¿Qué es el embarazo nervioso en conejos?

El embarazo nervioso en conejos es una de las cosas más curiosas que pueden pasar en la cría de estos animales, una actividad tan sencilla como productiva
¿Qué es el embarazo nervioso en conejos?

Escrito por Equipo Editorial

Última actualización: 12 julio, 2020

Los conejos son una especie con unas cualidades reproductoras muy desarrolladas. Las hembras sienten el deseo de procrear mucho más que en otras especies. Tanto es así, que en ocasiones sufren el conocido embarazo nervioso en conejos.

El embarazo nervioso en conejos

La pseudogestación no es demasiado común, pero se da en otras muchas especies, como en perros y gatos. En ocasiones, cuando las hembras no han sido fecundadas tras la época de celo, o fueron montadas sin éxito, pueden llegar a transformar su cuerpo como si de un embarazo real se tratara.

Embarazo estándar

Por norma general, este mamífero tiene unos ciclos de reproducción muy cortos, ya que solo necesita 31 días para que una hembra lleve a cabo un gestación completa, a los que hay que sumar otros 56 días de lactancia, tiempo en el que los pequeños conejos cogen peso con mucha rapidez.

Lo normal la madre de a luz entre 8 y 14 gazapos. Su incontrolable multiplicación se suele deber a la cantidad de crías que tienen en cada parto y a la frecuencia con la que las hembras se quedan embarazadas, de ahí que sea un animal perfecto para la cría.

Ciclo de reproducción del conejo

Si se desea criar conejos en jaula, lo más normal es que se lleve a la hembra a la jaula del macho, y lo mejor es separarlos justo después de la cópula. Si esta se encuentra en su momento óptimo de celo, y el macho tiene más de ocho meses de edad, lo habitual es que se lleve a cabo la cópula de inmediato.

Si se queda embarazada, a las tres semanas debes proporcionarle paja o materiales con los que se pueda fabricar un nido. De no tenerlos, sufrirá estrés. Pocos animales son más fáciles de criar con éxito que los conejos. Tanto es así, que el embarazo nervioso en conejos es una de las cosas más sorprendentes con las que te puedes encontrar en esta actividad.

Semejanzas entre un embarazo nervioso y uno normal

Es muy sencillo confundir uno con otro, ya que la coneja reproduce la mayoría de de los comportamientos típicos de una embarazada. Uno de lo primeros signos que aparecen, y que nos hace creer que está embarazada, es el cambio en la conducta: se vuelve más nerviosa y come más de lo habitual, incitada por ese falso embarazo.

También es muy habitual que se le desarrollen las mamas y se le abulte el vientre, lo que te hace pensar que estás ante todo un embarazo, incluso si lo ves imposible porque no se ha relacionado con un macho. En algunas ocasiones llegan a producir leche, lo que se convierte en un problema para la salud del animal.

Crías de conejos

En estos casos tan llamativos, lo más recomendable es que se lleve a la coneja al veterinario para que examine su caso en profundidad. Y, si no es la primera vez que le ocurre a la misma hembra, se deberían tomar más medidas, como la esterilización.

Si no se hace nada al respecto, la salud de la coneja puede sufrir las consecuencias y padecer problemas como una mastitis –que viene de la fabricación de leche incontrolada– sin crías que alivien la necesidad de que le extraigan la leche que tiene toda madre.

En otras otras ocasiones, en los embarazos nerviosos en conejos, la madre llega a fabricar el nido para sus crías si tiene los materiales necesarios ‘a mano’. En los ejemplares que ya hayan sufrido este tipo de embarazos ficticios se debe prestar una atención especial para que, en caso de que nos percatemos de unos síntomas que puedan hacer pensar que el embarazo es psicológico, acudamos al veterinario lo antes posible.


Todas las fuentes citadas fueron revisadas a profundidad por nuestro equipo, para asegurar su calidad, confiabilidad, vigencia y validez. La bibliografía de este artículo fue considerada confiable y de precisión académica o científica.



Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.