¿Pueden las ranas respirar bajo el agua?

Si te preguntas si las ranas pueden respirar bajo el agua, la respuesta te puede sorprender, pues es más compleja de lo que aparenta. Descúbrela aquí.
¿Pueden las ranas respirar bajo el agua?
Sara González Juárez

Escrito y verificado por la psicóloga Sara González Juárez.

Última actualización: 17 octubre, 2022

La doble vida de los anfibios requiere que estos muestren ciertas adaptaciones al agua y a la tierra que son, como poco, sorprendentes. Por eso, al ver que las ranas pasan grandes cantidades de tiempo sumergidas, es normal preguntarse si pueden respirar bajo el agua.

La respuesta a esta pregunta tiene ciertos matices, pues no se trata de una cuestión que se pueda resolver con un “sí” o un “no”. Si quieres conocer más acerca de la respiración de las ranas, no te pierdas este artículo, pues podrías aclarar más de una duda.

¿Cómo respiran las ranas?

El sistema respiratorio de las ranas cambia a lo largo de su vida. Cuando nacen, los renacuajos llevan una vida acuática en su totalidad y respiran a través de las branquias externas que poseen, realizando el intercambio gaseoso directamente con el agua circundante hasta que desarrollan las branquias internas.

A los pocos días de vida, las branquias externas de los renacuajos se cubren por un pliegue tisular llamado opérculo, que deja solo una o dos pequeñas aperturas al exterior, conocidas como espiráculos.

A medida que crece, el proceso de metamorfosis cambia todo el cuerpo de la rana, haciendo que prescinda de la cola, que crezcan sus extremidades y, finalmente, que pierda las branquias y desarrolle pulmones. En ese momento, el anfibio es capaz de salir a tierra sin ahogarse.

Una vez alcanzan el estadio adulto, las ranas tienen 2 formas de respirar que les permiten permanecer tanto en tierra como en agua. A continuación las puedes conocer.

Una rana común en un estanque.

Respiración pulmonar

Las ranas, a pesar de tener 2 pulmones, carecen de diafragma y músculos respiratorios. Para respirar, deben realizar movimientos convulsivos con la garganta con el fin de generar la entrada y la salida de aire. Para ello, la mayoría de estos anfibios recurren a una bomba bucal que mueve el aire hacia dentro y hacia fuera de su cuerpo. Este proceso ocurre en 2 pasos:

  1. La rana contrae el suelo bucal y abre la cavidad oral, generando que entre en su organismo aire oxigenado del ambiente.
  2. Al mismo tiempo, los pulmones se comprimen y expulsan el aire que ya ha realizado el intercambio de gases y que porta poco oxígeno. Parte de él sale también por las fosas nasales.

La oxigenación a través de la piel

Además de los pulmones, las ranas poseen otro sistema de intercambio de gases: la respiración cutánea. La piel de los anfibios es muy permeable y está vascularizada, lo que permite el paso del oxígeno del ambiente a la sangre de forma directa.

Los anuros portan una serie de glándulas que segregan una sustancia mucosa que los mantiene humectados, lo cual facilita el intercambio gaseoso. Es por eso que las ranas tienen la piel resbaladiza y de aspecto gelatinoso. Dependiendo de la especie, hasta el 100 % de la obtención de oxígeno se puede llevar a cabo a través de la epidermis en algunos momentos.

¿Pueden las ranas respirar bajo el agua?

Ahora que sabemos un poco más acerca del mecanismo respiratorio de los anfibios, podemos responder apropiadamente a la pregunta del título: ¿pueden las ranas respirar bajo el agua? La respuesta es positiva: gracias a la respiración cutánea, los anfibios son capaces de realizar el intercambio de gases con el agua en la que se sumergen.

No obstante, es necesario hacer una matización: la mayoría de ranas no pueden quedarse sumergidas todo el rato. El intercambio gaseoso que realizan a través de la piel no es suficiente para oxigenar el cuerpo de forma adecuada, por lo que tienen que salir a respirar de vez en cuando. De lo contrario, se ahogarían.

Algunas especies de ranas que pueden respirar bajo el agua

Existen más de 6600 especies de anfibios en todo el mundo. Cada una de ellas está adaptada a las condiciones de su entorno, lo que da lugar a una increíble variedad de especificaciones y peculiaridades entre taxones. Para que te hagas una idea, más adelante tienes algunos ejemplos de anuros sorprendentes en lo que a la respiración se refiere. No dejes de leer.

Rana gigante del lago Titicaca (Telmatobius culeus)

Endémica del lago que le da su nombre, esta rana posee una piel rugosa y replegada que le permite aumentar la superficie de intercambio de gases. Esto se debe a que es exclusivamente acuática (no tiene pulmones) y a que, además, el lago en el que habita presenta una baja concentración de oxígeno. Cuantos más pliegues epidérmicos tenga, más O2 interceptará.

La rana gigante del lago Titicaca está en peligro crítico de extinción debido a la caza de ejemplares adultos.

Barbourula kalimantanensis, la rana de cabeza plana de Borneo

Esta rana también carece de pulmones y habita en las selvas de Borneo, Indonesia. Requiere aguas limpias y con alto contenido de oxígeno, pues en aquellas que están turbias o estancadas este anfibio podría morir asfixiado.

La rana peluda (Trichobatrachus robustus)

Aunque el rasgo llamativo de esta especie no se trata estrictamente de pelo, los machos de rana peluda son famosos por desarrollar en la época reproductiva una serie de proyecciones dérmicas parecidas a filamentos pilosos. La utilidad de estos “pelos” no es más que la de aumentar la superficie de intercambio gaseoso dentro del agua.

Aunque la rana peluda sí posee pulmones, estas proyecciones están muy vascularizadas y también le ayudan a extraer oxígeno del ambiente acuático.

El mundo de la respiración en anfibios

Como has podido comprobar, las ranas pueden respirar bajo el agua, pero la mayoría de ellas dependen también del oxígeno del aire para subsistir. Las especies excepcionales que carecen de pulmones tienen adaptaciones específicas para optimizar todo el oxígeno posible presente en el agua.

Aunque es una adaptación fascinante, la piel vascularizada y permeable de las ranas supone un peligro para ellas cuando se enfrentan a la acción del hombre en las aguas en las que viven. La presencia de contaminación afecta en gran medida a los anuros, pues su piel absorbe los químicos nocivos fácilmente y su vida se ve comprometida por ello.


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