¿Qué hago si me encuentro un nido abandonado?

En ocasiones nos ocurren cosas como encontrar un nido abandonado, y entonces nos damos cuenta de lo poco que sabemos de los seres que nos rodean. Si hay huevos o polluelos, el drama es todavía mayor; queremos ayudar y no tenemos idea de cómo hacerlo. A continuación, veremos algunas pautas para que tomes las decisiones correctas.

Como en un universo paralelo, la vida de las aves silvestres es completamente diferente a la nuestra. Sin embargo, hay que entender algunas cosas: lo primero es que el hecho de que el nido parezca abandonado no quiere decir que lo esté. No hay que apresurarse a realizar alguna acción; si se quiere ayudar, lo primero es observar.

Cómo distinguir un nido abandonado

Rara vez habrá huevos o crías en un nido abandonado, a menos que la madre haya sido atacada por algún depredador. Las aves hembras no abandonan su nido; es probable que simplemente estén buscando comida para ellas o sus polluelos. Por lo general, la ausencia materna no dura más de media hora; pasado ese lapso, podría pensarse en que algo ocurrió.

La presencia de zorros, gatos o depredadores en los alrededores podría significar que los padres fueron atacados. De lo contrario, los pájaros estarán cerca vigilando el nido constantemente mientras se proveen de alimentos. En ese caso no hay que acercarse ni tocar el nido, los huevos o las crías.

Los huevos de las aves requieren de una temperatura constante. Si te acercas demasiado al nido, la madre se alejará y los huevos perderán su calor vital. En el caso de las aves que hacen sus nidos en la tierra, la vulnerabilidad es aún mayor.

Por estas razones, es difícil reconocer un nido abandonado a simple vista. Lo mejor es no acercarse a las zonas donde se sabe que pueda haber nidos; asustar a la madre sería una tragedia para los huevos.

¿Qué hago si compruebo que se trata de un nido abandonado?

Si el nido abandonado tiene huevos, es casi imposible recuperarlos. Los cascarones necesitan una temperatura específica, humedad abundante y movimiento continuo para poder incubarse. Esto solo se logra con herramientas especializadas, por lo que, en ese caso, no podrás hacer nada.

En caso de que haya polluelos, quizás puedas ayudarlos. De todos modos, es importante que te mantengas a una distancia prudente durante unos cuantos minutos, a fin de corroborar que efectivamente sus padres no han podido volver a casa.

Es frecuente encontrar polluelos alejados de sus nidos. Después de tormentas o días de mucho viento, las crías pueden caerse del nido. Incluso si no ha llovido o habido viento, a veces los pequeños simplemente salen a explorar el mundo.

¿Es bueno intervenir?

El hecho de intervenir en la vida de las aves estaría resultando, en la gran mayoría de los casos, una gran imprudencia. En Europa, se creó una campaña denominada ‘Spring Alive’ (‘primavera viva’ en inglés) que aconseja a las personas no llevarse a los polluelos en caso de encontrarlos fuera de sus nidos.

Esta campaña se basa en informar qué se debe hacer si se encuentran pollitos huérfanos. En primer lugar, se comunica que esas crías, en su mayoría, no son huérfanas ni están perdidas. Simplemente están aprendiendo a volar; si los humanos se acercan, sí podría complicarse la labor de los padres, que demorarán en socorrerlo por temor a la amenaza.

Por esta razón, nunca toques el nido o a los polluelos, a menos que estos corran peligro inminente y sea necesario salvarlos. Solo bajo esta circunstancia se puede intervenir. Aunque esto genera más problemas, pues sus cuidados no son tan sencillos y en ocasiones consumen demasiado tiempo y recursos. De hecho, lo mejor es llamar a un rehabilitador de fauna que continúe el proceso desde este punto.

¿Qué hacer si encuentro un polluelo abandonado?

En realidad, la palabra no sería abandonado, sino más bien ‘perdido’. Si se caen del nido y son demasiado pequeños, a veces se les dificulta volver a casa. En la ciudad, estos accidentes son frecuentes para las aves; lo mejor sería intentar ponerlo en un sitio a salvo de los coches donde sus padres puedan socorrerlo.

Una vez en un sitio seguro, puedes corroborar si lo buscan o no sus padres. Recuerda que las aves podrían buscar a sus crías incluso entre 24 y 48 horas después de que se perdieron, así que sé paciente. En caso de que no sea así, llevarlo a un refugio de animales sería lo más prudente; si lo recoges, es importante que lo trates con extrema suavidad, ya que sus plumas pueden ser muy frágiles.

El segundo tema es la comida para el pajarito bebé. En realidad, los trozos de galletas o pan no son recomendables; se necesitan preparaciones especiales que les aporten los nutrientes que necesitan. En tercer lugar, es preferibles no darles agua, o darles en gotitas muy pequeñas; si el agua les entra a los pulmones por los orificios del pico, pueden sufrir neumonía.

El calor es otro requisito indispensable para mantener con vida a un pequeño polluelo. El papel de baño cortado en suaves tiritas puede ser una buena opción.

Pocas veces se tiene éxito al hacerse cargo de un nido

Incluso a pesar de que se le den los mejores cuidados al polluelo o al huevo, muy pocas veces se tiene éxito en salvar su vida. De hecho, incluso los rehabilitadores especializados en vida silvestre evitan hacer este tipo de rescates, pues si intervienen podrían asegurarle la muerte a los pequeños.

Es por esta situación que la mayoría de los expertos recomienda no intervenir, ya que aún existe la posibilidad de que sus padres regresen y continúen sus cuidados. Aunque esto significaría dejarlo a la suerte, la probabilidad de que sobrevivan es mayor que si se intenta hacerse cargo por uno mismo.

Puede parecer muy tentador llevarlo a casa y criarlo por tu cuenta. Sin embargo, debes tener en cuenta que no todas las especies de aves resisten bien el estrés del cautiverio. Asimismo, a veces es mejor dejar que la naturaleza siga su curso, pues no en todos los casos se puede ayudar a los animales.