Los tiránidos, audaces y volubles pajarillos

La familia de los tiránidos está formada por múltiples especies de aves oriundas del continente americano —paseriformes, en concreto—. Entre unas especies y otras se distribuyen por todo el Nuevo Mundo, salvo por el extremo más septentrional, donde hace demasiado frío para ellos.

Todos los tiránidos son pájaros audaces, con una fuerte personalidad y un genio particular. Además de su marcado temperamento, sobre todo, son volubles, algo que se aprecia en su conducta tan variada. Se pueden encontrar al nivel del mar o a 4000 metros de altitud, en prados, en bosques densos o entorno a ciénagas.

Particularidades sobre los tiránidos

Si hubiera que relacionarlos con algún ave del Viejo Mundo, los tiránidos se parecerían a los papamoscas. Aun así, si bien ambos pertenecen al grupo de las aves paseriformes, lo cierto es que no están emparentados.

Los tiránidos residen en exclusiva en el continente americano, extendiéndose desde el límite septentrional de Canadá hasta el extremo de América del Sur. De hecho, son la familia de pájaros más abundante de los países sudamericanos.

¿Influye el hábitat en su conducta?

Los tiránidos sobreviven en casi todos los hábitats del Nuevo Mundo, desde selvas y montañas tropicales hasta pastizales áridos. Eso sí, la mayor diversidad de especies se encuentra en los bosques y selvas húmedos de baja altitud. Por otro lado, algunos de estos pajarillos se caracterizan por ser grandes migradores.

Por lo tanto, la localización geográfica de estas aves condiciona de forma directa la manera en que viven y se alimentan. De esta manera, sus distintas modalidades de vida, asentamiento y comportamiento les han hecho ganarse la fama de inestables.

Los tiránidos, audaces y volubles pajarillos

La mayoría de especies son muy territoriales e incluso agresivas con las aves que sobrevuelan sus territorios. Su táctica de ataque consiste en colocarse sobre su enemigo y picotearle la cabeza con su afilado pico. Pese a que en términos de tamaño tiene muchas desventaja contra la mayoría de aves de presa, consigue ahuyentarlas casi siempre.

Un tiránido furioso es capaz de montar en la espalda de un cuervo a la fuga. Solo los diminutos colibríes, demasiado veloces para ser perseguidos, están a salvo en las proximidades de estos pájaros.

Alimentación

En su manera de comer, los tiránidos vuelven a parecerse a los mencionados papamoscas del Viejo Mundo. Al igual que ellos se alimentan, en su mayoría, de insectos.

Para ello, permanecen a la espera en una rama y levantan el vuelo para atrapar a sus presas cuando pasan cerca, siempre produciendo un sonido característico con el pico. En ocasiones, también se los puede sorprender comiendo frutas, sobre todo cuando están en época reproductiva.

Cuando el frío del invierno mata a los insectos de los que se alimentan, los tiránidos emigran hacia el sur.

Los nidos de los tiránidos, un aspecto más que curioso de estos pájaros

La conducta de nidificación de los tiránidos es muy variable, como casi todos sus comportamientos. En tema nidos, vuelven a ser aves volubles e inestables. Algunos nidos estarán abiertos; otros, sin embargo, provistos de techo. Unos serán construidos en el suelo; otros entre dos ramas. Unos ocultos; otros visibles.

Algunos tiránidos incluso ocupan nidos abandonados por otros pájaros. Otros usurpan construcciones de barro de los horneros, pero lo más curioso es que recurren a nidificar cerca de avisperos, pues la agresividad de las avispas les brinda protección. Como son inmunes a sus aguijonazos, consideran un colmenar un sitio excelente para procurarse comida.

Algunos de los tiránidos más importantes

El copetón viajero o cazamoscas crestado (Myiarchus crinitis) es un tiránido propio del este de Norteamérica. Anida en agujeros y aprovecha el trabajo de otras aves o, incluso, del hombre.

A pesar de su  naturaleza utilitaria, también es capaz de construirse sus propios grandes nidos en cualquier lugar conveniente. De hecho, no sería la primera vez que un nido de copetón viajero aparece dentro de un buzón, o en el interior de un tubo de estufa desechado.

Una de las particularidades más llamativas de los nidos del copetón viajero es que, a menudo, utiliza los restos de una muda de serpiente para entretejerla con las ramas.

Por su parte, el pitirre americano o tirano oriental (Tyrannus tyrannus) es más abundante en los estados centrales de Norteamérica. Es el responsable de que esta familia de pájaros reciba el nombre de «tiranos».

Esto es así porque, cuando protege el territorio donde anida, no duda en atacar a cuervos, lechuzas, halcones e, incluso, águilas. A pesar de no llegar a los 24 centímetros de longitud, le planta cara a cualquier amenaza que se le presente.

Los tiránidos y su conservación

Para conoce el estado de conservación de esta familia numerosa, hay que analizar los datos que recopila la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (IUCN).

Gracias a ellos, se puede afirmar que casi el 87 % de las especies de tiránidos están entre las consideradas de preocupación menor. Es decir, son abundantes y de amplia distribución. A simple vista, no presentan ninguna amenaza inmediata.

Son, por ello, participantes habituales de los paisajes americanos, a lo largo y ancho del continente. Por esta razón, no es raro que un ojo bien entrenado pueda verlos formando parte de fotografías y dibujos.