“Quién puede creer que no hay alma detrás de esos ojos luminosos… “
Theophile Gautier
Los gatos son criaturas fantásticas con las que muchos se sienten fascinados. A su mirada en especial se le ha atribuido infinidad de significados a lo largo de la historia y ha desatado sentimientos que van desde la más sincera adoración, hasta el temor más profundo. Misteriosos, traviesos, luminosos y magníficos. Sin embargo, debes tener en cuenta ciertos factores para cuidar los ojos de tu gato y mantener no solo su belleza, sino su funcionalidad.
De manera afortunada, a menos que tenga un problema congénito, el cuidado de los ojos de los gatos es “sencillo”. Aun así, es importante tomar las precauciones necesarias para evitarles cualquier conflicto en su visión. Sigue leyendo este espacio y descubre como cuidar bien los ojos de los gatos.
Cuidados generales de los ojos del gato
Los ojos de los gatos se encuentran expuestos a diferentes partículas como el polvo, por lo que es posible que en algún momento necesiten limpiarse. Para ello, es suficiente con utilizar una gasa humedecida con agua simple o suero fisiológico. Después, pasa con firmeza y limpia alrededor del ojo sin ejercer mucha fuerza. Eso sí, evita tocar el globo ocular y usa una gasa distinta para cada ojo.
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El proceso anterior no es necesario que se haga de manera diaria, pues podría llegar a ser contraproducente y molesto para el gato. De preferencia, realiza la limpieza cuando veas que su cara está sucia o tiene muchas legañas acumuladas. En promedio, un gato sin padecimientos crónicos o congénitos necesita que le limpien sus ojos mínimos dos veces a la semana.
¿Por qué se ensucian los ojos de los gatos?
Contrario a lo que podría parecer, los gatos se ensucian los ojos debido a muchas de sus actividades cotidianas. Por lo general, su cabeza se mantiene en contacto cercano con el suelo, pues utilizan su olfato y su boca para interactuar con gran parte de su entorno. En consecuencia, es normal que un poco de polvo, polen y otras sustancias lleguen a invadir sus globos oculares.
Además, las glándulas lacrimales propician la formación de legañas de forma natural, lo cual se combina con toda la suciedad del ambiente y fomenta las infecciones. Esta es la razón principal por la que siempre es bueno cuidar y limpiar bien los ojos de tu gato. Sobre todo en las razas que tienen deformaciones craneales, como los braquiocefálicos, puesto que ellos podrían tener complicaciones frecuentes en los ojos.
Señales de que existe un problema en el ojo del gato
Aparte de la higiene diaria, los dueños necesitan mantenerse atentos de que no exista algo raro en los ojos del gato. De lo contrario, podría significar que existe alguna enfermedad o problema que afecte su visión y su calidad de vida. Si observas alguna de las siguientes señales en los ojos del gato, acude de inmediato con un veterinario.
- Ojos llorosos: contrario a los humanos, los gatos no lloran cuando tienen muchas emociones acumuladas. Por ello, si existe un exceso de lágrimas en sus ojos, lo más probable es que tengan algún problema.
- Inflamación alrededor del ojo: las infecciones como la conjuntivitis se suelen evidenciar por medio de la inflamación de los parpados y la piel que rodea el ojo.
- Protrusión del tercer párpado: los felinos tienen un tercer párpado que ayuda con la limpieza del ojo, pero bajo ciertas situaciones puede llegar a salirse de su lugar y verse como una masa carnosa roja en medio del globo ocular.
- Cambio en el color del ojo: es un claro indicio de que algo no está bien con los ojos del gato, sobre todo si adquiere un color rojizo como sangre.
- Incapacidad para abrir el ojo: ciertos padecimientos pueden ocasionar que el gato sea incapaz de abrir sus ojos, por lo que no debes tomarlo a la ligera.
- Secreciones amarillas y viscosas: son un indicio de que existe una infección avanzada, acude de inmediato con el veterinario.
Enfermedades de los ojos en los gatos
Sobre todo, debes tener en cuenta que los gatos son susceptibles a tres enfermedades oftalmológicas, las cuales también son comunes en los humanos: La conjuntivitis, el glaucoma y las cataratas.
1. Conjuntivitis
Para el caso de la conjuntivitis, al igual que en los humanos, se presenta como un enrojecimiento en el ojo, lagrimeo, ojos semi cerrados a causa del dolor o de sensibilidad a la luz y la aparición de legañas (Pueden ser verdes, blancas o amarillentas). Por lo común, se presenta como síntoma secundario de la presencia de algún virus.
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Se recomienda prestársele atención para evitar que se vuelva crónico y para la detección temprana de enfermedades que pueden poner en riesgo la vida de tu mascota.
2. Cataratas
Las cataratas son en su mayoría hereditarias, siendo la principal razón de ceguera en los gatos. Se manifiesta hacia los seis años y puedes identificarlo por la aparición de una especie de opacidad en el iris. En la medida en que la catarata madura, esta opacidad empieza a parecer una especie de tela blanca que termina obstaculizando la visión del animal.
Otros casos en los que pueden aparecer las cataratas pueden ser traumatismos oculares o diabetes. El único tratamiento a las cataratas es quirúrgico y consiste en la extracción del cristalino opaco.
3. Glaucoma
El glaucoma o hipertensión ocular es un aumento en la presión dentro del ojo que va deteriorando el nervio óptico y la retina. Por lo tanto, de manera progresiva se va aminorando la visión y al final causa la ceguera.
Debido a que es un problema en la presión del animal, se presenta como síntoma secundario de alguna otra situación médica padecida por tu mascota. Se identifica por una evidente inflamación del ojo del animal, así como un tono azulado de la córnea.
Una identificación rápida es fundamental para que el gato pueda conservar la visión total del ojo afectado, pues los glaucomas causan efectos irreversibles después de las 24 horas. De hecho, en el peor de los casos, la presión provocará la protrusión y salida del globo ocular, por lo que es necesario cuidar bien de los ojos de tu gato.
Para los tres casos anteriores el tratamiento de tu mascota debe ser clínico, por ningún motivo debe medicarse al gato sin consultarse primero con el veterinario.
La importancia de la prevención
Ahora, para evitar cualquier otro problema ocular que pueda desarrollar tu gato, se deben tener buenos rituales de limpieza de tu mascota. En especial porque son expertos husmeando en sitios húmedos o llenos de polvo.
Si bien los gatos son animales muy pulcros, es bueno que estés atento a la aparición de legañas y retirarlas a la mayor brevedad posible. Así evitarás que cualquier suciedad que hayan atrapado contamine el ojo. Aunque tendrás que estar atento y cuidar más que solo sus ojos, pues la aparición excesiva de legañas también puede deberse a la presencia de parásitos en el organismo de tu gato.
Para retirar las legañas sin causarle dolor a tu gato (Suelen endurecerse y son difíciles de remover), usa un pañuelo o toalla humedecida en agua tibia, empieza a hacer una leve presión sobre la legaña y empújala hacia abajo en la medida en que se va ablandando. Repite en procedimiento hasta que logres retirarla por completo. También es bueno cepillar a tu gato con frecuencia, los pelos suelen metérseles a los ojos, causándoles dolor o infecciones derivadas de los ácaros.
Asimismo, puedes darte cuenta de que polvo, pelos o cualquier objeto extraño ha caído en los ojos de tu gato por su lenguaje corporal. Si se pasa de manera frecuente las manitas por la cara, restriega la cabeza contra otros objetos o tiene los párpados disparejos, lo más probable es que tenga algo ahí.
También puedes identificar que algo se ha introducido en el ojo de tu gato porque les aparece un lagrimeo constante. Para esos casos puedes emplear lágrimas artificiales. Sin embargo, si el lagrimeo persiste, debes consultar a tu veterinario, puede ser que el objeto no sea fácil de remover o lo esté generando alguna otra clase de patología.
En fin, un buen aseo, un ambiente limpio en el que vivir, visitas frecuentes al veterinario y, de ser posible, conocer el pasado genético de tu gato, te ayudará a cuidar la salud de sus ojos. Además de que le garantiza a tu mascota tener una vida más feliz y plena.
Bibliografía
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