Es bastante común que los perros tengan parásitos en algún momento de sus vidas. Por lo tanto, es importante conocer los tipos existentes para identificar el problema. Las tenias son una especie de gusanos planos que pertenecen al grupo de los cestodos. Se instalan en los intestinos desde los cuales se reproducen.
En su evolución es posible que salgan del intestino delgado atacando otros órganos. En estos casos las consecuencias pueden ser fatales. Asimismo, hay que tener muy en cuenta que son altamente contagiosos, incluso para los humanos.
En el ámbito profesional este padecimiento puede conocerse también como cestodiasis. Hace referencia a la infección por el grupo parasitario del que son parte.
¿Cómo saber si tu perro tiene parásitos intestinales?
Algunos síntomas generales están relacionados con actitudes de la mascota:
- Comienza a arrastrar su cola por el suelo en busca de calmar la picazón.
- Se lame o muerde más de lo habitual la zona.
- Empieza a perder peso sin otra modificación en sus hábitos alimenticios.
- Es probable que el perro no posea ninguno de estos síntomas y, de igual manera, tenga tenias, por lo que hay que estar muy atentos cuando se le baña y cuando hace sus necesidades.
- Con las heces son despedidos sacos de huevos, pequeñas masas blancas que se estiran y encogen. Los mismos también pueden estar pegados al pelaje alrededor del ano.
- Aparición de estos diminutos gusanos planos o sus huevos en la caseta del perro.
- En los casos de mayor gravedad pueden aparecer vómitos, diarrea o letargo. En realidad se producen por la afección de otros órganos con los parásitos.
¿Cómo se tratan las tenias en el perro?
El veterinario debe realizar una revisión para comprobar qué tipo de parásitos intestinales tiene el animal. Una vez que tenga el diagnóstico de tenias, indicará los antiparasitarios para contrarrestar y combatir las lombrices.
Uno de los medicamentos más utilizados es el praziquantel. Se trata de un antiparasitario interno con rápida acción y fácil de administrar. Según sea la gravedad de la infección y el animal, se indicará la dosis correspondiente.
¿Cómo llega el parásito a los intestinos de la mascota?
Entre las principales transmisoras de tenia está la pulga. El perro ingiere la pulga y los huevos que estaban depositados en ella crecen en su interior. Llega a su estado adulto en el intestino del animal; este proceso lleva hasta 21 días de desarrollo.
Los roedores o las aves también pueden ser portadores de huevos. Si el perro es cazador e ingiere estos animales también puede enfermarse. El proceso es igual al caso del ejemplo anterior.
Con las heces se eliminan los huevos del parásito que, a su vez, son foco de nuevo contagio, por lo que el ciclo vuelve a empezar. Si el perro muerde sus zonas invadidas o se acerca a ambientes contaminados está en riesgo.
¿Qué hacer para prevenir las tenias?
La prevención es siempre la mejor manera de asegurar una vida saludable y feliz de la mascota. Para ello, se pueden tener en cuenta estos consejos:
- Es preciso cumplir con la agenda de desparasitación en los tiempos indicados por el veterinario, del mismo modo que con el resto del calendario de vacunas. De esa forma, el animal puede enfrentar cualquier enfermedad con mayor fuerza.
- Otro punto importante es mantener los animales de la casa libres de pulgas. Como ya se ha indicado, estas son transmisoras de los huevos de este parásito.
- Al realizar baños se debe observar y limpiar con especial cuidado la zona alrededor del ano. Estaremos seguros de que no quede resto de ningún gusano depositado en el área. Lo mismo hay que realizar con el lugar donde repose el perro.
- También hay que controlar que el perro no coma roedores, aves u otros animales pequeños que pueda cazar, tampoco alimentos en mal estado o sacados de la basura.
- Alejaremos al perro de los residuos sanitarios que puedan estar tirados en el parque.
¿Se puede transmitir la cestodiasis a los humanos?
Lo cierto es que el ser humano tiene la posibilidad de contraer la cestodiasis. No obstante, los riesgos son mínimos, ya que deberían ingerir algún animal portador del huevo.
Los más propensos son los niños, en especial cuando juegan en plazas, parques o zonas en las que circulan animales. Las heces del perro pueden estar allí al alcance de los más pequeños.