Todos los cuidados para la cría de conejos

No solo habrá que prestarle atención a los gazapos, sino también a la madre durante el embarazo; como animales de costumbres, la hembra agradecerá que se la siga tratando con normalidad, salvo cuando la gestación esté muy avanzada y pudiera necesitar ayuda
Todos los cuidados para la cría de conejos

Escrito por Equipo Editorial

Última actualización: 23 abril, 2018

Los conejos son animales tiernos y muy aptos como mascota. Por ello, muchos se han aventurado a la cría de estos con el fin de que otros puedan adoptarlos. Si eres de estos valientes, te interesará saber cuáles son los cuidados para la cría de conejos necesarios.

Qué hay que tener en cuenta sobre los cuidados para la cría de conejos

Además de tener a los animales en un lugar adecuado para ellos, en el que tengan movilidad y la temperatura y clima ideales, hay una serie de cosas que debes aprender a percibir, así como unos cuidados para la cría de conejos requeridos. Estos son algunos:

Cómo saber si una coneja embarazada

Al principio, es decir, mientras le crece la barriga, es difícil determinar si una coneja está embarazada a simple vista, pero su comportamiento puede determinarlo. Hay varios síntomas que una coneja preñada presentará, como que puede volverse más arisca, beber más agua, tener las mamas hinchadas o arrancarse pelo de su barriga.

Este último gesto lo hace dejándose calvas en el vientre, y lo hace con el fin de preparar el nido para los futuros bebés.

Cómo hay que cuidar a una coneja embarazada

Lo cierto es que no requieren ningún tipo de cuidado especial. Los conejos son animales de rutina y, de hecho, se estresan cuando esta se altera. Por tanto, una coneja embarazada agradecerá que la sigas tratando como siempre, como si nada hubiera pasado.

Ahora bien, cuando el embarazo esté en un nivel más avanzado, sí es probable que necesite ayuda para moverse, y sobre todo, muchos mimos.

Dieta para conejos domésticos

¿Tengo que hacer un nido?

Posiblemente no, ya que la madre suele encargarse de todo. No solo escogerá el sitio que considere ideal para sus crías, sino que además buscará el material necesario para construirlo.

¿De dónde sacan el material? Pues de cualquier cosa que encuentren por tu casa: calcetines, papel de cocina, trapos u otro objeto de estas características que pudiera servirle.

Durante el parto

Lo más importante durante el parto es no estresar a la futura madre. Tras solo 30 días de la monta dará a luz y, aunque no lo creas, su instinto le marcará lo que debe hacer y cómo actuar.

Por tanto, solo permanece junto a ella y observa cómo sucede el milagro de la vida. Si crees que algo no está marchando bien, entonces sí será necesaria tu intervención. Quizá solo sea algo sencillo, como que un bebé esté atrancado, pero si es una situación más difícil, o cualquier otra para lo que no te ves capacitado, llama al veterinario.

Es más, si eso te hace estar más tranquilo, podrías invitar a un veterinario al parto por si tuviera que intervenir. Si alguno de los gazapos se sale del nido, vuelve a meterlo; si alguno nace muerto, retíralo con cuidado y evita los movimientos bruscos.

Cómo hay que alimentar a los gazapos

Los primeros 18 días se alimentarán exclusivamente de leche materna. No suele haber razones por las que una coneja no produzca la leche materna para sus crías, pero si se diera el caso habla con el veterinario para que te aconseje los pasos que debes dar.

Alimentación de un conejo bebé

Una forma de activar la secreción de leche materna es alimentando un poco más a la madre de lo habitual. Una vez que hayan pasado los primeros 18 días, deberás proporcionarles pienso especializado para bebés de conejo y heno.

Como su mamá, podrán comer verduras y frutas, pero no será necesario ni recomendable hasta que alcancen los dos o tres meses de edad.

Esta es toda la información necesaria sobre los cuidados para la cría de conejos, pero si te quedan dudas, lo mejor es que hables con tu veterinario de confianza para que te marque los pasos a seguir.


Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.