Los seres humanos dividimos la naturaleza en categorías para comprenderla mejor. Dentro del subfilo de los vertebrados (en el que nos encontramos incluidos) podemos diferenciar dos grandes grupos: peces y tetrápodos. Aún así, no todo es blanco o negro, y algunas especies poco conocidas se encuentran a medio camino entre las branquias y las cuatro patas. Un claro ejemplo de esto es el saltarín del fango.
Existe un debate aún candente acerca de los primeros vertebrados en pisar la tierra. Se calcula que esta conquista ecológica se produjo hace aproximadamente 350 millones de años. Los principales sospechosos son especies que únicamente conocemos por registro fósil, tales como el Ichthyostega o Tiktaalik. Estrechamente relacionados con los peces sarcopterigios, estos ancestrales seres poseían tanto branquias como pulmones, y presentaban indicios de articulaciones esqueléticas típicas de los actuales tetrápodos tales como muñecas funcionales. Estas características podrían haberles permitido asomarse al mundo terrestre.
No podemos hacer más que reconstruir la increíble fisiología de estos primeros colonizadores en la tierra, pero animales como el saltarín del fango son ejemplos vivientes de esta característica todoterreno. Si quieres saber más a cerca de este fascinante pez casi terrestre, ¡continúa leyendo!
Sin pulmones pero en tierra
El género Periophtalmus (saltarín del fango) comprende diversas especies de peces que son capaces de pasar largos periodos de tiempo al aire libre. Te mostramos algunas de sus características:
- Son capaces de realizar procesos respiratorios mediante la piel, la mucosa bucal y la faringe. Su tipo de respiración es muy similar al de ranas y sapos. Este intercambio gaseoso tan primitivo solo puede producirse en ambientes muy húmedos. Por ello, su hábitat natural es el manglar, y específicamente, las zonas fangosas de transición entre agua y tierra.
- Estos peces pueden sobrevivir fuera del agua más de 24 horas si no se les somete a sequedad o temperatura extremas.
- Suelen medir al rededor de 7 centímetros, y su coloración es marrón para pasar inadvertidos ante depredadores en su ambiente natural.
- Carecen de pulmones a pesar de lo que se pueda creer, pero la respiración cutánea y unas cámaras branquiales que almacenan oxígeno le permiten desplazarse por tierra.
- Pueden saltar grandes distancias en comparación a su tamaño, y escalar superficies escarpadas gracias a sus adaptadas aletas pélvicas.
- Son cazadores, alimentándose mayoritariamente de insectos.
Te hemos mostrado que estos fascinantes seres tienen adaptaciones a medio camino entre la vida terrestre y acuática, pero más interesante aún es que presentan complejos sistemas sociales.
Construcciones imposibles
Los saltarines del fango son muy territoriales. Viven aislados en cámaras y túneles acuáticos construidos por ellos mismos bajo la superficie del barrizal que habitan. Además, estudios como este han demostrado que estos simpáticos peces son capaces de planificar momentos de dificultad ambiental, guardando aire en cámaras de oxígeno dentro de sus guaridas para respirar si el ambiente no lo permite.
Estas cámaras de aire tienen una función doble, pues también juegan un papel esencial en la reproducción. Los saltarines del fango macho crean estos refugios, y en la época de cría, expulsan automáticamente a cualquier forma de vida que no sea una hembra de la misma especie de su territorio. Tratan de atraer a sus compañeras mediante distintos reclamos: sus gargantas se tornan coloradas, muestran sus aletas dorsales, y realizan movimientos complejos para impresionarlas.
Una vez convencida, la hembra pondrá los huevos en la cámara de aire de la guarida del macho, y este será el encargado de cuidarlos hasta su eclosión. Este es un claro ejemplo de cuidado parental, poco común en peces. El macho tendrá que ir renovando esta cámara de oxígeno, y aprovechará cada marea baja para almacenar burbujas de aire en su boca y llevárselas a su futura descendencia. Una vez finalizada la gestación, el macho destruirá la cámara de aire para que los alevines sean liberados en el agua de su refugio.
El pez todoterreno
Como hemos podido ver, los saltarines del fango son mucho más que simples peces que pueden aguantar en tierra. Construyen galerías, cuidan de su descendencia, y presentan comportamientos sociales sofisticados. Estos pequeños animales también pueden vivir en cautiverio bajo las condiciones óptimas, ¡así que es posible que en algún núcleo zoológico podamos encontrarlos!
Los saltarines del fango son el claro ejemplo de que el paso de la vida del agua a la tierra es difícil y requiere de muchos cambios morfológicos, pero no imposible.
Bibliografía
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https://jeb.biologists.org/content/50/1/141.short https://en.wikipedia.org/wiki/Amphibious_fish https://www.softschools.com/facts/animals/mudskipper_facts/1271/ https://www.researchgate.net/publication/232758996_Mudskippers_store_air_in_their_burrows