edad en todas las razas, pero puede presentarse entre los 6 y los 24 meses de edad. Por lo común, los perros más grandes son los que tardan más en menstruar.

Etapas de la menstruación de la perra

Como se mencionaba más arriba, la menstruación (ciclo estral) de las perras tiene una duración variable de entre 4 y 6 meses. Durante este tiempo, ocurren una serie de cambios hormonales que se han dividido en diferentes fases. A continuación, se listan cada una de ellas con sus respectivas características:

Perro tumbado en la hierba.

1. Proestro

La primera fase del ciclo de menstruación de la perra se denomina proestro. Dura alrededor de 9 días, pero puede variar entre 3 y 17 días. Durante esta fase, la vulva del animal se hincha un poco y excreta una secreción de color marrón rojizo.

Durante el proestro es posible que los machos más cercanos se comiencen a sentir atraídos por tu perra. Algunos de ellos intentarán montarla, aunque la hembra los rechazará y es probable que intente morderlos. Ten cuidado mientras se encuentra en esta fase, pues las agresiones podrían subir de intensidad y ocasionar peleas.

2. Estro

Es la segunda fase del ciclo estral, que no debe confundirse con el celo. El estro dura alrededor de 9 días, pero puede abarcar desde 3 a 21 días. En este período, la hembra tiene una suave inflamación de la vulva y presenta flujo vaginal rosado o de color pajizo.

Cuando los niveles de estrógeno disminuyen en el proestro tardío, los niveles de progesterona y de hormona luteinizante comienzan a elevarse. La LH estimula la ovulación dentro de 2 a 3 días y la hembra se vuelve receptiva a los machos.

3. Diestro

Es la tercera fase del ciclo estral. Puede durar entre 50 y 80 días, con un promedio de alrededor de 60 días de duración. En esta fase, el cuerpo de la perra actúa como si estuviera embarazada. Además, debido al aumento de la hormona progesterona, las hembras pueden presentar un embarazo psicológico.

Conforme se llega al final del diestro, la vulva de la perra comienza a disminuir su tamaño y sus secreciones se vuelven un poco más mucosas. Además, en la mayoría de los casos los síntomas del embarazo psicológico desaparecen y la hembra vuelve a su estado normal. Sin embargo, en algunas situaciones este problema se mantiene y es necesario acudir con un veterinario a revisión.

4. Anestro

Es la cuarta y última fase del ciclo estral y puede durar entre 130 y 250 días. Algunas razas de perro, como puede ser el dingo o el basenji, tienen periodos de anestro muy largos y solo pasan por un ciclo al año. Durante esta etapa, las hembras no son sexualmente activas. Se trata de una fase de reposo, en la que el cuerpo comienza a prepararse para repetir su ciclo reproductivo.

Los signos que indican la menstruación en las perras

Al contrario que los humanos, las perras no pasan por la menopausia, de modo que serán fértiles durante toda su vida. Por lo tanto, si no planeas que tu mascota se reproduzca, deberás estar atento a las señales que indican la presencia de su ciclo sexual. Algunos de estos signos de alerta son los siguientes:

  • Cambio del estado de ánimo: el animal puede mostrarse agitado, lo que genera también la atracción de los machos.
  • Pezones hinchados: a veces, pero no siempre, los pezones se hinchan. Esto también puede ser un signo de un embarazo fantasma.
  • Repentino interés de los machos: los perros pueden oler el cambio en las hormonas de las perras antes de que atraviesen la etapa del celo.
  • Inflamación de la vulva: la vulva puede mostrar algo de inflamación, pero es bastante variable. En algunas perras apenas se hincha, mientras que en otras puede verse como una pelota de golf.
  • Cola parada: cuando una hembra está lista para aparearse, mantendrá su cola erguida y la moverá de un lado a otro para asegurarse que el macho pueda olerla.
  • Presencia de sangre: este suele ser el indicador más seguro de que el ciclo estral ha comenzado. Algunas hembras se mantienen demasiado limpias y puede ser difícil saber si están atravesando esa etapa.

El cuidado de una perra durante la menstruación

Mantén una estrecha vigilancia sobre tu mascota, sobre todo para protegerla de una reproducción no deseada. Los machos pueden detectar el olor de la perra en celo y harán todo lo posible para encontrarla. Además, recuerda: una hembra canina puede quedar embarazada desde los 4 meses. Por esta razón, se listan algunos consejos que pueden ayudarte a cuidar de tu compañera:

  • Ten paciencia extra y sé gentil con tu mascota: hazle cariños y protégela.
  • Evita bañar a tu perra hasta que se detenga por completo el sangrado: así reduces la probabilidad de que pueda desarrollar una infección vaginal.
  • Controla a tu mascota de contraer brucelosis: esta enfermedad es una infección bacteriana que se transmite por vía sexual. Puede causar el aborto de las crías y la infertilidad en ambos sexos. Se combate con antibióticos, pero a veces se recomienda la castración como método preventivo de contagio.
  • Puedes utilizar bragas sanitarias: si quieres evitar tener manchas de sangre por toda la casa, es posible utilizar prendas absorbentes que parecen una especie de pañal. Aunque mejoran mucho la higiene del hogar, es necesario poner mucha atención y cambiarlas cuando sea necesario, pues si se les deja demasiado tiempo, pueden propiciar las infecciones.

Por otro lado, en caso de que desees cruzar a tu perra, debes acudir a su veterinario. Él le realizará una citología vaginal o un examen de progesterona en suero para determinar si tu mascota, en ese momento, se encuentra ovulando.

Castración

Para finalizar, si deseas eliminar toda posibilidad de que alguna vez tu mascota tenga una camada, pregúntale a tu veterinario si es pertinente castrarla. De esa manera, no tendrás que lidiar con su celo y evitarás la sobrepoblación de animales.

Ten en cuenta que la castración no solo ayuda a eliminar la menstruación, sino que también evita diversas enfermedades sexuales, previene la aparición de tumores y estabiliza la conducta de las hembras. En resumen, mejora y aumenta la esperanza de vida de los ejemplares, por lo que esterilizar a la mascota es una clara muestra de cariño para tu fiel compañera.

Claro está, al ser una intervención clínica, existe la probabilidad de que aparezcan ciertas complicaciones. Sin embargo, es una operación tan frecuente que los riesgos suelen ser mínimos. Esto significa que los beneficios de la castración superan con creces a los riesgos, lo cual la hace una acción indispensable para mantener la salud de tu mascota.

Si aún dudas sobre castrar o no a tu mascota, lo mejor que puedes hacer es acudir con un veterinario para que te explique y te tranquilice al respecto. Ten en cuenta que traer a varios cachorritos al mundo requiere de mucho compromiso y una buena inversión de dinero. Así que antes de aparear a tu perra, piensa bien en el destino de las crías y si podrás solventar todas sus necesidades. Recuerda que son seres vivos, no mercancía.

Bibliografía

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