¿Qué son las trombofilias en perros?

Si la coagulación en la mascota no funciona, las hemorragias continuas avisan al propietario de que algo no va bien. Pero si por el contrario la coagulación funciona «demasiado bien» ¿nos daríamos cuenta?
¿Qué son las trombofilias en perros?
Érica Terrón González

Escrito y verificado por la veterinaria Érica Terrón González.

Última actualización: 14 agosto, 2020

La coagulación puede verse alterada de varias formas, algunas por exceso, otras por defecto. Los trastornos de hipercoagulabilidad, por ejemplo, se producen por exceso.

Por diferentes causas, este sistema funciona más de lo normal y hay una mayor tendencia a que se produzcan trombos, con los riesgos que eso conlleva. Así es como se desarrollan las trombofilias en perros.

Las enfermedades que predisponen a la hipercoagulabilidad no son raras en medicina veterinaria. Los perros se pueden ver afectados por numerosas patologías que cursan con esta complicación, empeorando su pronóstico.

Generalidades sobre las trombofilias o estados de hipercoagulabilidad

Las trombofilias se definen como tendencias, congénitas o adquiridas, a desarrollar una tromboembolia. En estos casos los coágulos se producen dentro de un vaso sanguíneo, obstruyéndolo e impidiendo que la sangre circule.

Esto genera un trombo que puede fragmentarse en émbolos y viajar por el torrente sanguíneo, obstruyendo circulaciones remotas.

Para que se produzca la hipercoagulabilidad debe existir un desorden de la hemostasia, es decir, de la capacidad del organismo de detener una hemorragia.

Trombofilias en perros: factores que predisponen al animal

Existen tres factores de riesgo principales y se conocen en medicina como triada de Virchow:

  • Daños en la pared del vaso.
  • Deterioro del flujo sanguíneo, haciéndolo más lento.
  • Alteraciones de los propios componentes del sistema de coagulación. Esto es lo que realmente se conoce como hipercoagulabilidad y puede ser causada, a su vez, si:
    • Las plaquetas están alteradas y presentan un exceso de agregabilidad.
    • Existe una alteración de los factores de la coagulación.
    • Hay deficiencia de anticoagulantes naturales.
    • Si los factores encargados de deshacer los coágulos no funcionan correctamente, facilitando la formación de los trombos,

El sistema de coagulación de cualquier animal está finamente regulado por tres mecanismos principales:

  • La antitrombina, como su propio nombre indica, actúa impidiendo la formación de trombos.
  • La proteína C, anticoagulante natural.
  • El sistema fibrinolítico, encargado de romper los coágulos.

Estos mecanismos operan para prevenir la formación de trombos en circunstancias normales y para limitar y localizar la formación del coágulo. Si uno o más de estos mecanismos fallan, se producen las tromboembolias.

Muestra de sangre de un perro.

Causas de trombofilias en perros

A continuación, hablaremos de algunas de las causas más frecuentes de trombofilia en estos animales.

La anemia hemolítica inmunomediada

Esta enfermedad es una causa importante de mortalidad en perros debido a la aparición de tromboembolias. Aparece más a menudo en animales de mediana edad y parece haber una mayor predisposición en las hembras.

Se asocia su aparición al consumo de determinadas sustancias químicas o medicamentos, pero también a la presencia de algunas bacterias y virus, tumores, lupus, etc.

En la mayoría de casos, la causa no está clara y se diagnostica como idiopática.

Las enfermedades hepáticas

El hígado juega un rol fundamental en la hemostasia porque es el órgano de síntesis y eliminación de la mayoría de factores de coagulación. Los perros que sufren una enfermedad hepática aguda muestran prolongaciones del TP (tiempo de protrombina) y TTPa (tiempo de tromboplastina parcial activada).

Es decir, se consideran pacientes típicamente hipocoagulables con tendencia a las hemorragias. Estudios recientes sugieren que también pueden aparecer estados de hipercoagulabilidad.

El hiperadrenocortisimo o Enfermedad de Cushing

Se trata de una enfermedad del sistema endocrino, caracterizada por un excesivo funcionamiento de la corteza de las glándulas adrenales.

Las causas son múltiples, pero en perros es más habitual que se deba a un tumor de la hipófisis o de las propias glándulas, aunque también aparece debida a la administración crónica de tratamientos con corticoides.

La enfermedad tromboembólica es una de las complicaciones más serias del hiperadrenocorticismo. Por ejemplo, al producirse hipertensión se dañan los vasos sanguíneos, se pierde antitrombina, aumentan los factores de coagulación, etc. Es decir, todo contribuye a la aparición de tendencias protrombóticas.

Otras patologías que cursan con trombofilias en perros: las septicemias

Numerosas alteraciones de la coagulación han sido descritas en casos de sepsis e inflamación sistémica severa. Por ejemplo, un factor de coagulación conocido como factor tisular tiende a hiperactivarse en estos casos.

También se reduce la activación de los anticoagulantes corporales, como la proteína C. Incluso, al activarse el sistema inmune, se activa la agregabilidad plaquetaria, a veces en exceso. Es decir, en caso de septicemia, la probabilidad de que aparezca un estado de hipercoagulabilidad es elevado.

Los tumores

La incidencia de los tromboembolismos cuando un perro tiene cáncer es muy reconocida y parece ser aún mayor cuando se trata con quimioterapia. Es por esto que se establecen protocolos anticoagulantes en este tipo de pacientes.

Este estado de hipercoagulabilidad en el cáncer es multifactorial, afectando a los tres factores de la triada de Virchow. Incluso las propias células tumorales pueden ser protrombóticas.

Un perro con una pelota de fútbol.

¿Es posible prevenir estos trastornos de la coagulación?

Además de tratar las enfermedades mencionadas, existen una serie de pautas que ayudan a prevenir la aparición de tromboembolias. Las mascotas necesitan tener unos hábitos de vida saludables y seguirlos diariamente.

Lo principal es tener un estilo de vida activo, con paseos largos diarios siempre que sea posible. Si existe una predisposición congénita, consultar de inmediato con un veterinario sobre la posibilidad de un tratamiento permanente es esencial.


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