La muerte de una mascota, sobre todo si es inesperada, es una experiencia dolorosa y abrumadora que ningún dueño querría experimentar. La muerte súbita en perros puede darse de la misma forma que en las personas. Afortunadamente, existen ciertas formas de prevenirla.
Las cardiopatías, unas de las principales causas de muerte súbita en perros
Son muchas las causas que pueden llevar a tu mascota a sufrir el síndrome de muerta súbita. Pueden ser de carácter congénito, deberse a una patología desconocida o aparecer como consecuencia de un traumatismo.
Una de las causas más comunes es la presencia de cardiopatías, en especial las arritmias, los coágulos y las cardiomiopatías, es decir, aquellas enfermedades que afectan al músculo del corazón.
La dilatación del músculo cardíaco afecta a la capacidad del animal para bombear sangre y da lugar a una mala circulación, ritmo cardiaco irregular y fallos en el corazón. Es la cardiopatía más común en perros. En gatos suele darse más la denominada cardiomiopatía hipertrófica.
Tu mascota también puede fallecer de manera inesperada ante la aparición de un coágulo de sangre en una arteria coronaria, que le acabaría provocando un ataque al corazón.
Diagnosticadas antes de tiempo, las cardiopatías pueden tratarse y no suponer una amenaza para tu mascota. Una de las mejores formas de prevención se basa en determinar qué enfermedades suelen ser más habituales en una raza determinada. La raza cavalier king charles spaniel, por ejemplo, puede experimentar problemas en su válvula mitral.
La amenaza de las sustancias tóxicas y las hemorragias internas
Puede que tengas una raza de perro grande e impulsiva que tienda a jugar de manera agresiva o se dé golpes con facilidad. Los perros comunican su dolor de un modo diferente al de las personas, y muchas veces no tratamos traumatismos graves hasta que es demasiado tarde.
Las peores hemorragias suelen producirse cuando un animal se precipita al suelo desde una altura considerable. En estos casos, lo primordial es llamar a un veterinario de emergencia y no mover al perro en absoluto.
Respecto a las sustancias tóxicas, debemos mencionar que en 2016 se denunciaron 18 000 casos de envenenamiento de mascotas en los Estados Unidos. En España, ese mismo año la cifra ascendió a 9 000 casos, según informes de las Comunidades Autónomas de Castilla y León, Castilla-La Mancha y Andalucía.
Cuando un animal ingiere veneno, suelen darse una serie de síntomas visibles que permiten al dueño darse cuenta de que algo marcha mal y llevarle cuanto antes al veterinario. Algunos venenos, sin embargo, tienen una acción demasiado rápida y, una vez ingerido, no hay nada que hacer.
Si sospechas que en tu zona pueden haber personas que dejan alimentos envenenados en los parques para perros o que amenazan de forma manifiesta a los animales, no dudes en presentar una denuncia y ponerle un bozal a tu perro cuando salgáis a pasear.