¿Cómo se crean las perlas?

Estas esferas de nácar tardan una década en ser fabricadas por las ostras, las cuales utilizan las partículas que entran en su cuerpo; las joyas resultantes son muy cotizadas en el mercado

Cómo se crean las perlas en las ostras

Muy apreciadas en la joyería, usadas para formar collares o aretes, estas esferas de color blanquecino se forman gracias a un proceso biológico muy complejo. En el siguiente artículo te contamos cómo se crean las perlas y cuáles son los diferentes tipos que existen.

Cómo se crean las perlas y quiénes las producen

Las perlas son unas esferas de nácar creadas en el interior del cuerpo blando de moluscos –bivalvos como la ostra o la madreperla– y para ello utilizan las partículas que ingresan en su organismo.

Pero antes de hablar del arduo trabajo que deben realizar, sería bueno entender un poco cómo es el organismo de estos seres marinos. Como primera información hay que tener en cuenta que se trata de animales con dos ‘partes’ unidas entre sí por una membrana articulada, la cual se abre o cierra según sus necesidades.

En el interior de la concha se encuentran los órganos como la boca, el aparato digestivo y los músculos; se recubren con un manto que los protege y evita que las partículas no comestibles llegadas al cuerpo sean tragadas y causen efectos perjudiciales para su salud.

Ya que no puede evitar el acceso de las partículas, el invertebrado reacciona cubriéndose de ese ‘peligro’ con capas de una mezcla de cristales de carbonato de calcio y una proteína conocida como conchiolina.

Cómo se fabrican las perlas en las ostras.

Al cabo de aproximadamente 10 años de ‘protección’, el resultado final es una esfera cuasi perfecta de nácar, conocida como perla. Por lo tanto, estos elementos tan apreciados en el ámbito de la joyería surgen después de un proceso biológico para nada simple.

Perlas naturales vs perlas cultivadas

Las perlas pueden ser de diferente tamaño, forma –de esfera o como lágrima– y color, que va desde el blanco hasta el negro. Básicamente estos son los tres criterios para evaluarlas y cotizarlas.

Estos objetos minerales han sido usados desde la antigüedad para crear joyas y son habituales en personajes de la realeza o personas con un alto poder adquisitivo.

Las perlas naturales son muy costosas porque es difícil conseguirlas y porque el proceso de producción es muy largo. Además, no todas las ostras las fabrican: solo una de cada 10 000 termina el trabajo y nos ofrecen una bonita esfera de nácar.

Esto no quiere decir que la demanda de perlas sea baja, sino todo lo contrario. Tal era la demanda, que fue necesario producirlas de forma artificial, la conocida popularmente como perla ‘cultivada’.

Para poder conseguir una perla de este tipo –el 99% de las que se venden en las tiendas no son naturales– es necesario forzar a la naturaleza. El proceso es el siguiente: se abre la ostra, se le realiza un corte en el manto y se le introduce un elemento irritante.

La reacción del animal es producir nácar para recubrir ese agente extraño; y debido a la cantidad de sustancias externas que ha acumulado, producir la perla en un tiempo ‘récord’ en comparación con aquellos que viven en el fondo del mar.

Cómo se hacen las perlas en las ostras.

Debido a que se producen de forma masiva, las perlas cultivadas son menos apreciadas que las naturales, si bien la calidad es la misma porque el proceso de fabricación es igual.

Tipos de perlas

Ahora que ya sabes cómo se crean las perlas, puedes aprender sobre los diferentes tipos de este mineral, según la región de donde provienen, sus características o sus colores:

1. Perla de Australia

Se cultivan de forma artificial en el norte australiano, Indonesia y Filipinas, y tienen tres formas diferentes: esfera perfecta, lágrima e irregular. Tardan entre tres y nueve años en formarse; pueden ser de color blanco, pastel o negro y medir entre 9 y 28 milímetros.

2. Perla Akoya

Se cultivan en aguas saladas de Japón, aunque es de difícil crecimiento, y siempre tienen forma redonda. Sus colores oscilan entre el rosado y el beige y pueden medir entre seis y ocho milímetros.

3. Perla de Tahití

Las ‘fábricas’ de estas perlas se encuentran en las islas del océano Pacífico, concretamente en la región de la Polinesia Francesa y llaman la atención por que son de color negro y porque su tamaño alcanza los 13 milímetros.

4. Perla Mabe

También procede de Japón, pero en este caso crece fijada a la concha del molusco y por ello no tiene forma de esfera, sino que uno de sus lados es plano (se emplea para fabricar pendientes). El tiempo de cultivo es de aproximadamente dos años.

5. Perla freshwater

Son las únicas perlas creadas en agua dulce –ríos y lagos– de China y las más económicas en el mercado debido a que su calidad es inferior a las demás. Tardan entre seis meses y cuatro años en fabricarse.

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