Hablar con tu perro te hace más inteligente

Hablar con tu perro te hace más inteligente

Escrito por Yamila

Última actualización: 27 noviembre, 2017

Quizás te hayan tildado de “lunático” en más de una oportunidad por hablar con tu perro. Tal vez tus seres queridos no comprendan por qué lo tratas como si fuese una persona o tu hijo. En este artículo te contamos por qué tu actitud hacia tu mascota te hace más inteligente. ¡Es sorprendente!

Hablar con tu perro no es de locos sino de inteligentes

“¿Me has extrañado en mi ausencia”?, “¿te ha gustado el almuerzo”?, “¿qué te parece si vamos a dar un paseo”?, “hoy el día es ideal para tumbarnos en el sofá y no hacer nada, ¿verdad?”… Si estas frases te suenen familiares porque se las dice a menudo a tu perro, no te preocupes, no eres la única persona en el mundo con este hábito.

Si bien la gente puede pensar que estamos un poco “chiflados” por mantener conversaciones (en realidad monólogos) con nuestras mascotas, lo cierto es que es una de las maneras más sanas que existe de entablar una relación con ellos.

Los perros nos conocen mejor que nadie. Es más, nosotros sabemos qué les sucede con sólo mirarles. Por eso la compañía y el afecto son mutuos. Los canes tienen la capacidad de “olfatear” cuando estamos tristes, deprimidos o eufóricos. Son una excelente terapia y nos alegran la vida, de eso no hay duda.

En los últimos tiempos muchas personas, parejas o familias consideran a sus peludos como un miembro más. Este proceso se conoce como “antropomorfización”. Y si bien no es algo nuevo, cada vez es más frecuente. Históricamente este comportamiento del ser humano hacia los animales había sido considerado como estupidez, locura o infantilidad.

El estudio en cuestión sobre las bondades de hablar con tu perro

Sin embargo, es un “subproducto” natural que nos hace los seres más inteligentes del planeta. O al menos eso es lo que indica el estudio de un profesor de Ciencias del Comportamiento de la Universidad de Chicago llamado Nicholas Epley. Según él, ninguna otra especie tiene el mismo hábito que nosotros.

Este comportamiento no sólo está relacionado con los animales, sino también con los objetos, los eventos y los conceptos. Por ejemplo, le decimos “maldito” al calor cuando se trata de un fenómeno natural, o tratamos de la misma forma a un elemento que a una persona.

Este hecho (trasladar una conciencia humana a un objeto) requiere una gran cantidad de procesos mentales. Por eso aquellos que lo logran tienen una mayor capacidad cerebral. Esto significa que en lugar de tratarles de “tontos”, debemos reconocer que cuentan con un poder mental superior.

La investigación busca demostrar que cuando una persona atribuye una personalidad a un perro o a un objeto, en realidad está haciendo trabajar más su imaginación. También a su vez refuerza la capacidad de percibir la mente de otros seres vivos. Incluso hay quienes afirman que se trata de una habilidad para conservar la salud mental (mantener el cerebro activo).

Las personas somos seres sociables por excelencia y necesitamos interactuar. Cuando no lo hacemos con otros “pares” buscamos contacto con animales. Y ya que el perro es la principal mascota, se convierte en el “blanco” de nuestras conversaciones.

Al encontrarnos ante la posibilidad de contactar con otro ser, hacemos lo posible por fomentar la comunicación. Por ello miramos a los ojos a nuestra mascota, le damos cualidades humanas a las plantas o describimos a los fenómenos naturales con adjetivos puramente humanos.

Le hablamos a los perros y ellos nos entienden

Muchos se preguntan si en realidad nuestras mascotas saben de qué les estamos hablando. Y la respuesta es un “si” a medias. Según un investigador canino de la Universidad de British Columbia (Vancouver, Canadá), los perros tiene la capacidad de comprender alrededor de 160 palabras. Además, pueden resolver problemas mentales a la par de un niño de 2 años.

Por otra parte, un estudio de la Universidad de Sussex, Reino Unido, afirmó que los peludos también reconocen el acento de quien les habla. Por ello entiende si se les está hablando con afecto o con enojo basándose en el tono, los gestos o los movimientos de las manos.

Los cerebros de los perros tienen áreas similares al de las personas y por ende son sensibles a las voces y a los sonidos. Pueden interpretar la información de forma parecida a nosotros utilizando los mismos mecanismos. Así que ya sabes, hablar con tu perro es una excelente idea.

Fuente de la imagen principal:  tico_24


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