Riesgos de exceso de humanización de tu perro

La humanización de tu perro puede llevar a que este tenga un comportamiento inestable, a sentirse estresado y hasta tornarse agresivo; también es considerada una forma de maltrato animal

Humanizar a tu perro

Los riesgos del exceso de humanización de tu perro aparecen cuando no eres capaz de establecer límites. Una mascota es un animal de compañía, no un ser humano. Confundir ambas condiciones puede llegar a convertirse en un serio problema si no se controla a tiempo, tanto dentro como fuera del hogar.

La lucha por humanizar a los perros ha sido constante en el tiempo. Historias de la antigua Grecia, Turquía, Israel, Egipto e India cuentan que a estos animales domesticados se les llegaba a asignar cargos de la realeza. Incluso en la era antes de Cristo había quienes pedían pasar a la eternidad acompañados por sus canes.

Compañeros fieles si, humanos no

Los perros son fieles compañeros que despiertan sentimientos en los humanos. Gratitud, amistad, cariño, compasión y compañerismo afloran permanentemente en la relación entre los hombres y sus mascotas.

Nuestros canes suelen poseer un alto nivel de asociación, responsabilidad y aprendizaje, similares a las de los humanos en muchos aspectos. Sus irrepetibles muestras de afecto y emoción por sus dueños son cualidades que los hacen parte importante del grupo familiar.

Para algunas personas, criar un perro llega a ser una especie de práctica inicial para saber si están listos para tener familia. Y hay quienes los tratan como tal. Los alimentan, bañan y atienden sus necesidades, a cambio de recibir a todas horas demostraciones de cariño.  

En muchos casos, las personas establecen relaciones especiales con los perros basadas en su lealtad incondicional. Muchos son entrenados para policías, terapias, pastoreo y otros servicios, pero todo tiene un margen de riesgo y beneficio.

Humanización de tu perro

En el mundo hay organizaciones y movimientos que luchan por elevar la consciencia sobre la protección y preservación de los perros. La idea es evitar que sean maltratados, olvidados o desasistidos; también insisten en el respeto a la naturaleza de la mascota.

Riesgos de exceso de humanización de tu perro

La humanización de tu perro puede llegar a convertirse en algo negativo si se cae en excesos de cariño. El antropomorfismo, que consiste en atribuir a la mascota cualidades humanas, resulta muy peligroso. Ocurre sobre todo cuando la persona se vuelve obsesiva con esta idea.

Cuando el afán por humanizar a tu mascota despierta sensaciones fantasiosas, comienza el peligro. Hay quienes llegan a pensar que el entendimiento es tan ideal que muchas veces prefieren pasar más tiempo con el perro que con su familia.

Colocarle ropa y accesorios iguales a los de los humanos puede llegar a ser una práctica sana y divertida, pero con límites. Esta obsesión por hacer que se parezcan a las personas podría afectar la psicología animal y también la humana.

Espacios para animales y para personas

Tampoco es prudente permitir a nuestros perros que coman en la misma mesa que los adultos o que duerman en los cuartos: gay que enseñarles a respetar los espacios de cada quien. Lo recomendable es crearles sus áreas propias para mascotas.

El problema surge cuando sus dueños llegan a extrañar mucho más a sus perros que a sus cónyuges. Hay una exageración de la relación o apego entre ambos que con el tiempo puede derivar en otros niveles de asociación.

Humanizar al perro

Todo dueño de mascota debe estar en la disposición de entender que su perro necesita disciplina, cuidados y ejercicio. Hay que enseñarle cuál es su lugar dentro del hogar y de la familia, sin olvidar su verdadera naturaleza.

El exceso de humanización de tu perro puede llegar a incidir negativamente en su comportamiento y convertirlo en un ser inestable. Las mascotas se confunden o estresan y se tornan agresivas cuando no consiguen lo que quieren.

¿Una forma de maltrato animal?

Los riesgos de exceso de humanización de tu perro se incrementan con estas prácticas. Pueden derivar en situaciones graves que a la larga pueden considerarse una forma de maltrato animal.

Esto ocurre cuando sometemos a las mascotas a situaciones y ambientes que son propios de humanos. Visitas a restaurantes, hoteles, clubes, peluquerías y escuelas pueden no ser inofensivas si lo que se pretende es enseñarles modales propios de humanos.

Lo ideal es que los dueños de mascotas entiendan cuáles son en realidad sus necesidades, tanto físicas como psicológicas. Un grave riesgo de exceso de humanización de tu perro es ignorar que ellos solo actúan por instinto animal.

Las actividades propias de estas mascotas suelen ser correr, divertirse, jugar, comer y dormir. Atribuirles funciones propias de los hombres podría acarrear serios problemas. Los riesgos de exceso de humanización de tu perro se pueden volver muy serios, hasta peligrosos.

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