Además de compartir su piso con una buena cantidad de mininos, el más famoso trovador de Úbeda (Jaén) le ha dedicado poemas, dibujos y gloriosas estrofas de sus canciones a los Felis catus. Por eso, desde Mis Animales te proponemos un arbitrario repaso por la fructífera relación de Joaquín Sabina y los gatos.
El trovador y sus mininos
“Y si te vas me voy por los tejados / como un gato sin dueño”, canta Sabina en uno de sus más apreciados temas: Y sin embargo. Lo cierto es que le ha dado hogar a más de un minino. En su piso de Madrid convive –o ha convivido– con más de media docena de estos adorables animales. Entre ellos:
- Elvis
- Judas Tadeo
- Margot
- Rojo
- Lolo
- Demon
- Margarito
Y aunque en sus canciones tienda a mimetizarse con la parte más desfachatada y bohemia de los felinos, la realidad es que tanto él como sus gatos llevan una vida más que cómoda en la capital española. Y bien que hacen.
Igual nos encanta eso de que anda “como un gato en celo / patrullando la ciudad / en busca de una gatita / a esa hora maldita / en que los bares a punto están de cerrar / cuando el alma necesita / un cuerpo que acariciar”. Así se escribe, maestro.
La relación de los artistas, sobre todo escritores, con los Felis catus tiene un largo historial. Pero esta vez queremos hacer hincapié en el particular vínculo de Joaquín Sabina y los gatos a través de canciones, poemas y dibujos.
Un artista compenetrado con el universo gatuno
“Uno no puede imaginarse a un gato tirándole un hueso quinientas veces y que venga babeando con el hueso. Los gatos van completamente a su aire, son seres libres, son muy domésticos. (…) Ocupan la casa de una manera que tú acabas siendo su siervo y mendigando que te quieran un poquito. Son absolutamente superiores”, dijo alguna vez Sabina.
“Mierda de gato al coronel que mata”, escribió –por su parte– en su poema Dolor de Arabia, inspirado en la guerra de Irak. Y él bien sabrá por qué le desea esta materia fecal específica al uniformado en cuestión.
En otra poesía (Gatos, publicada en la revista Interviú) se muestra bien su sintonía con el mundo de los mininos. Y así los describe: “No obedecen al amo / los gatos / pero saben / que los dioses son ángeles / caídos”.
Sabina y los gatos, más allá de la rima
Pero la relación de Sabina y los gatos no termina con los poemas y las canciones. Quienes están compenetrados con la obra de este andaluz universal, como lo describió alguna vez su colega Luis Eduardo Aute, saben también de su pasión por el dibujo.
Es así que los mininos han quedado retratados también de esta manera en la obra de este prolífico artista. Por ejemplo en Garagatos, un libro que reúne 66 de sus dibujos, acompañados por un texto con caligrafía del propio artista y en el que los mininos no están ausentes, como ya se advierte desde el mismo título.
Se trata de una publicación de 2016. Es una edición única y limitada de solo 4 998 ejemplares, numerada y firmada por el autor y donde tampoco faltan barcos, peces y, por supuesto, mujeres, muchas mujeres.
Un remate a toda poesía
Si el chico de tus sueños te pide que “me dejes abierto el balcón de tus ojos de gata”, ¿cómo reaccionarías? Vaya piropo que escribió el andaluz en Y nos dieron las diez. O al menos eso pensamos las que, como él, amamos a estos felinos. Pero hay más.
“Antes de que me quieras como se quiere a un gato / me marcho con cualquiera que se parezca a ti”, canta en Camas vacías. Y aquí no nos queda del todo claro qué quiso expresar. Lo que sí es seguro es que a sus amigos felinos poco y nada les importan estos versos. Y que él está bien al tanto de eso.
Desde Mis Animales creemos que más de una persona desearía ser querida como quiere Sabina a sus mininos. Por otra parte, él da por seguro que contará siempre con ellos. “Acabaré como una puta vieja / hablando con mis gatos”, dice en la magnífica Lágrimas de mármol, incluida en su último disco. Y no nos cabe duda de que sabe lo que dice.
Fuente de la imagen principal | www.interviu.es