8 razones por las que tu perro come piedras

Si tu perro come piedras o las lame de forma asidua, es posible que tenga un problema anímico o gastrointestinal. Descubre con nosotros cómo abordarlo de forma efectiva.
8 razones por las que tu perro come piedras

Escrito por Samuel Sanchez

Última actualización: 08 julio, 2021

Los cánidos domésticos son animales curiosos por naturaleza. A veces, se llevan a la boca cosas que pueden hacerles daño o olisquean algún ser vivo que es capaz de picarlos, pero casi siempre estos actos se quedan en pequeños incidentes desagradables. De todas formas, algunas conductas atípicas pueden evidenciar un problema fisiológico o mental. Aquí tienes algunas razones por las que tu perro come piedras.

Las piedras están en todas partes durante el paseo de un perro: desde el parque hasta el camino a casa, se presentan muchísimas oportunidades para que el can interactúe con ellas, para bien y para mal. Por desgracia, la ingesta de material mineral puede provocar bloqueos intestinales, perforaciones del colon y dientes rotos. Conoce con nosotros las 8 causas de esta conducta tan conflictiva.

1. Curiosidad

Los cachorros perciben el mundo de forma muy diferente a sus contrapartes adultas. Durante sus primeros meses de vida, los perros aprenden a interactuar con el medio mediante el método de ensayo-error, o lo que es lo mismo, probarlo todo y si reporta un efecto negativo no volver a hacerlo.

Si tu perro es cachorro, es posible que se meta rocas en la boca porque le causan curiosidad o porque encuentra en ellas algún olor que merece la pena ser investigado. Aunque no es un acto deseable, se trata de algo relativamente normal en cánidos y otros muchos mamíferos. El aprendizaje forma parte del desarrollo en todos los vertebrados.

Un perro se come una piedra sobre un muro.

2. Refuerzo positivo

El condicionamiento de recompensa modula el comportamiento de los canes a largo plazo. Una de las razones por las que tu perro come piedras puede ser que, sin darte cuenta, hayas fomentado la conducta de forma no intencionada. Por ejemplo, al intentarle quitar la roca de la boca el perro puede entretenerse y tomarlo como un juego, por lo que repetirá la acción.

Para evitar este problema, lo mejor que puedes hacer es fomentar la desviación de la atención en el cánido. No le intentes quitar la piedra de la boca: haz que se fije en otro juguete u objeto inocuo lo suficiente y la soltará por sí mismo.

3. Pica

La pica es un trastorno que se presenta tanto en perros como en humanos. En esta condición, el animal ingiere o lame de forma compulsiva objetos que no son nutritivos sin un motivo aparente, entre ellos piedras, palos y otros elementos comunes en el entorno. Esto puede ser un claro signo de un cuadro psicológico, así que requiere atención profesional inmediata.

4. Problemas gastrointestinales

Tal y como indica la American Kennel Club, los perros comen hierba de forma usual. Se cree que lo hacen para regurgitarla y purgar su intestino, pero solo el 25 % de los canes vomitan tras ingerir este vegetal y menos del 10 % presentas síntomas gastrointestinales antes de hacerlo. Aun así, se asocia la ingesta de hierba al malestar intestinal.

Esta misma premisa podría explicar otra razón por la que tu perro come piedras. El can puede intentar aliviar su malestar gástrico con conductas tan atípicas como esta. Si lo repite en el tiempo y también presenta otros síntomas asociados —vómitos, diarrea y dolor abdominal—, no dudes en acudir al veterinario.

5. Aburrimiento

Un perro aburrido puede intentar canalizar su energía de muchas formas. Si no hace suficiente ejercicio en el día a día, es posible que tienda a morder y romper cosas (comportamientos destructivos) e incluso se mostrará agresivo. Si una piedra es lo primero que tiene a mano, la morderá para liberar tensión.

6. Soledad y falta de atención

Si un can no recibe suficiente atención, es capaz de llevar a cabo conductas negativas que aseguren la interacción con el tutor. Dicho de otro modo, una de las razones por las que tu perro come piedras puede ser simplemente porque quiere que le hagas caso.

Esto se puede solucionar con técnicas de entrenamiento básico. Como hemos dicho, no intentes quitarle la piedra de la boca al animal ni conviertas la interacción en un juego/pelea. Enséñale al animal comandos orales con ayuda de un educador canino —déjalotíralo— y ponlos en práctica en situaciones como esta. Mantén la voz calmada pero firme y no desesperes.

Una vez tire la piedra, puedes darle cariño y recompensas al animal en forma de chucherías aptas para canes. Debe asociar el no hacer caso a las piedras con algo positivo.

7. Crecimiento dental

Los cachorros comienzan a desarrollar los dientes “de leche” sobre las 3 semanas de edad, pero no es hasta los 6 meses cuando se produce la transformación completa entre la dentición decidua y la permanente. En esta etapa, los perros tienden a morder casi todo lo que encuentran a su alrededor, con el fin de entrenar su mandíbula y calmar el dolor.

Si tu perro elige una piedra como juguete de mordisqueo, simplemente intercámbiala de forma drástica por otro que sea apto para él. Una vez se instaura la dentición permanente del perro, esta conducta debería reducirse de forma drástica.

8. Deficiencias minerales

Una deficiencia mineral es otra de las posibles razones por las que tu perro come piedras. Al fin y al cabo, ¿qué es más rico en materia mineral que una formación geológica? Esta conducta no solo se observa en cánidos, sino que también está presente en otros muchos animales, incluidos los humanos. En términos profesionales, se conoce como geofagia.

En estos casos, es necesario acudir a un veterinario para que reajuste la dieta del can. Además, hay que revisar si presenta anemia y la posible causa subyacente.

Posibles efectos de la ingesta de piedras

Aunque pueda parecer un comportamiento gracioso o anecdótico, la ingesta de rocas repetida en el tiempo puede traerle al can una serie de problemas muy graves. Entre ellos, resaltamos los siguientes:

  • Bloqueo intestinal: si tu perro se traga la roca que está mordiendo, esta puede causar un bloqueo intestinal total o parcial. La condición se puede presentar en forma de diarreas, letargia, deshidratación y dolor abdominal, entre otras cosas.
  • Perforación estomacal: las rocas son duras y tienen bordes filosos, así que pueden rasgar con facilidad el entorno gástrico del cánido. Los síntomas de esta patología son muy similares a los anteriores.
  • Dientes rotos: un diente roto puede parecer algo anecdótico, pero es posible que limite o anule completamente la capacidad del perro para morder y, por tanto, nutrirse. Además, a la larga las lesiones bucodentales promueven infecciones bacterianas que pueden ser muy peligrosas.
Las consecuencias del sarro en perros pueden ser leves o graves.

Como puedes ver, las razones por las que tu perro come piedras son múltiples. Desde el trastorno de pica hasta el crecimiento dental, un perro puede elegir este elemento inocuo como ayudante para paliar ciertos síntomas. Es trabajo del tutor sustituir esta conducta por otra que le brinde bienestar al cánido, pero sin poner en peligro su sistema bucal y gástrico.


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