Las enfermedades respiratorias son una grave amenaza para la salud de la mascota. Esto se debe a que dificultan el proceso de oxigenación sanguínea, lo que ocasiona problemas en distintos órganos del cuerpo. Entre estos trastornos se encuentra el enfisema, el cual suele dejar severas secuelas que complican la vida de los perros.
El enfisema es un padecimiento que dificulta la respiración de los canes. Por esta razón, es considerada como parte de las enfermedades pulmonares obstructivas crónicas (EPOC). Sigue leyendo y conoce más sobre esta enfermedad.
¿Qué es un enfisema?
El enfisema es una enfermedad producida por una afección del sistema respiratorio. Dicha situación provoca que los perros tengan problemas para exhalar el aíre que entra a sus pulmones, lo que ocasiona problemas para respirar. Las causas de este padecimiento son diversas y se pueden identificar al menos 3 formas distintas del enfisema: alveolar, intersticial y subcutáneo.
1. Enfisema alveolar
Este tipo de enfisema es uno de los más habituales en los perros, pues las afecciones se encuentran de manera directa en los pulmones. Durante este padecimiento, los sacos alveolares que se encargan de la oxigenación sanguínea se “hinchan”. Por lo tanto, estas estructuras no pueden llevar a cabo su trabajo e impiden la respiración del animal.
El enfisema alveolar suele ser provocado por una condición secundaria. Sin embargo, algunos casos son producto de una enfermedad crónica obstructiva, por lo que el can tiene que vivir con medicación durante toda su vida.
2. Enfisema intersticial
El enfisema intersticial provoca una “burbuja” de aire que se aloja fuera de los pulmones. Este problema deriva de una herida en cualquier parte del sistema respiratorio, la cual permite que cierta cantidad de este gas se fugue. En consecuencia, este sale al tejido conectivo y se aglomera alrededor de los órganos.
Los daños de este enfisema dependen de la cantidad de aire en la burbuja, pues todas las estructuras internas adyacentes se dañan debido a la presión. Esta situación ocasiona que diferentes órganos se vean comprometidos. Por consiguiente, los síntomas y sus tratamientos son algo más complejos que los de otros casos.
3. Enfisema subcutáneo
Este tipo de enfisema es bastante raro, pues se necesitan las condiciones ideales para que aparezca. En general se comporta como un enfisema intersticial, pero el aire se acumula casi debajo de la piel (así que se considera subcutáneo). Asimismo, ocasiona diferentes cuadros clínicos según el área en la que se encuentren las burbujas.
¿Qué ocasiona el enfisema?
El enfisema en los perros es provocado por diferentes razones en cada caso. No obstante, la mayoría de cuadros son ocasionados por enfermedades respiratorias preexistentes. A continuación se listan algunas de las causas más frecuentes:
- Bronquitis: inflamación de los bronquios que si no es tratada puede derivar en un enfisema alveolar.
- Traumatismos: cualquier golpe fuerte cerca de la región abdominal puede derivar en un enfisema. Esto también incluye algunos accidentes, como los atropellamientos.
- Parásitos: algunos endoparásitos son capaces de invadir el pulmón y llegar a los alveolos, por lo que pueden provocar una inflamación que obstruye el mecanismo alveolar.
- Cáncer: los procesos invasivos del cáncer son capaces de ocasionar una lesión pulmonar y derivar en el padecimiento.
- Heridas perforantes: cualquier herida profunda que perfore alguna parte del sistema respiratorio puede producir un enfisema. Las mordidas son las responsables en la mayoría de estos casos.
- Condiciones genéticas: existe una enfermedad llamada enfisema lobar congénito que es producto de la genética del can. Esta condición provoca una malformación de los pulmones que impide la respiración de los perros.
- Cirugías: después de algunas cirugías los perros pueden presentar enfisema intersticial.
Síntomas del enfisema
Los síntomas más obvios del padecimiento son la dificultad para respirar y la tos. Sin embargo, existen otros signos de alerta que pueden significar la presencia de un enfisema. La siguiente lista contiene algunas de estas señales:
- Pérdida de peso.
- Letargia.
- Poca resistencia al ejercicio.
- Debilidad.
- Pérdida del apetito.
- Ritmo cardíaco acelerado.
- Abultamiento en una o diferentes partes del cuerpo.
Diagnóstico de un enfisema en perros
El veterinario debe descartar una larga lista de posibles patologías, por lo que se realizarán en el paciente exámenes físicos, análisis de laboratorio y rayos X. Asimismo, se pueden pedir estudios complementarios que ayuden en el diagnóstico. Esto permite determinar cuál es la causa de la patología y asignar el tratamiento adecuado al paciente.
Ten en mente que el diagnóstico consiste en detectar el enfisema y en descubrir el problema que provocó el padecimiento. Por lo tanto, solo un profesional en la salud animal es capaz de hacer la revisión correspondiente. Nunca intentes autodiagnosticar ni autorrecetar a tu mascota.
Tratamiento del enfisema canino
El tratamiento de esta patología dependerá de la gravedad del caso, pues el can podría necesitar ser hospitalizado para proveerle oxigenación. La primera parte del seguimiento está enfocada en estabilizar la sintomatología del perro. Para ello, se hace uso de medicamentos broncodilatadores y antiinflamatorios, los cuales ayudan a mejorar la respiración.
Posterior a ello, se hace un análisis del daño en los pulmones y se retiran las partes que hayan sido atrofiadas (en un proceso que se conoce como lobectomía). Asimismo, se atienden los órganos afectados y se les provee lo necesario para su recuperación. En último lugar, se procede a lidiar con la causa que haya provocado el enfisema en primera instancia.
Los perros no tienen secuelas graves a largo plazo si son diagnosticados a tiempo. Esto incluye a los pacientes que necesiten la intervención quirúrgica, pues la recuperación no suele reportar muchas complicaciones. En general, los cuidados normales son la restricción de ejercicios y el descanso. Asegúrate de seguir cada una de las indicaciones que te dé el veterinario.
Bibliografía
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